Somos muchos los que convivimos con un perro o un gato, o varios de ellos, e incluso ambas especies, y a la hora de dormir, todos se suben a la cama. La gran duda siempre es, ¿se recomienda dormir con mascotas? Vamos a despejar esa duda a lo largo de este texto.
Hay quienes tienen la costumbre, la paciencia y la fuerza de voluntad para impedir que su gato o perro se suba a la cama a dormir, y luego estamos los que nos hemos acostumbrados a dormir con nuestras mascotas en la cama. ¿Quién lo está haciendo bien? Técnicamente, ambos lo hacemos bien, pero los que no duermen en la misma cama se están perdiendo los beneficios que indicamos a lo largo de este texto. (¡Cuidado! También hay varios riesgos).
Índice
Aspectos a tener en cuenta
Dormir con mascotas puede ser muy placentero y muy bonito, pero hay algunos aspectos que debemos tener en cuenta. Cuando las cosas se complican y no se puede dormir bien por la noche, lo más recomendable es que la mascota duerma en otro lugar hasta que arreglemos las cosas.
La higiene por bandera
La higiene es un aspecto fundamental si vamos a convivir tan estrechamente con un animal. No solo limpiar la casa y el cuarto donde durmamos, sino que debemos cepillar habitualmente a nuestro perro y gato, tenemos que cambiar las sábanas varias veces por semana y debemos estar seguros de que nuestro amigo peludo tiene sus vacunas y está desparasitado por fuera y por dentro.
Además, es importante limpiar su boca antes de dormir con algún accesorio especial para esto. Esto favorecerá a tener un aliento menos agresivo al despertar. Por supuesto, también se aconseja limpiar las patas antes de que suba a la cama.
Marcar un horario
Debemos acostumbrar a nuestro perro o gato a un horario, de manera que a partir de una hora en concreto el animal no pida salir fuera de la habitación, ni se ponga a jugar con juguetes ruidosos como cascabeles o peluches con pito.
Si no somos capaces de educarlos nosotros mismos, lo mejor que podemos hacer es acudir a un veterinario o hacer algún curso con un adiestrador especializado en estos casos.
Comida y agua
La comida debe retirarse antes de ir a dormir, de esa forma, el olor del pienso no se concentrará en la habitación. Además, si el gato o perro come durante la noche, podría despertarnos para que le saquemos de la habitación.
También puede que sus flatulencias nos perturben el sueño, o podría darse el caso de que nuestro amigo peludo sufra una indigestión y pase una mala noche perturbando así nuestro descanso. Sin embargo, es habitual que muchos se despierten hambrientos. En este caso, lo mejor es comprar un dispensador de comida que se programe con la hora concreta en la que el animal suele despertar.
Beneficios de dormir con animales
Dormir con nuestro perro o gato tiene multitud de beneficios, siempre y cuando se respete todo lo anterior, de lo contrario, habrá riesgos e inconvenientes que los comentaremos al final del artículo.
Reduce el insomnio y las pesadillas
Si las energías son positivas y ambos estamos calmados, el hecho de que un perro se acueste a nuestro lado nos ayuda a dormirnos más rápido. Asimismo, acariciar a un gato y sentir el ronroneo, nos relaja y nos ayuda a dormirnos de forma suave. En ambos casos se debe a la hormona del amor, o la oxitocina y hace que nuestro sueño sea más profundo y el tiempo de descanso esté mejor aprovechado.
Tener un perro en la cama puede afectar al sueño. Por supuesto, hay otros factores que contribuyen, como la cantidad de personas y mascotas, el tamaño de la mascota y el tamaño de la cama. Todo tiene que sincronizarse. Hay estudios que aseguran que las personas duermen bien con un perro en el dormitorio, pero menos cuando el perro está en la cama. Una buena solución puede ser tener una cama para perros junto a la tuya.
Conserva el calor corporal
Al dormir todos en un mismo espacio, el calor aumenta, además, ellos tienden a pegarse a nosotros para dormir lo que aumenta la temperatura corporal de todos. De esta forma regulamos y conservamos el calor corporal de forma mutua, es decir, trabajo en equipo. Esto es fantástico para el invierno, igual en verano ya no nos hace tanto bien…
Sensación de seguridad
Aumenta la seguridad al sentirnos acompañados, a la vez que aumenta el vínculo entre ambos. Esto último refuerza los efectos positivos que ya tiene de por sí el tener mascotas y el convivir con ellas día a día. Además, nuestras respiraciones y latidos se sincronizan, aumentando la sensación de confort y promoviendo un sueño profundo y de calidad.
Un estudio en mujeres adultas mostró que un perro en la cama está asociado con la comodidad y la seguridad más que dormir con otra persona o un gato. Es algo que te hace sentir bien, especialmente si estás solo o separado de tu perro la mayor parte del día.
Reduce el estrés y la ansiedad
Es sabido por todos que tener mascotas, jugar con ellas, dormir con ellas e interactuar con ellas durante el día, reduce el estrés y la ansiedad. Al dormir unidos mejora nuestro estado de ánimo, nos ayuda a relajarnos y conseguimos un sueño más profundo y de mayor calidad.
Las mascotas ayudan a aliviar el estrés y la ansiedad. Fomentan las conexiones sociales y emocionales, que pueden afectar el estado de ánimo y la salud mental en general.
Hay estudios que han demostrado que las interacciones entre humanos y animales pueden beneficiar factores relacionados con el estrés, como el cortisol, el ritmo cardiaco o la presión arterial. Aseguran que dormir con mascotas mejora la empatía, la confiabilidad y la confianza en los demás.
Riesgos de compartir cama con animales
Todo en esta vida tiene un lado bueno y uno malo, en el caso de dormir con animales también lo hay. Los riesgos son derivados de habitaciones con poca higiene, animales sin cuidar, nerviosismo, enfermedad, dolores, etc.
- Parásitos.
- Contagio de enfermedades. (Los perros y los humanos compartimos más de 200 enfermedades).
- Interrupción del sueño por golpes, ladridos, porque nos pide salir para ir al arenero, etc.
- Flatulencias, incontinencia, diarreas, y derivados.
- Mal olor del animal.
- Comportamientos nerviosos o posesivos.
- Jugar a altas horas de la madrugada.
- Ciclos de sueño alterados y no controlados.
Todos estos inconvenientes desembocan en riesgos para nuestra salud y la de nuestras mascotas. Un mal descanso puede dar lugar a cambios de humor, ansiedad, sistema inmunológico debilitado, riesgo de diabetes, enfermedades del corazón, depresión, irritabilidad, falta de concentración, etc.
Si conseguimos un horario más o menos estricto con nuestros amigos peludos, no debería haber ningún problema a la hora de dormir con ellos. Siempre y cuando se cumplan unas normas básicas de higiene, tanto con nosotros mismos, como la cama y en los animales, empezando por lavarlos a menudo, cepillarlos, que estén al día de sus vacunas y desparasitaciones, que usen collares antiparásitos, etc.
Cuándo no dormir con mascotas en la cama
Incluso si nos gusta tener a nuestra mascota en la cama, no siempre es una buena idea. En algunos casos, deberemos suspender temporalmente el uso compartido de este espacio. En otros casos, es mejor evitarlo por completo. Si tenemos problemas de salud graves, se recomienda consultar a un médico si es seguro que el animal duerma con nosotros.
Algunos ejemplos en los que no se debe dormir con la mascota es:
- Es una incorporación nueva en casa y no ha tenido una revisión médica o vacunas
- No está entrenado para ir al baño o tiene diarrea
- Tiene gusanos, ácaros, pulgas o garrapatas
- Es habitual que haga mordeduras o rasguños
- Se mueve mucho
- Ronca
- Es un gran babeante
- Es muy grande
- Tenemos un trastorno del sueño o el sueño ligero
- Sufrimos alergias severas
- Tenemos un sistema inmunológico comprometido o problemas de salud graves
- Hay una herida abierta