Diferencias entre entrenamientos aeróbicos y anaeróbicos

DIferencias entre entrenamientos aeróbicos y anaeróbicos y caracteristicas

Se ha demostrado que realizar actividad física con regularidad tiene efectos positivos en nuestro bienestar físico y mental, al tiempo que reduce la probabilidad de desarrollar determinadas enfermedades. El ejercicio se puede clasificar en cuatro tipos principales: aeróbico, anaeróbico, flexibilidad y movilidad, y equilibrio y coordinación. Existen diferencias entre entrenamientos aeróbicos y anaeróbicos que debes tener en cuenta a la hora de realizar uno u otro.

En este artículo vamos a contarte cuáles son las principales diferencias entre entrenamientos aeróbicos y anaeróbicos.

Diferencias entre entrenamientos aeróbicos y anaeróbicos

DIferencias entre entrenamientos aeróbicos y anaeróbicos

Los ejercicios aeróbicos como correr, nadar y esquiar no sólo mejoran la condición cardiovascular sino que también mejoran la fuerza muscular. Del mismo modo, los ejercicios anaeróbicos como el HIIT y el levantamiento de pesas también pueden contribuir a mejorar el equilibrio y la movilidad. Es importante tener en cuenta que todas las formas de ejercicio son beneficiosas para la salud en general, pero pueden tener distintos efectos en el cuerpo. Para maximizar los beneficios, se recomienda incorporar los cuatro tipos de ejercicio a su rutina semanal.

Para realizar las actividades y funciones diarias, el cuerpo humano requiere de un aporte constante de energía, el cual se logra convirtiendo los alimentos en energía. Cualquier exceso de energía procedente de los alimentos se almacena en el cuerpo, por ejemplo en forma de grasa o glucógeno. Cuando se trata de satisfacer las necesidades energéticas en diversas situaciones, ya sea realizando tareas sencillas como cortar verduras o realizando actividades físicas intensas como correr una maratón, el cuerpo emplea diferentes procesos.

Algunos de estos procesos se denominan «aeróbicos», lo que indica la utilización de oxígeno en el proceso de generación de energía muscular. Por otro lado, existen procesos «anaeróbicos» que pueden liberar energía sin necesidad de oxígeno. Dependiendo de la duración y la intensidad de la actividad física, el cuerpo se adapta para generar energía de la manera más eficiente, combinando a menudo procesos aeróbicos y anaeróbicos para satisfacer las demandas energéticas.

Diferentes fuentes de energía

La fuente de energía utilizada durante la actividad física, ya sea aeróbica o anaeróbica, depende de la intensidad, la duración y las fibras musculares específicas involucradas. En casos de ejercicio anaeróbico, el cuerpo se esfuerza vigorosamente durante un breve período, lo que requiere un rápido suministro de energía. Esta energía se deriva de reservas existentes dentro del cuerpo a las que se puede acceder fácilmente. En particular, este proceso no depende del oxígeno, aunque la capacidad de liberación de energía a través de este medio es bastante restringida.

El sistema anaeróbico funciona a un ritmo más rápido en comparación con el sistema aeróbico debido a la necesidad de transportar oxígeno a través del torrente sanguíneo antes de que se pueda liberar energía. Al realizar ejercicios aeróbicos, que se caracterizan por una menor intensidad pero una mayor duración, nuestro corazón y nuestros pulmones hacen un esfuerzo significativo para llevar oxígeno al cuerpo. El cuerpo utiliza este oxígeno para descomponer fuentes de energía como las grasas y la glucosa, lo que da como resultado la liberación de energía que puede utilizarse para la actividad física. En general, los procesos aeróbicos generan una mayor cantidad de energía al utilizar oxígeno, mientras que los procesos anaeróbicos producen energía a un ritmo más rápido.

En lugar de categorizar el ejercicio aeróbico y anaeróbico como entidades separadas, es más beneficioso verlos en un continuo que va desde predominantemente aeróbico hasta predominantemente anaeróbico. Muchos deportes abarcan una combinación de ambos tipos, como actividades como caminar o trotar, que son principalmente aeróbicas pero también pueden incluir breves estallidos de intensidad anaeróbica, como carreras de velocidad. La proporción específica de energía aportada por cada tipo de ejercicio varía para cada individuo y puede verse influenciada por factores como el entrenamiento regular y las elecciones dietéticas.

Características y beneficios del ejercicio aeróbico

ejercicio aerobico

El ejercicio aeróbico se puede definir como una actividad física que aumenta la frecuencia cardíaca y promueve la aptitud cardiovascular. Se basa en procesos aeróbicos para proporcionar la energía necesaria para el rendimiento. Esta forma de ejercicio implica el movimiento rítmico de músculos grandes durante un período prolongado, lo que aumenta el consumo de oxígeno por parte del cuerpo. Para facilitar esto, el cuerpo eleva tanto la respiración como la frecuencia cardíaca. Realizar ejercicio aeróbico es vital para diversas funciones corporales y contribuye a la salud general de nuestro corazón, pulmones y sistema circulatorio, al tiempo que mejora nuestra capacidad cardiorrespiratoria.

El ejercicio aeróbico abarca diversas actividades como caminar, correr, ir en bicicleta y nadar. Durante una duración específica, los ejercicios aeróbicos se pueden realizar en varios niveles de intensidad.

Existen numerosas ventajas asociadas con la realización de ejercicio aeróbico. Se ha demostrado que realizar ejercicio aeróbico constante disminuye la probabilidad de desarrollar numerosas enfermedades, incluidas enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2, demencia y ciertas formas de cáncer. Además, se ha demostrado que realizar actividad física en general reduce el riesgo de experimentar depresión.

Características y beneficios del entrenamiento anaeróbico

ejercicio anaerobico

El entrenamiento anaeróbico engloba actividades físicas que no dependen de la presencia de oxígeno para generar energía. Al realizar lo que comúnmente se clasifica como ejercicio anaeróbico, el cuerpo depende principalmente de procesos anaeróbicos para generar la energía necesaria para el rendimiento. Al incorporar actividades como el entrenamiento de fuerza y ​​​​potencia a nuestra rutina de ejercicios, podemos mejorar el tamaño, la fuerza y ​​la potencia de nuestros músculos. Estos ejercicios suelen implicar breves ráfagas de movimientos de alta intensidad, que duran desde unos pocos segundos hasta unos pocos minutos.

Existen varias formas de ejercicio anaeróbico que se pueden realizar. El ejercicio anaeróbico incluye diversas actividades como carreras de velocidad, levantamiento de pesas, ejercicios de resistencia en una cinta de correr y ejercicios de levantamiento de peso corporal como fondos, dominadas, sentadillas y zancadas.

Las ventajas de realizar ejercicio anaeróbico son numerosas. Realizar ejercicio anaeróbico con regularidad tiene la notable capacidad de mejorar la densidad de nuestros huesos, desacelerando efectivamente la inevitable disminución de la masa ósea que acompaña al envejecimiento y, en consecuencia, disminuyendo la probabilidad de desarrollar osteoporosis. Preservar la masa muscular es especialmente crucial para las personas mayores, ya que una disminución de la fuerza muscular puede provocar una movilidad limitada y una mayor susceptibilidad a las caídas. Incorporar un entrenamiento de resistencia regular a la rutina puede mejorar significativamente la fuerza muscular.

Espero que con esta información puedan conocer más sobre las diferencias entre entrenamientos aeróbicos y anaeróbicos.