¿Qué es la Teoría de las 3 capas?

teoría de las tres capas en la nieve

Nos encontramos en plena temporada de deportes de invierno y todavía muchas personas se preguntan cosas sobre la ropa aislante del frío. Para ir a la montaña es necesario usar prendas específicas, que traspiren el sudor y nos mantengan el calor corporal. De poco sirve ir con un jersey de lana, por muy abrigado que sea.
Seguro que has estado viendo prendas que usar la teoría de las tres capas. Hoy te contamos qué es y por qué es interesante que te hagas con ella.

No importa si vas a esquiar, andar o correr por la montaña, lo último que te apetece es ir con más capas que una cebolla. Pero es imprescindible que pienses en lo que te va a hacer falta, ya que la opción de pasar frío no es viable. En este artículo te estuvimos contando algunos consejos para equiparte correctamente para entrenar en la montaña, y mencionamos de la teoría de las tres capas. ¿Quieres saber qué es exactamente?

La teoría de las tres capas

Uno de los objetivos fundamentales de esta teoría es crear una especie de microclima que proteja nuestro cuerpo del sudor, de los factores externos y que regule la temperatura corporal. Sudar en invierno es casi peor que hacerlo en verano, ya que si no llevamos una prenda que traspire, estaremos húmedos la mayor parte del entrenamiento. Y un cambio brusco de temperatura puede llegar a provocar una hipotermia.
Así que las prendas técnicas son unas de las mejores aliadas para el frío y la montaña. La mayoría de la ropa de deportes al aire libre cuenta con tejidos que realizan la «teoría de las tres capas».

Primera capa: segunda piel

Esta capa es la que tiene un contacto directo con nuestra piel, y por eso se la denomina «segunda piel». Su principal función es mantenernos secos, frescos y evaporar el sudor para evitar sufrir hipotermia. Así que este tipo de prendas se caracterizan por ser absorbentes y estar hechas con materiales de secado rápido (fibras sintéticas). En cambio, el algodón es un tejido que seca de forma lenta y cala demasiado la humedad. Además, suele acumular el mal olor.
Y, otro punto bastante positivo, es que esta primera capa nos protege de los rayos ultravioleta. Por lo que si estamos bajo una temperatura agradable, podemos quitarnos la segunda y tercera capa sin correr riesgos.

Segunda capa: aislamiento

La segunda capa se encarga de mantener la temperatura corporal durante el entrenamiento. Es decir, nos aísla del exterior. Al no tener un contacto directo con la piel, este tipo de prendas no buscan calentar directamente. La manera que tienen de calentarnos es manteniendo el calor generado por nuestro cuerpo, favoreciendo la eliminación de la humedad y evitando el enfriamiento corporal.

En este caso, la mayoría de prendas que forman la segunda capa suelen estar fabricadas con fibras naturales(lana), o de fibras sintéticas. De hecho, las sintéticas vuelven a ser las más aconsejables, aunque retienen peor el calor que las naturales. Sin embargo, las fibras naturales no transpiran tan bien como las sintéticas.
Así que dependiendo de la meteorología a la que nos enfrentemos, podremos usar un tipo u otro.

Tercera capa: protección

Por último, la tercera capa tiene como objetivo protegernos de cualquier factor meteorológico (nieve, lluvia, viento, sol). Es posible que no haya nieve o lluvia en un principio, ¿pero y si nos pilla de imprevisto? El tiempo en la montaña varía de manera muy rápida y siempre debemos estar precabidos.
Esta capa se encarga de hacerle frente a la humedad del exterior, nos protege de cualquier factor externo y evacua el sudor hacia afuera.

Evidentemente, para poder seguir secos, es necesario que las prendas de esta capa sean impermeables (la mínima protección recomendada es de 10.000 mm). En cuanto a la expulsión del sudor, tendrá que ser transpirable para que la humedad se evapore. Y si también queremos que nos proteja del viento, deberá ser un cortavientos.
Si no fuera transpirable, nuestro sudor nos mantendrá húmedos y aumentarán las probabilidades de sufrir hipotermia. Los expertos recomiendan de que la Resistencia Textil a la Evaporación (RET) mínima debería ser de alrededor de 13.


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