En la era del nuevo coronavirus, las mascarillas faciales se han convertido en un hecho cotidiano. Y por una buena razón: lucir una mascarilla es la táctica más efectiva para bloquear la propagación de COVID-19, según un análisis de junio de 2020 en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.
Aunque las máscaras de grado no médico son una opción viable, es posible que estés pensando en invertir en una cubierta de tela reutilizable (o hacer una propia). De esa manera, puedes usar una mascarilla que se adapte a tu estilo, así como evitar empeorar el medio ambiente.
Pero no todas las mascarillas se crean por igual. Con una gran cantidad de opciones recientes en el mercado (desde Mango a Victoria’s Secret han comenzado a fabricarlas), ¿cómo sabes qué mascarilla de tela ofrecerá la mejor protección para ti?
¿Qué debe tener una mascarilla de tela?
Recuerda, la COVID-19 se propaga principalmente a través de gotitas respiratorias (producidas cuando hablas, toses, estornudas y respiras) que llegan a la boca o la nariz de otras personas cercanas. Usar una mascarilla facial ayuda a proteger a las personas que te rodean. Pero no son un reemplazo para el distanciamiento social.
Ya sea que planees comprar una cubierta facial reutilizable o hacer la tuya propia, es importante considerar el tipo de tela, la durabilidad y el ajuste, ya que estos factores afectarán a cómo de bien una máscara contendrá la transmisión de estas gotitas portadoras de enfermedades. Ten en cuenta estas consideraciones.
¿Con qué tela está hecha?
Busca mascarillas hechas de telas con un tejido apretado, como el algodón. Esto permite que la máscara inhiba mejor tanto las gotas grandes como las pequeñas para que no se cubran la cara. Además, el algodón también es fácil de limpiar.
¿Tiene capas?
También se recomiendan mascarillas hechas con varias capas de tela. Es más probable que las capas múltiples sean más efectivas para contener la propagación de las gotas. Las de tela deben contener al menos tres capas, según la orientación provisional de junio de 2020 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Algunas mascarillas incluso tienen bolsillos pequeños donde puedes colocar un filtro para una barrera de protección adicional. Si optas por esta ruta, puedes comprar un filtro online o utilizar productos básicos domésticos como filtros de café y toallas de papel, que pueden servir como filtros de mascarilla. Solo recuerda descartar y reemplazar los filtros después de cada uso.
¿Cómo encaja la mascarilla en tu cara?
Priorizar el ajuste adecuado también es importante al comprar o hacer una casera. Tu mascarilla debe ajustarse cómodamente alrededor de tu cara y proporcionar una cobertura completa sobre su nariz y boca.
Ten en cuenta que las que tienen ataduras alrededor de la cabeza pueden deslizarse con el tiempo y causar huecos en el ajuste. Y aunque las mascarillas con ganchos para la oreja son convenientes para una extracción rápida, pueden causar dolor detrás de las orejas después de un uso prolongado.
También querrás asegurarte de que puedas respirar fácilmente mientras la usas, según la OMS. Si no puedes, puedes verte tentado a quitártela.
¿Cómo lavar y desinfectar la mascarilla?
Una vez que ya no necesites usar la mascarilla, quítala cuidadosamente con las manos limpias, tocando solo los lazos, según indica la OMS. Láveate las manos nuevamente después de quitártela.
Trata de lavar diariamente las cubiertas de tela [es decir, después de cada uso] con detergente normal en una lavadora. Si no planeas lavar la ropa más de una vez por semana, querrás abastecerte o hacer mascarillas suficientes para usar una limpia para cada salida.
Y, en caso de que te lo preguntes, está bien meterla con una carga de tu ropa normal; solo asegúrate de estar usando la configuración de agua más cálida posible para no arruinar el tejido.
Si elige lavar a mano, remojar, fregar [durante al menos 20 segundos] y enjuagar bien la máscara de tela con agua caliente y jabón.
Alternativamente, puedes desinfectar empapándola con una solución de lejía. Mezcla 5 cucharadas de lejía doméstica por cada 4 litros de agua a temperatura ambiente o 4 cucharaditas por litro. Remoja durante 5 minutos, luego enjuaga bien con agua fría.
Otra forma de lavar tu mascarilla a mano es remojarla durante un minuto en cloro al 0’1 por ciento, según indica la OMS. Después de que se haya empapado, usa agua a temperatura ambiente para enjuagar todo el cloro.
Para secarlas, use la configuración de secadora más alta, o si se seca al aire, colócala bajo la luz solar directa, lo que también puede ayudar a desinfectar partículas virales.