Apuntarnos al gimnasio es un paso importante para comprometernos a mejorar nuestra condición física o, al menos, a eliminar de nuestra cuenta bancaria una cantidad mensual. Los gimnasios o clubes deportivos suelen ofrecer ofertas en fechas claves (principio de año, verano, halloween, black friday…) y es por eso que debemos estar atentos si queremos ahorrar un poco. Cuando nos damos de alta en algún servicio, es importante que seamos conscientes de lo que firmamos y que sepamos que podemos «debatir» ciertas cláusulas.
Dicen los expertos que los mejores momentos para apuntarse al gimnasio son enero y durante el verano. No son muchas las personas que se apuntan en estas fechas puntuales y las empresas deciden bajar su precio para atraer clientes.
Toma nota de los siguientes consejos para ahorrar al apuntarte en un gimnasio:
Pide tu período de prueba
Normalmente, todos los gimnasios ofrecen un periodo de prueba (un día, dos semanas o un mes) sin ningún compromiso. El objetivo, más allá de disfrutar de las instalaciones por la patilla, es saber cuánta gente va a tu hora, meterte en alguna clase para ver si te gusta cómo la imparten y probar las máquinas de musculación. Puede ser interesante que preguntes a algún usuario sobre qué le parece el gimnasio y sus servicios.
Valora varios precios
Está bien que busques un centro cercano a tu trabajo o a tu casa, pero ten en cuenta también los precios y la relación que existe con los servicios que ofrece. Hay webs fitness o de cupones de descuento (como Groupon) que en ocasiones lanzan auténticos chollos.
Negocia tu contrato
Al igual que harías al contratar un servicio de línea móvil, estás en tu derecho de negociar algunas cláusulas del contrato. Cuando te hayas decidido por el gimnasio que quieres, pide reunirte con el gerente. Puedes proponer que el primer mes sea más barato como cortesía de nuevo socio o que no te cobren la matrícula, en caso de haberte dado de baja en anteriores ocasiones.
Valora también si te conviene pagar el precio que ofertan, pero intentando conseguir alguna bonificación como una sesión de entrenamiento personal o una evaluación de tu estado físico.
No seas estricto
Aunque busques un beneficio para ti, no olvides que un gimnasio te puede ofrecer descuentos si, por ejemplo, acuden en horas que no sean puntas o en determinados días. Las restricciones pueden valer la pena, pero es mejor que te lo pienses detenidamente en casa. Estas tarifas existen, no tengas vergüenza en pedirlas; no suelen publicarlas para poder explotar los beneficios.
Lee el contrato
Súper importante. En el contrato se determina todo, incluso si tiene algún coste darse de baja. Normalmente existe un plazo para comunicar que no quieres seguir con ellos, pero si pasado tal día no lo has informado, volverán a cobrarse la cuota men
Revisa si los precios cambian
Pocas veces ocurre que el precio para nuevos socios sea inferior al que paga un socio que ya lleva tiempo. En caso de ser así, pide revisar tu contrato y que reduzcan también tu tarifa mensual.