Elige correctamente tu sujetador deportivo

La práctica del deporte en las mujeres es bastante reciente, por lo que todavía hay chicas que no le dan la importancia necesaria a algunas prendas de ropa. No podemos conformarnos con elegir unas mallas deportivas llamativas o unas zapatillas a juego con la camiseta, debemos ser prácticas y elegir nuestra ropa a conciencia. El sujetador deportivo es de las prendas más importantes y más descuidadas a la hora de su elección.

¿Debe ser bonito, con escote delantero, con aros…? Lo que tenemos que tener claro desde el primer momento es que NO podemos entrenar con el sujetador que usamos para salir a la calle.

La importancia de un correcto sujetador deportivo

Cuando realizamos alguna actividad física, nuestro pecho se mueve como consecuencia de los impactos. Esto es algo que tenemos que evitar al 100% y procuraremos que nuestro pecho esté siempre bien recogido y cómodo.

El pecho femenino tiene una sujeción natural compuesta tan solo de una serie de ligamentos y la piel que lo reviste. Asimismo, le tenemos que unir el movimiento incontrolado que sufre en comparación con otras partes de nuestro cuerpo. Por eso, como no tiene músculo, si no le aportamos una sujeción correcta, estos ligamentos podrían llegar a estirarse, provocando serias lesiones y favoreciendo la caída del pecho.

Una de las lesiones más comunes es la micronecrosis, debido a no usar sujetador deportivo o llevar uno poco adecuado. ¿En qué consiste esta lesión? Básicamente, en la muerte celular de minúsculas partes del tejido interno. Si a esto le añadimos los impactos al ejercitarnos, podemos llegar provocar otras lesiones internas en el sistema nervioso, linfático o vascular.

¿Cómo elegir el adecuado?

En los últimos años se ha puesto muy de moda el uso de tops, con la función de actuar como sujetador y camiseta. No es una mala opción, siempre que no lo escojamos por su colorido, estampado o diseño visual. Tenemos que elegir el sujetador de acorde a nuestra fisonomía y, sobre todo, al deporte que practiquemos. Nuestro pecho no va a sufrir los mismos impactos en yoga, haciendo musculación o practicando rugby.

Hay que destacar que buscar sujeción no implica usar un sujetador de una talla más pequeña, ya que esto podría desembocar en otro tipo de problemas como la disminución del riego sanguíneo, problemas cervicales, hipertrofia mamaria o irritación del pezón.

Los sujetadores deportivos suelen clasificarse, dependiendo de la intensidad del impacto, en alto, medio y bajo. En el grupo de alto impacto encontraremos aquellos deportes como correr, crossfit, boxear, zumba, saltar a la comba; en el medio impacto estarán prácticas como andar, ir en bici o patinar; y como bajo impacto tendremos aquellos más calmados como pilates, yoga, o musculación.

También debemos fijarnos en el tipo de sujeción: por compresión o por recogimiento. El sujetador por compresión es el que sujeta las mamas contra la caja torácica limitando su movimiento. Sin embargo, el sujetador por recogimiento es el que recoge y protege cada una de ellas por separado.
El sujetador perfecto sería el que combinase la compresión y el recogimiento, pero si suele ser complicado de encontrar y preferimos decantarnos por uno solo: el de compresión estará más enfocado para pechos más reducidos (hasta una 90), mientras que el de recogimiento será la mejor opción para pechos más voluminosos (a partir de la 95).

Algunos consejos a tener en cuenta

Aunque te hayamos dado una clase magistral de qué sujetador es el que más te conviene, nunca está de más que también tengas en consideración estos consejos:

  • Elige tu talla correctamente. Como te decíamos antes, no uses una talla más pequeña buscando una mayor «sujeción». Si normalmente usas la M, decántate por esa.
  • Pruébatelo. Aunque tengas clara cuál es tu talla, algunos fabricantes tienen otros patrones y puede variar tu tallaje. Además, probártelo es fundamental para saber si tu pecho estará bien recogido. Da algunos saltos en el probador, agacha la espalda y estírate; busca la mayor comodidad.
  • Nada de aros. Para que el sujetador no te provoque lesiones innecesarias, no te compres ninguno con aros ni con costuras. Así también evitarás rozaduras incómodas.
  • Atenta al material. Usar un material adecuado es importantísimo. Busca un sujetador que sea 100% transpirable y a ser posible con lycra de buena calidad. Evita los sujetadores de algodón ya que absorben el sudor y, por tanto, retiene la humedad pudiendo provocar irritaciones en la piel.
  • Tipo de tirantes. Si tienes un pecho voluminoso, lo mejor es optar por tirantes más gruesos para que no se te claven en los hombros y te molesten.
  • Renuévalo. Al igual que pasa con las zapatillas, con el uso se pierde su principal función: sujetar. Normalmente suelen tener entre 6 meses y 1 año de vida, pero también debes darte cuenta de algunos detalles. Si las tiras comienzan a quedarse flojas o si el elástico no se adapta como antes, es hora de comprar uno nuevo.
  • Ten varios sujetadores. Si eres una deportista asidua, necesitarás tener varios sujetadores para no andar poniendo lavadoras todos los días ni usar el mismo sujetador dos veces seguidas. Además, puedes tener sujetadores de diferentes impactos si realizas distintas actividades físicas a la semana.
  • Invierte en calidad. La ropa deportiva puede llegar a ser de un precio más elevado por ser de determinada marca. No te aconsejamos que gastes el dinero en X marca, pero sí que apuestes por un sujetador correcto aunque sea un poco caro.

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