Siempre apoyamos la idea de mantener un estilo de vida saludable, pero en la actualidad las dietas basadas en plantas están cobrando gran protagonismo, por lo que muchos se decantan por ellas sin informarse adecuadamente y después llegan las deficiencias nutritivas y los problemas de salud. Por eso hoy queremos hablar de la dieta mediterránea y la dieta vegana y vegetariana, para saber qué opción es mejor.
Tener hábitos de vida saludables implica tener una alimentación saludable, equilibrada y variada, dejando de lado los vicios negativos como el alcohol y el tabaco, renunciando a los ultraprocesados, reduciendo el consumo de sal, azúcares y grasas saturadas. Aparte de todo eso, también se considera habito saludable, el realizar algún tipo de actividad física de forma regular y con intensidad moderada.
Por lo tanto, entendiendo que todos realizamos algún tipo de actividad física varias veces por semana durante mínimo 30 minutos, ahora vamos a centrarnos en la alimentación y para ello vamos a empezar diferenciando una dieta vegana de una vegetariana y después explicaremos la dieta más conocida del mundo, la dieta mediterránea.
Dieta vegana VS dieta vegetariana
Son muy similares, ya que ambas están basadas en plantas, lo que pasa que existen una serie de diferencias claves. En resumen, la dieta vegana es una dieta vegetariana estricta donde no hay ningún alimento de origen animal, ni siquiera huevo ni miel.
La alimentación vegana es muy estricta
Una alimentación donde hay varios niveles, es decir desde el que toma quizás mayonesa normal de forma MUY puntual y esporádica porque está en un bar, hasta el que no compra un producto en el Mercadona o en el supermercado que sea por contiene trazas de leches, por ejemplo.
Una alimentación donde se excluyen todos los productos de origen animal y se pasa a una dieta 100% vegetal. Por un lado, suena muy saludable, pero tiene dos inconvenientes, el déficit de nutrientes y la cantidad de ultraprocesados que se consumen. Hay que suplementar B12 y vitamina D (salvo que tomemos leche vegetal y alimentos ya con ese suplemento)
Si nos gusta cocinar, seremos unos veganos de libro, es decir, con una dieta saludable, rica y variada, de lo contrario es bastante probable que tiremos de platos preparados, empresas de reparto de tupper (la gran mayoría son muy saludables) o terminemos sufriendo déficits nutritivos por falta de variedad en la dieta y de información.
La dieta vegetariana es más completa
La dieta vegetariana, es más abierta. Esta alimentación está basada en plantas, pero tiene un abanico más amplio de posibilidades donde puede entrar hasta el queso, los huevos, e incluso el jamón cocido, un filete o comer pescado muy de vez en cuando.
Una alimentación más variada, con mucho mejor aporte nutritivo, más natural y equilibrada, siempre y cuando nos alejemos de los ultraprocesados y reduzcamos la sal y el azúcar. Lo suyo es comprar solo alimentos frescos y ceñirnos a la parte de vegetales, dejando para 2 o 3 veces a la semana los productos de origen animal.
La dieta mediterránea
Los beneficios de esta dieta están más que demostrados por estudios científicos de todo el mundo. Si sabemos respetar los límites en este tipo de alimentación, la dieta mediterránea reduce las enfermedades cardíacas, no tiende a subir el colesterol malo, no causa diabetes, la presión arterial está regulada, etc.
¿Cuál es el problema? Que los límites no se respetan y la dieta mediterránea se convierte en un enemigo. Al consumirse muchos fritos, mucho pescado, mucha carne roja, al haber poquísima variedad de vegetales en la dieta, cuando la fruta no se tiene en cuenta, cuando se abusan de los lácteos, etc. Es cuando llegan los problemas como sobrepeso, colesterol alto, ácido úrico, diabetes, problemas cardíacos, etc.
La dieta mediterránea se caracteriza por ser rica, variada y equilibrada. Buena parte de ella se compone de frutas, verduras, frutos secos, semillas, después está la parte de los lácteos con todo tipo de leches, quesos, yogures, y demás. En el apartado de las carnes, habría que decantarse por carne blanca y dejar las carnes rojas (está demostrado que un consumo excesivo de estas provoca cáncer) para días puntuales.
En cuanto al pescado elegir pescado azul siempre que se pueda y comprarlo fresco o envasado, nada de precocinado, ni prefrito, ni ultraprocesados con pescado empanado ni nada similar. El marisco también entra en esta dieta, y hay que comprarlo fresco y consumirlo rápido, aparte de intentar no romper la cadena del frío.
El mejor aliado en esta dieta es el aceite de oliva virgen extra. El aceite de girasol alto oleico puede ser una opción puntual para freír algo y no gastar tanto dinero, pero aun así es importante invertir en salud, por eso recomendamos un AOVE de buena salud.
¿Cuál es mejor opción?
No existe la dieta ideal, además, antes de dar un salto radical entre mediterránea y vegana, recomendamos hacer un chequeo y consultar con varios médicos y especialistas en nutrición, sobre todo si tenemos alguna patología relacionada con el sistema digestivo, absorción de nutrientes, riñones, hígado o similares.
La dieta vegetariana y vegana
Si la dieta vegana está verdaderamente bien equilibrada, llena de productos frescos, nos suplementamos adecuadamente y nos alejamos de los ultraprocesados, reduciendo sal, azúcar y grasa saturadas, este tipo de alimentación sería recomendable y muy saludable casi tanto como al mediterránea.
En el punto intermedio se queda la dieta vegetariana, a la que le podemos atribuir otros subgrupos como flexitarianismo, ovolacteovegetarianismo, entre otros. En esta dieta hay quienes meten incluso pescado, cada tipo obtiene su nombre.
Si son todos productos frescos y lejos de los ultraprocesados, reducimos la sal y el azúcar y está basado principalmente en productos frescos como muchas verduras y frutas, sería sin duda una muy buena opción. Porque obtenemos lo bueno de las dietas basadas en plantas y los nutrientes esenciales de productos de la dieta mediterránea como lácteos, huevos e incluso carnes y pescados de forma muy esporádica. Es una dieta mediterránea, pero con ciertos recortes.
Dieta mediterránea
Una alimentación sin recortes, pero con muchos excesos, ya que en el apartado de la dieta mediterránea hemos hecho hincapié en que hay que tener unos límites en el consumo de carne y grasas para no tener problemas de salud como sobrepeso, colesterol, diabetes, y otras enfermedades graves.
Hay que reducir el consumo de carnes rojas lo máximo posibles, elegir carnes blancas como pollo o pavo principalmente, elegir el pescado azul por encima de otros y cocinar siempre con aceite de oliva virgen extra en lugar de aceite de girasol o aceites refinados.
Dejar de lado las salsas, reducir el consumo de azúcar y sal, dejar los caprichos de ultraprocesados para ocasiones muy puntuales, los embutidos también se deben dejar para momentos ocasionales, así como los fritos, rebozados, dulces, grasas saturadas, etc.
Conclusiones
Queremos decir que las 3 son buenas opciones si se realizan de forma adecuada, es decir, equilibrada y con alimentos muy variados, aunque ahí entra la filosofía de vida de cada uno. Las dietas basadas en plantas ayudan a concienciar sobre la situación de la sobre explotación ganadera, el cambio climático, las barbaries que se comenten en las granjas, la contaminación de las aguas, los problemas de salud, el colesterol, etc.
Hay un error de base en este artículo.
Una dieta vegetariana, por definición, no "admite" comer productos animales, pero sí productos derivados. Por tanto, decir que alguien que sigue una dieta vegetariana consume jamón cocido o filetes (aunque sea esporádicamente) es erróneo.