Aprende a estirar gemelos después del entrenamiento

estirar gemelos

El estiramiento es una parte fundamental dentro de la rutina de entrenamiento. Sea cual sea tu deporte o actividad física, debes terminar la sesión aportando unos cuidados a tu musculatura. Si bien es muy importante entrenar el cuerpo de una forma global y equilibrada, con este aspecto ocurre lo mismo. Aprende distintas formas de estirar gemelos.

A menudo, pasamos por alto la importancia de estirar la musculatura tras una sesión de entrenamiento. Esto podría derivar en sobrecargas y otras lesiones y entorpecer así tu rutina deportiva. Cuando ponemos a nuestro cuerpo en funcionamiento y le exigimos que responda a nuestras demandas, debemos ofrecerle posteriormente los cuidados necesarios para su recuperación.

Estirar gemelos, es fundamental para evitar tensiones y sobrecargas que puedan derivar en dolencias mayores o lesiones. Si vas a menudo al fisioterapeuta, es importante que se centre en esta zona. En los gemelos solemos acumular más tensión de la que, en un primer momento, imaginamos.

Formas de estirar gemelos tras el entrenamiento

  1. La forma clásica, más utilizada popularmente, es de pie, buscando un apoyo como una pared, árbol o cualquier otro soporte. Se adelanta una pierna y se flexiona la rodilla buscando estabilidad. La pierna que queda atrás, se mantiene estirada con la planta del pie en el suelo. La intención es llevar los dedos del pie de atrás, hacia arriba, notando cómo se estira el gemelo. No debes forzar. Cambia de pierna.
  2. De pie, con ambas rodillas estiradas. Las manos pueden apoyarse en una pared o banco, o mantenerse en la cintura. A continuación adelanta un pie y apóyalo sobre el talón. Empuja los dedos hacia arriba y siente cómo se estira la musculatura. El peso corporal está cargado sobre la pierna de apoyo, no sobre la que has adelantado.
  3. Sentado con las piernas alargadas y los pies en posición de flex, eleva un pie por encima de otro. El pie superior apoya el talón sobre los dedos del inferior. Coge tus dedos del pie elevado con tus manos, y ejerce presión acercándolos hacia ti. Las rodillas están estiradas en todo momento.
  4. Realiza la misma dinámica que en el estiramiento número 2, pero añade intensidad acercando el tronco hacia la pierna adelantada. En función de la flexibilidad de cada persona, el tronco quedará más o menos cercano a la pierna. Es importante que lleves las manos hacia adelante.

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