Disponer de unos buenos reflejos es muy importante para desenvolverse mejor en muchas disciplinas deportivas. Asimismo, se trata de una capacidad muy necesaria en multitud de actividades cotidianas. Aprende a mejorar tus reflejos y comprende la importancia de los mismos.
Aunque muchas personas nacen con unos reflejos muy rápidos, otras deben practicarlos de una forma específica. Los reflejos son la capacidad de reaccionar de una forma inmediata ante un estímulo. Es la señal que el cerebro manda a tu cuerpo para ayudarle a que responda frente a lo que está ocurriendo. Por ejemplo, imagina que estás presenciando un partido de futbol y, de pronto, la pelota viene hacia ti a toda velocidad, ¿cuánto tiempo tardarías en reaccionar y apartarte? O si te lanzan una pelota de tenis sin que te lo esperes, ¿eres capaz de cogerla instantáneamente?
Tener de unos buenos reflejos, es necesario en la práctica de diferentes disciplinas deportivas. Pero no solo en el mundo del deporte de competición o de alto rendimiento. En actividades físicas más habituales como jugar a las palas en la playa, lanzarse una pelota entre dos personas o evitar que el balón entre en la portería, también se requieren. Por otro lado, en tu día a día, los utilizas más veces de los que a priori imaginas. Cuando conduces, por ejemplo.
Por otro lado, tener unos buenos reflejos a nivel deportivo, te puede ayudar a evitar lesiones. Más allá del éxito de la práctica, te aporta una mayor seguridad, agilidad y confianza.
¿Cómo puedes mejorar tus reflejos?
Sal a correr
Cambia el escenario de tu entrenamiento de running y acude a algún terreno que presente ciertas dificultades. Busca suelos con desniveles, subidas y bajadas, cambios en el terreno… Incluso lugares donde encuentres obstáculos como troncos o rocas. Se trata de que adaptes tus zancadas a los contratiempos. Recuerda que la seguridad es imprescindible, no te lances a lo loco.
Juega a la pelota
Con una pelota de tenis, sitúate frente a la pared y lánzala siguiendo el patrón «suelo- pared- mano». Repite, primero con la derecha, y luego con la izquierda. Cuando domines el ejercicio lánzala con más fuerza para dificultar la recepción. Si estás hecho un experto, cambia la trayectoria evitando el rebote en el suelo (mano- pared- mano- pared).
Ejercicios entre dos
Juega con un amigo a lanzarte la pelota. No os lo pongáis fácil. Tírala hacia la derecha, hacia la izquierda, más suave, con más fuerza… poned a prueba vuestros reflejos mientras mejoráis vuestra forma física y pasáis un buen rato.