El sobrepeso condicionará tu inicio en el deporte
Lógicamente, dependerán mucho tus entrenamientos de si sufres obesidad o sobrepeso. Los obesos, por ejemplo, no deberían superar un ritmo cardíaco en reposo de 90 latidos por minuto; porque si estando parado es hipertenso, su actividad física debe estar bajo vigilancia y tomar unas precauciones antes de empezar a correr. Practica el running con precaución para no desgastar tus rodillas y evitar lesiones.
El sobrepeso tiende a hacernos sudar más cuando empezamos a correr. El sudor, como bien sabes, es la respuesta que tiene nuestro organismo para autorregular la temperatura corporal. Es decir, al sudar más, la hidratación es clave para no sufrir ningún susto en los entrenamientos. Para ello, es fundamental aprender a hacer las actividades adecuadas para mejorar tu capacidad física antes de pasar a correr largas distancias.
Seguramente, el experto que te asesore, te recomendará que bajes de peso realizando actividad física moderada antes de subir de nivel. Puedes empezar a andar o caminar rápido hasta que tus articulaciones estén preparadas para enfrentarse a los impactos de correr. Son las rodillas y los tobillos los que más sufren, por lo que cargar con kilos de más harán que cada impacto contra el suelo sea mucho peor.
El running no es la mejor opción para empezar
Existen muchas prácticas deportivas con las que iniciarte en la actividad física y bajar de peso. Puedes empezar por caminar rápido, apuntarte a spinning o a natación. Tus articulaciones no sufrirán los impactos con tu peso y podrás adelgazar sin lesionarte. Conoce los beneficios de correr cuesta arriba y cómo puede ayudarte a progresar en tu entrenamiento.
Ya sabes, cuanta más masa tengas que mover, más tienen que soportar tus huesos. Además, el running puede llevarte a la frustración rápidamente. Es muy difícil notar avances rápidos y te costará aguantar varios minutos corriendo. Primero baja de peso con una alimentación saludable, empieza a mejorar tu capacidad física y luego adéntrate en el running.
Es importante que incluyas también entrenamientos de fuerza. Tus músculos necesitan activarse para hacerle frente a la grasa. Para entrenar de forma segura, considera rutinas diseñadas específicamente para personas con obesidad en rutinas seguras y eficaces.