Sentirnos en un constante estado de relajación sería lo ideal, pero sabemos que es altamente complicado de conseguir con el ritmo de vida que llevamos. El estrés se apodera de nosotros, generando ansiedad y afectando a nuestra calidad de vida y bienestar. Esto no quiere decir que la ansiedad sea mala, de hecho sucede cuando nos tenemos que adaptar a determinadas situaciones; lo negativo es tener un exceso de ansiedad prolongado en el tiempo.
Para intentar disminuirla, es muy importante dedicarnos tiempo para controlar las emociones y los pensamientos, y qué mejor manera que lograrlo con ejercicios de relajación. Lógicamente, no todas las técnicas de relajación sirven a todos por igual y que también dependerá de nuestra práctica para aumentar de nivel progresivamente.
¿Qué beneficios aportan los ejercicios de relajación?
Las ventajas de realizar este tipo de ejercicios dependen también del tipo que utilicemos. En cambio, de manera general, los ejercicios de relajación nos pueden proporcionar los siguientes beneficios.
- Lograremos una mayor sensación de bienestar.
- Reducen la presión arterial.
- Disminuimos la tendencia a pensar de forma negativa.
- Obtenemos un mayor control sobre lo que sucede en nuestro cuerpo. Conexión mente-cuerpo.
- Mejoran nuestra autoestima.
- Reducen los niveles de cortisol.
- Favorecen a conciliar el sueño de forma más placentera.
- Disminuyen la tensión muscular y las sobrecargas.
Factores a tener en cuenta para realizarlos correctamente
- Elegir un ambiente tranquilo. Si vas a realizar ejercicios de relajación en casa, hazlo en un lugar aislado y tranquilo. Es recomendable que no tengas distracciones ni interrupciones, así que desconecta cualquier tecnología de tu alrededor.
- Adopta un posición cómoda. ¿Cómo vas a relajarte en una posición incómoda? Tampoco es necesario que te tumbes (porque corres el riesgo de quedarte dormido), pero sí necesitarás estás cómodo y usar ropa adecuada. La posición más recomendable es la de loto.
- Céntrate en la meditación. Es un tiempo dedicado a ti, así que olvida todos los problemas que tienes y céntrate en la unión del presente con tu cuerpo y mente. Te ayudará encarecidamente cerrar los ojos.
Ejercicios de relajación
Aprende a respirar
Hace poco te contábamos algunos ejercicios de respiración para conseguir relajar todo tu cuerpo. Es cierto que todos sabemos respirar, es algo innato en el ser humano, pero no todos lo hacemos de manera correcta. Es importante que aprendas a inhalar y exhalar para tener un control óptimo de tu respiración.
Estamos acostumbrados a respirar rápido, incluso recurriendo a la vía oral. Esto provoca que le demos muy poco uso al diafragma e introducimos una pequeña cantidad de oxígeno en el cuerpo. Como consecuencia tendremos una peor vitalidad y resistencia.
Una respiración natural debe ser siempre realizada por la nariz, ya que es la forma que tenemos para filtrar el aire que entra. No es solamente para frenar cualquier impureza, sino que también consigue «calentar» el aire que entra a nuestros pulmones.
Mindfulness
Parece que en los últimos años se ha puesto de moda hablar y practicar el mindfulness. Se entiende como una técnica basada en la meditación que crea un estado de consciencia hacia nuestro entorno. Su objetivo es mejorar nuestra calidad de vida, tanto física como psicológicamente. ¿Qué mejor manera de vivir que auto-aceptándonos?
Si eres un principiante de mindfulness, empezar con 10 minutos al día será suficiente. Lo ideal es aumentar progresivamente hasta llegar a los treinta minutos, pero solamente cuando hayamos cogido un hábito en la relajación mental. Es importante que lo realices en una habitación aislada, con ropa cómoda y en la absoluta desconexión.
Los expertos en esta disciplina aseguran que si lo practicas todos los días, notarás cómo se alivian los síntomas del estrés y la depresión. Incluso puede tener un efecto positivo, mejorando la concentración y la memoria.
Algunos consejos a tener en cuenta:
- Debes sentarte con la espalda recta. Tus brazos estarán relajados y tienen que colocarse a ambos lados del cuerpo, pero sin ejercer ninguna presión.
- Céntrate en la respiración. Siente cómo recorre y oxigena todo el cuerpo.
- Piensa en algún lugar que te transmita tranquilidad y te invite a relajarte. Intenta visualizarlo tanto que parezca real.
Escucha música relajante
A veces no es necesario hacer cosas complicadas para conseguir relajarnos. Escuchar música relajante o ruidos blancos también puede ser una buena manera de desconectar. El dicho de «la música amansa a las fieras» tendrá que ser verdad, ¿no?
Prueba a relajarte en casa o sal a dar una vuelta por la naturaleza mientras escuchas este tipo de música.