¿Para qué sirven los electroestimuladores?

Una mujer en una sesión de electroestimulación

Miles de veces hemos visto y oído hablar sobre los supuestos beneficios de los electroestimuladores y como nos ayudan a resaltar nuestros músculos sin apenas hacer esfuerzo físico. Al menos esa es la función más conocida de estos aparatos, pero también hay otras como son su uso en fisioterapia. Vamos a hacer un repaso por todos sus usos, a explicar algunos de sus beneficios, el tiempo máximo que podemos usarlos y si de verdad funcionan.

Estos artilugios los hemos visto en diversas tiendas, tanto es así que los podemos comprar incluso en la web de Lidl y es algo que lleva entre nosotros bastantes años con el objetivo que ayudarnos a marcar abdominales y bíceps sin apenas hacer esfuerzo, pero no confundamos, hay «dos tipos» (realmente son 2 modos de uso) de electroestimuladores los que se usan para ejercitar músculos y los que se usan para fisioterapia y lesiones.

¿Qué son los electroestimuladores y para qué sirven?

Son unos aparatos con placas adhesivas que se colocan en ciertas zonas específicas de los músculos y lanzan descargas eléctricas similares a las que envía nuestro sistema nervioso. Dependiendo de la especialización, del tipo de descarga, del trabajo terapéutico o los resultados que se quieran, se puede pasar de un simple aparato con placas adhesivas a un traje con electrodos que cubre desde el cuello hasta los pies a veces.

Ese traje suele estar conectado a una máquina con diferentes programas de entrenamiento y que cada uno de esos planes de entrenamiento consigue llegar hasta las fibras musculares más escondidas y que no suelen ejercitarse por medio de un entrenamiento habitual. Por eso esta técnica con electroestimuladores se usan tanto en entrenamiento deportivos profesionales.

El estimulador eléctrico es una técnica que llega desde el antiguo Egipto y se empezó a popularizar en los años 60 para curar lesiones y prometer resultados inmediatos sin moverse del sofá.

Un hombre en una sesión de fisioterapia cin electroestimuladores

¿Dónde se utilizan?

Con respecto a los estimuladores eléctricos hay dos modos de uso, uno para entrenamientos profesionales y otro para recuperación de lesiones en centros de fisioterapia.

Existen diversos modelos, hay algunos muy profesionales como el traje que hemos comentado ates, y otros más simples que van incluso a pilas. El problema de esto es que se han popularizado tanto que todos quieren usarlo, y no debería ser así.

El estimulador eléctrico se usan en zonas concretas de la musculatura para reforzar y estimular el músculo en los días de descanso de entrenamiento; también para mejorar la condición física; a través de la electroterapia se consigue una recuperación más rápida y eficaz tras un gran esfuerzo; hay programas que favorecen la relajación y disminuyen las posibles lesiones por sobresfuerzo; para relajar articulaciones lesionadas; para disminuir contracturas musculares, etc.

Las zonas más comunes donde se usan estos accesorios son los lumbares, el glúteo mayor, las rodillas, los bíceps y los abdominales. También se utilizan estos aparataos para otras zonas como los pies, codos, pectorales, cuádriceps, gemelos, etc.

¿Cualquiera puede usarlos?

La respuesta es «no debería usarlos cualquiera», pero vamos a explicarlo un poco mejor.

Aunque los usos que hemos explicado en los apartados anteriores son los oficiales, los electroestimuladores se venden en cualquier sitio y están al alcance de cualquiera, lo que supone que cualquier persona puede enchufar el aparato y darse corrientes eléctricas en el brazo, espalda, rodilla, glúteos, etc. sin tener los conocimientos suficientes.

¿Qué significa esto? Pues que esas personas que usan los estimuladores eléctricos y que conectan los electrodos en cualquier zona del músculo afectado o que quieren estimular, tienen mayores probabilidades de sufrir dolores, posibles contracturas y lesiones en articulaciones y músculos.

Esto se debe a que aquellas personas con baja forma física y de pronto somete al músculo a un entrenamiento de alta intensidad mediante estimuladores eléctricos, puede sufrir diversos daños.

Además, la electroestimulación está desaconsejada para todos estos perfiles de usuario:

  • Epilepsia.
  • Marcapasos.
  • Problemas de circulación.
  • Hernias abdominales.
  • Irritaciones de la piel como heridas y quemaduras.
  • Diabetes.
  • Mujeres con cicatriz de cesárea.
  • Trastornos neurológicos.
  • Hipertensión.
  • Obesidad.
  • Alteraciones metabólicas.
  • Patologías inflamatorias como la artritis.
  • Ácido úrico alto.

Electroestimuladores alrededor de una rodilla

Tiempo recomendado para ver resultados

El tiempo estimulado por sesión y por zona a trabajar debe indicarla un profesional, pero a grandes rasgos las sesiones deben ir de entre los 5 minutos y los 120 minutos, y hacer entre 2 y 6 sesiones a la semana en cada zona, músculo o lesión (hay que evitar hacerlo todos los días). No podemos usarlo por más de 1 hora en un mismo músculo, sino que lo más adecuado es ir alternándolo entre diferentes músculos.

El tiempo exacto y los resultados visibles, dependerán del objetivo que nos hayamos puesto cada uno, del tipo de cuerpo, músculo, lesión, si hay suficiente nasa muscular o no, etc.

Lo que debemos evitar es comenzar con sesiones muy largas. Tengamos en cuenta que se trata de un acompañamiento de los entrenamientos habituales o una sesión de relajación o para curar una lesión, si sobrecargamos la zona, es contraproducente en todos los sentidos para nuestro cuerpo.

¿Funcionan las sesiones con estimulador eléctrico?

Algunos de los beneficios son la activación muscular, que se gana resistencia, los músculos sufren menos, hay mejor riego sanguíneo, se eliminan toxinas y también sirve para relajar la musculatura, reducir el estrés del entrenamiento y mejorar la recuperación tras una lesión.

Así que sí, esta terapia sí funciona, pero siempre y cuando se haga por profesionales en centros médicos autorizados. Lo que debemos evitar es dejar caer toda la responsabilidad de nuestro aspecto físico a estos aparatos, ya que para ver resultados reales debemos tener que practicar ejercicio y tener una mínima condición física.

La electroestimulación no ayuda a adelgazar, tal y como ya hemos dicho a lo largo de este texto, para usar esta práctica debemos tener un mínimo de forma física y resistencia, así como tomar esta terapia como parte de un entrenamiento habitual. Nunca debemos hacer solo electroestimulación, porque podemos dañar los músculos y no obtener resultado, habiendo perdido el tiempo y el dinero.

Nos debemos mentalizar de que no todos podemos usar la estimulación, por eso antes hemos colocado los casos más graves para que sepamos que si entramos en algunos de esos grupos, debemos evitar estos aparatos.


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