Probablemente estemos ante la pregunta más dada en una tienda de deporte a la hora de comprar unas zapatillas para running. Y es que cada persona tenemos diferentes tipos de pisada a la hora de andar y correr, y ante esto el mundo se divide en la célebre pregunta de si eres pronador o supinador, obviando por norma general a aquellos que tienen pisada neutra.
Antes de nada, es importante recomendar conocer este aspecto, ya que las zapatillas de deporte serán las encargadas de absorber todo el impacto del suelo en nuestras tiradas, al mismo tiempo que protegerán el tobillo y la pisada. Una mala pisada puede llevar a lesiones de tobillo, rodilla y hasta molestias en la espalda, por lo cual comprar unas zapatillas es una decisión a la que echarle algo de tiempo. Dicho esto. ¿Sabes qué pisada tienes?
Tipos de pisada al correr
Aunque fuimos creados para caminar descalzos, caminar sobre superficies duras hace que usemos zapatillas adecuadas para un desplazamiento cómodo. No existe un calzado específico ideal, este factor depende de cada individuo. La recomendación general es no usar zapatos demasiado apretados, ni demasiado holgados, ya que pueden causar lesiones relacionadas con el roce y / o malestar.
La zapatilla utilizada depende en gran medida del ejercicio físico que queramos hacer, ya que tienen influencia directa en el caminar y correr. Normalmente se conoce que hay tres tipos de pisada en la carrera: la pronadora, la supinadora o la neutra. Cada uno de estos pasos tiene sus propios elementos únicos y hacen que los corredores tengan su propia forma de correr.
Supinador
En este caso, los tipos de pisada en supinación son aquellas en la que el corredor inclina el tobillo hacia fuera cuando está en pleno contacto con el suelo. Los supinadores son aquellos que apoyan la parte exterior del pie al correr. Reacción a esto, el tobillo tenderá a inclinarse hacia fuera, y sus piernas y rodillas quedarán arqueadas hacia fuera. No es el tipo de corredor más habitual, y de hecho de los tres que valoramos, es el que menos se encuentra.
El supinador suele quejarse de sufrir molestias en la zona de los tendones del tobillo, además de sufrir dolores en la cara externa de las rodillas. También son deportistas más propensos a los esguinces porque tienen menos estabilidad. Son las dolencias más comunes entre los corredores con esta pisada.
Pronador
Este tipo de huella es la más común entre los corredores (50-60% de la población). Es un paso en el que, al tocar el suelo, el tobillo se inclina ligeramente hacia la parte interior del pie. Por su parte, los pronadores pisan con la parte interna del pie. Consecuencia de esta pisada, las rodillas irán hacia dentro y las piernas tendrán una organización de unión a la altura de la rodilla, como dibujando una X. Es el corredor más habitual, y en muchas ocasiones se da como reacción a una musculatura poco trabajada, lo que coloquialmente se conoce como ‘pesarte el culo’. Sentadillas o ejercicios de equilibrio pueden ayudar a corregir esto.
Para este tipo de pisada necesitamos tener un tipo de zapatilla que tenga buen soporte por dentro y, dependiendo de tu peso corporal y grado de pronación, debe tener más o menos dureza (cuanto más peso o pronación, más estabilidad debe darnos). Es importante mencionar que si ya tienes plantillas adaptadas a tu pie, no necesitarás un zapato con soporte estable ya que son las plantillas las que realizan esta acción correctiva.
Neutro
Es el gran olvidado de cara a las pisadas. Estos, pisan con el pie plano, y no ceden el tobillo ni hacia derecha ni izquierda. De esta manera, los pies irán completamente paralelos, y las rodillas y los tobillos totalmente alineados entre sí. Podemos considerarlos los segundos en discordia en ‘esta batalla’, entre los supinadores y los pronadores. Como su nombre indica, neutral es un tipo de pisada que no implica que el tobillo no se incline hacia ningún lado.
Conocer los tipos de pisada que podemos tener es importante a la hora de elegir tus zapatillas para correr . Dependiendo de la tendencia que tenga tu cuerpo a la hora de salir a correr, se recomienda una zapatilla que corrija esa inclinación y que te ayude a reequilibrar la presión que siente el cuerpo.
¿Cómo sé qué tipos de pisada tengo?
Múltiples son los métodos para conocer los tipos de pisadas que tienes, y reiteramos la importancia de conocerlo. Sin embargo, el más acertado y sencillo es contactar con un profesional, ya sea podólogo o el mismo vendedor de la tienda de zapatillas, que pueda asesorarte sobre la compra. Si aún tienes curiosidad, estos son algunos de los métodos caseros más usuales:
- Andar con pies mojados o pintados: Colocando un par de folios y solo uno de los dos pies mojados en pintura o solamente agua, podremos dejar marcada la huella en el folio, de manera que podamos observar el dibujo con la parte de la planta del pie que más se marca.
- Realizar cuatro sentadillas: En este caso, realizando una sesión de cuatro sentadillas y observando nuestras rodillas podemos ver que clase de pisada tenemos. En la última, en la bajada aguantamos, y vemos si las rodillas están abiertas (supinador), cerradas (pronador) o rectas (neutro). Eso es todo.
- Pies juntos y tres flexiones: Es un método parecido al anterior. Juntando los pies se realizan tres flexiones de rodillas. Al acabar la última veremos si las rodillas se han chocado (pronador), se mantienen paralelas (neutro) o se separan (supinador).
- Desgaste zapatillas: Esta quizá es la más evidente pero a la vez evitable. Lo recomendable es comprar unas zapatillas sabiendo que tipo de pisada tenemos, sin embargo si no lo hemos hecho, ver que partes del zapato están más gastadas nos indica que clase de pisada tenemos. Si gastáramos la parte exterior del talón y el interior de la parte delantera, seríamos pronadores. Por el contrario, si gastamos todo el lateral externo, somos supinadores a todas luces. Finalmente si la zapatilla muestra un desgaste similar en toda la suela, nuestra pisada será neutra.