¿Por qué es peligroso usar un sujetador con aros?

sujetador con aros y ropa interior

Cuando una persona compra un sujetador, lo primero que piensa es en la comodidad. Parece que se acaban las versiones push ups y el sujetador con aros para dar paso a los deportivos. Pero, ¿existen realmente problemas en su uso?

Según varios informes, las ventas de sujetadores deportivos se han disparado, y las personas asignadas como mujeres al nacer los mantienen puestos todo el día en vez de solo mientras hacen ejercicio. Mientras tanto, las marcas especializadas en soporte inalámbrico van apareciendo poco a poco.

Si bien muchas personas están recurriendo a las copas blandas para la sensación de estar relajadas, a algunas también les preocupa que los aros puedan ser perjudiciales para la salud, principalmente, porque este tipo de sujetador con aros podría causar cáncer de mama.

¿Qué es un sujetador con aros?

Puede que haya personas que no están familiarizados con este término, por lo que repasaremos rápidamente todo sobre este tipo de sujetador.

Un sostén con aros es el que usa una tira delgada y semicircular de material resistente que se inserta debajo de la tela del sujetador. El cable que se inserta generalmente está hecho de plástico, metal o resina. ¿Cuál es el propósito de este aro? Está hecho para levantar los senos, moldeando de alguna manera la forma natural de tus senos.

En cuanto a sus orígenes, el concepto de sujetadores con aros se remonta a 1893, con una patente que describe un dispositivo de sujeción del pecho que utiliza una placa rígida debajo de esta parte del cuerpo. Luego evolucionó en la década de 1930 y ganó su popularidad en la década de 1950. A día de hoy, es uno de los tipos de sujetadores más vendidos en el mercado. Sin embargo, han surgido algunos mitos repentinamente, afirmando lo problemas que generan los sujetadores con aros para la salud.

Dolor de cuello y cabeza

El uso de un sujetador con aros que no se ajusta perfectamente puede provocar dolor de cuello y espalda, especialmente si se tiene senos grandes. Estas zonas del cuerpo trabajan duro para compensar la falta de estructura proporcionada por el sostén. Lo mismo ocurre si llevamos el mismo sujetador con aros durante años sin invertir en sujetadores nuevos. El aro y el sostén se estiran y se manipulan con cada uso y lavado. Debe ser una prioridad comprobar la talla del sujetador cada pocos años (que es posible que cambie) y considerar comprar sujetadores nuevos como una inversión en salud.

Si siempre sufrimos dolores de cabeza y no podemos entender por qué, el culpable podría ser el sujetador con aros. A menos que estemos usando un sostén que nos quede perfectamente (y la mayoría de las mujeres pasan años sin saber que están usando el sostén equivocado), uno con aros mal ajustado puede hacer que los músculos del cuello y espalda trabajen más para sostener los pechos, que puede resultar en algo llamado dolor de cabeza cervicogénico. Los síntomas de este tipo de dolor de cabeza aparecen en un solo lado de la cabeza y parece originarse en el cuello y ascender hacia la parte frontal de la cabeza o detrás de los ojos.

¿Podrían generar cáncer de mama?

Durante décadas, ha habido rumores sobre un vínculo entre el sujetador con aros y el cáncer de mama. La teoría es que los aros pueden bloquear el flujo de líquido linfático, por lo que las toxinas no se eliminan adecuadamente y, en cambio, se acumulan en el cuerpo, lo que conduce al cáncer.

El sistema linfático está formado por vasos linfáticos, que son similares a los vasos sanguíneos, líquido linfático y ganglios linfáticos. El líquido linfático circula a través de los vasos linfáticos y es rico en una célula inmunitaria conocida como linfocito. Esta sustancia es importante en la respuesta del cuerpo a bacterias y virus. Los ganglios linfáticos, que están presentes en todo el cuerpo, sirven como filtros para el líquido linfático. Además, este sistema mantiene los niveles de líquidos en el cuerpo y transporta nutrientes desde los intestinos al torrente sanguíneo.

Los canales linfáticos también son donde el cuerpo se deshace de bacterias, virus e incluso células cancerosas. Los ganglios linfáticos de la axila filtran este desecho, de manera similar a cómo el filtro que cubre el desagüe del fregadero atrapa el cabello para evitar que caigan por la tubería. Por lo que el sistema inmunológico ataca cualquier cosa en los ganglios linfáticos que no sea se supone que debe estar allí.

Así que, ¿podría un sujetador con aros rígidos y ajustados obstruir el paso crítico de líquido a los ganglios linfáticos? A la gente le preocupa que el líquido linfático se pueda atascar en el seno. Y si el cuerpo está albergando un líquido no saludable que contiene células anormales o productos de desecho, con el tiempo podría contaminar la mama y causar problemas como el cáncer.

Después de todo, los ganglios linfáticos de las axilas pueden ser el primer lugar donde se propaga el cáncer de mama. Pero no hay que alertarse tanto, el hecho es que el líquido linfático permanece en circulación, incluso cuando se usa ropa que ejerce presión contra los canales linfáticos. De hecho, un estudio determinó que ningún tipo de sujetador – incluyendo tamaño de la copa, el número de horas por día que se ha llevado, y si era un sujetador con aros – fue asociado con un mayor riesgo de cáncer.

mujer con un sujetador con aros

¿Se pueden usar en lactancia materna?

Muchos especialistas en lactancia materna dicen que es mejor omitir el aro. La recomendación es no usar un sujetador con aros, ya que pueden ejercer una presión significativa sobre los conductos de la leche y causar taponamientos, lo que puede provocar mastitis. Esto, a su vez, puede disminuir el suministro de leche. La mastitis también puede causar dolor, hinchazón, síntomas similares a los de la gripe y posiblemente una infección.

Los senos cambian mucho conforme ingresa la leche, por lo que los alambres, o incluso el elástico apretado, pueden moverse y estar sobre el tejido mamario en lugar de sostenerse desde atrás. Hay muchos sujetadores de apoyo disponibles sin alambres, y el ajuste es en realidad lo más importante.

Por lo tanto, se debe hacer una autocomprobación antes de comprar un sujetador. Levantaremos los brazos y los moveremos para ver si el sujetador es cómodo. Tenemos que estar seguras de que no suba, se mueva o ejerza presión sobre el tejido mamario. Incluso, las madres lactantes deben evitar usar sujetadores deportivos súper ajustados, incluso durante los entrenamientos. Si un sujetador comprime constantemente el tejido mamario con glándulas productoras de leche, puede destruir las células productoras de leche y disminuir el suministro.

Alternativas al sujetador con aros

Cuando se tienen senos grandes, comprar sujetadores puede ser un verdadero desafío, especialmente si buscamos despedirnos de los aros. Los mejores sujetadores sin aros para pechos grandes utilizan varias combinaciones de tela elástica, bandas anchas y una colocación inteligente de las correas. Esto hará que se mantengan contenidos y cómodos.

Aunque hay momentos en los que podemos tener ganas de dar rienda suelta a nuestra Sophia Loren interior, los sujetadores con aros no son la única opción si tenemos los senos grandes. Puede optar por estilos de encaje, bralettes de yoga con tiras o sostenes deportivos. Sea cual sea la elección, existe un sujetador sin aros que se adapta perfectamente a cualquier persona. Solo debemos asegurarnos de buscar el mejor con la ayuda de un profesional o especialista, si no tenemos mucha idea de cuál escoger.


Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Actualidad Blog
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.