Practicar running está bien, siempre que seas consciente de que puedes practicarlo. Para empezar a hacer actividad física, es recomendable acudir al médico para que nos hagan un chequeo. Es genial que quieras cambiar tu estilo de vida sedentario, pero debes tomar una serie de precauciones si tienes alguna lesión o problema de salud. La hernia discal es una de las lesiones más comunes y que llega a incapacitar en sus fases dolorosas.
La hernia aparece cuando uno de los discos que está entre dos vértebras, se sale un poco y comprime la médula espinal. Si te encanta correr, pero tienes este problema, te cuento si deberías dejar de practicarlo o si puedes correr maratones sin problema de espalda.
¿Qué es una hernia discal?
Como adelantábamos antes, la hernia discal aparece cuando el disco que está entre las vértebras, se sale por uno de lados, y puede llegar a comprimir la médula ósea que pasa por el canal de las vértebras. Si padeces este problema, darás fe del dolor y sensibilidad que provoca, así como agarrotamiento muscular de la zona.
Es importante que no lo dejes pasar, o corres el riesgo a quedarte incapacitado si no lo tratas o cambias tus hábitos.
Los discos intervertebrales tienen como función aguantar la presión y el movimiento cambiante de las vértebras. Precisamente, no están creados para que se realice siempre la misma presión en el mismo punto; en caso de producirse, saluda a la hernia discal.
Son muy comunes en personas sedentarias que adoptan malas posturas, aunque también puede darse en gente que realiza demasiado ejercicio de la manera incorrecta.
Aproximadamente el 80 por ciento de la población general experimentará dolor de espalda en un momento u otro, pero entre los corredores, es más del 80 o el 90 por ciento. Esto se debe a que correr ejerce una gran cantidad de estrés en la columna, siendo hasta cuatro veces el peso corporal en cada pierna. Aunque correr fortalecerá el core, no ayuda a la zona lumbar. Esto provocará una desalineación vertebral que aumentará la posibilidad de que los corredores acaben finalmente con dolor de espalda o hernias de disco.
¿Se puede correr si tienes una hernia discal?
Poder, se puede, aunque no es demasiado beneficioso.
Cuando corremos, se realiza una mayor compresión de los nervios que pasan por la columna, y afecta negativamente a la hernia discal. Quizá al principio no notes dolor, pero con el paso de los minutos será insoportable el pinzamiento. Si insistes en correr, es muy posible que con el tiempo no puedas realizar ejercicio físico, ni puedas tener una vida cómoda.
Correr incluso después de que la hernia de disco o la ciática hayan sanado sigue siendo un asunto complicado. Deberás crear una rutina segura con un fisioterapeuta y conocer las señales de que la columna vertebral vuelve a notar molestias al hacer running. Tendrás que volverte flexible y más fuerte. Tener músculos sanos y equilibrados, una columna vertebral correctamente alineada e incorporar el entrenamiento de fuerza en su rutina de ejercicios.
Sin embargo, si no sufres una hernia discal aún, es recomendable correr para fortalecer la musculatura de alrededor de la columna vertebral. Además, le estarás dando al disco variedad de movimientos que le servirán como «masaje».
Aun así, es probable que una vez que te recuperes de la hernia (y siempre que un médico te lo confirme), puedas volver a correr. Tendrás que empezar de forma suave e ir aumentando el ritmo progresivamente con el paso de los entrenamientos.
¿Qué otros deportes se pueden realizar?
La hernia discal no tiene por qué ser un impedimentos para seguir incluyendo el deporte en tu día a día. Opta por actividades que no supongan un alto impacto en las vértebras como la natación, pilates o yoga.
Por supuesto, es mejor que lo realices siempre bajo la supervisión de un experto para no hacer movimientos que empeoren o afectan a la hernia.
Elige ejercicio de bajo impacto
Hay un disco de tejido fibroso y denso entre cada vértebra en la columna vertebral, y estos discos proporcionan amortiguación y soporte. Una variedad de lesiones puede hacer que se hinchen, provocando dolor en la espalda y una disminución de la amortiguación entre las vértebras. Las rutinas de ejercicio de alto impacto pueden ejercer presión sobre tu columna vertebral, irritando la hernia de disco, pero el ejercicio de bajo impacto para una hernia de disco puede ayudarte a recuperar la movilidad de tu espalda e incluso puede ser parte de tu rutina de fisioterapia.
También puedes realizar intervalos cortos de carrera-caminata con tres o cuatro minutos de carrera a uno o dos minutos de caminata. Esto disminuirá significativamente las fuerzas de impacto en las articulaciones y posiblemente permitirá entrenamientos más largos con menos riesgo de dolor.
Cardio para hernia de disco
El cardio de bajo impacto para una hernia discal puede fortalecer los músculos de la espalda. El cardio regular también ayuda a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la osteoporosis y la artritis, y puede ayudar a aliviar el dolor y la tensión muscular. Intenta nadar, que amortigua tus articulaciones y te ayuda a evitar un impacto fuerte en tu columna vertebral. Caminar es otra buena opción, junto con clases de ciclismo y aeróbicos de bajo impacto.
Actividades como usar la elíptica, subir escaleras, montar en bicicleta y nadar son buenas opciones de entrenamiento cruzado. Puedes intentar alternar carreras fáciles o moderadas con intervalos de mejora del estado físico en la elíptica o en bicicleta.
Ejercicios a evitar con hernia discal
Los ejercicios con impactos repetitivos y contundentes pueden empeorar tu condición y potencialmente causar más lesiones. Evita correr, particularmente en superficies duras. Saltar a la comba y saltar en un trampolín también puede afectar negativamente a tu hernia discal. Con el permiso de tu médico, es posible que puedas realizar estas rutinas, pero es probable que primero tengas que hacer ejercicios de menor impacto y debas someterte a un tratamiento o acudir a fisioterapia.
Si sufres de hernia discal diagnosticada, pide consejo a un profesional para que te guíe en la recuperación y ayude a mitigar los síntomas a largo plazo.