En los últimos años hemos visto un aumento de dietas basadas en alimentos de origen vegetal, como son la vegetariana y la vegana. Aún así, hay personas que apuestan por un alto contenido en carnes, llevando una alimentación casi totalmente carnívora. La dieta carnívora puede presentar beneficios, al igual que muchos inconvenientes en la salud. A continuación analizamos cómo de saludable es comer solamente carne a largo plazo.
Personalmente, pienso que comer alimentos de origen animal es necesario en una dieta saludable, pero alimentarnos a base de carne es un tema muy distinto. Debes tener cuidado con iniciarte en dietas poco recomendables para ti. Cuenta siempre con el consejo de un dietista-nutricionista que valore tu caso y te guíe en este tipo de dieta.
¿En qué consiste una dieta carnívora?
Según su nombre, no hay mucho misterio en este modelo de alimentación: tan solo puedes comer alimentos de origen animal y evitar todos aquellos de origen vegetal. Es decir, la energía vendrá dada de proteínas y grasas, por lo que se elimina totalmente el consumo de hidratos de carbono.
Cuando alguien se somete a una dieta carnívora, lo normal es que consigan una pérdida de peso de forma rápida, una mejora de la digestión y, posiblemente, un aumento en el rendimiento deportivo. Está claro que hay personas que siente alivio en algunos problemas de saluda cuando llevan a cabo esta dieta, pero también existen muchas otras a las que, además de no mejorar, les hace empeorar.
Sus defensores también recomiendan eliminar o limitar la ingesta de lácteos a los alimentos con bajo contenido de lactosa, un azúcar que se encuentra en la leche y los productos lácteos, como la mantequilla y los quesos duros. La dieta carnívora surge de la controvertida creencia de que las poblaciones ancestrales humanas comían principalmente carne y pescado y que las dietas ricas en carbohidratos son las culpables de las altas tasas actuales de enfermedades crónicas.
Otras dietas populares bajas en carbohidratos, como las dietas cetogénica y paleo, limitan pero no excluyen la ingesta de carbohidratos. Sin embargo, la carnívora apunta a cero carbohidratos.
¿Cómo se realiza?
Seguir la dieta implica eliminar todos los alimentos vegetales de la dieta y comer exclusivamente carne, pescado, huevos y pequeñas cantidades de productos lácteos bajos en lactosa. Los alimentos permitidos incluyen carne de res, pollo, cerdo, cordero, pavo, vísceras, salmón, sardinas, pescado blanco y pequeñas cantidades de crema espesa y queso duro. También se permiten mantequilla, manteca de cerdo y médula ósea.
Los defensores de la dieta hacen hincapié en comer cortes grasos de carne para satisfacer las necesidades energéticas diarias. La dieta carnívora fomenta el consumo de agua y caldo de huesos, pero desalienta el consumo de té, café y otras bebidas elaboradas con plantas. No proporciona pautas específicas con respecto a la ingesta de calorías, el tamaño de las porciones o cuántas comidas o refrigerios comer por día.
Alimentos permitidos
Lógicamente, la dieta carnívora incluye solo productos de origen animal y excluye todos los demás alimentos. En concreto, alguien en la dieta carnívora puede comer:
- Carne: ternera, pollo, pavo, vísceras, cordero, cerdo, etc.
- Pescados: salmón, caballa, sardinas, cangrejo, bogavante, tilapia, arenque, etc.
- Otros productos animales: huevos, manteca de cerdo, médula ósea, caldo de huesos, etc.
- Lácteos bajos en lactosa (en pequeñas cantidades): crema espesa, queso duro, mantequilla, etc.
- Agua
Según algunos defensores de la dieta, se permiten la sal, la pimienta y los condimentos sin carbohidratos. Además, algunas personas optan por comer yogur, leche y queso blando, aunque estos alimentos no se incluyen debido a su contenido de carbohidratos.
Ventajas de este tipo de dieta
La dieta carnívora no incluye carbohidratos refinados ni alimentos azucarados, que pueden aumentar los niveles de azúcar en la sangre. Aún así, no es necesario evitar completamente los carbohidratos para controlar el nivel de azúcar en la sangre.
Es baja en residuos
Cuando hablamos de «residuo», nos referimos a una sustancia que el cuerpo no absorbe y que necesita para mejorar el tránsito intestinal. Por lo tanto, en una dieta baja en residuos, los alimentos ricos en fibra (cereales, granos, frutos secos, verduras y frutas) no tendrán cabida. Una alimentación baja en esta sustancia se recomienda en personas con enfermedades inflamatorias del intestino o con intestino irritable.
En este caso, la carne está compuesta principalmente de proteínas y grasas, las cuales dejan pocos residuos que irriten o inflamen el intestino. Eso sí, los embutidos no son una buena opción de carne.
La dieta carnívora es cetogénica
Si estás ingiriendo grandes cantidades de carne, pero solo lo haces una o dos veces al día, es probable que estés bajo un dieta cetogénica. Este tipo de alimentación, alta en grasas y moderada en proteínas, consiste en:
- 60-70% grasa.
- 20-30% proteína.
- 5-10% hidratos de carbono.
Ciertamente, la dieta carnívora no se rige bajo estas proporciones de nutrientes, pero muy posiblemente obtengas los beneficios de tener tu cuerpo en estado de cetosis.
Reduce el contenido calórico
Como bien sabes, la proteína tiene un poder saciante bastante alto. Es posible que después de haberte tomado filete de carne, estuvieras bastante satisfecho, ¿verdad? Este nutriente envía una señal a tu cerebro para avisar de que ha consumido la cantidad necesaria de alimento y por eso se reduce la ansiedad por la comida. Por eso, es posible que haya personas que con la dieta carnívora dejen de sentir tanta hambre y coman con menos frecuencia.
Cuando comes todos los días el mismo tiempo de alimento, tu cerebro pierde el valor de «recompensa». Así que si antes te parecía muy gratificante comer un gran bistec, ahora lo sentirás como algo habitual. Esto puede llevar a una restricción calórica involuntaria y derivar en ciertos resultados en el organismo, como:
- Disminución de la concentración de insulina y hormona del crecimiento.
- Autofagia.
- Reduce la inflamación.
- Pérdida de peso.
Varía la flora intestinal
Cambiar de alimentación completamente puede alterar de manera drástica la microbiota (flora) intestinal. En 2014 se realizó un estudio en el que se observó cómo el cambio de dieta puede variar la microbiota en menos de 48 horas. La alimentación basada en animales incrementó la abundancia de organismos tolerantes a la bilis y redujo los niveles de microbios que metabolizan diferentes fibras.
Evidentemente, que la flora intestinal varíe radicalmente puede aumentar las probabilidades de sufrir algún tipo de problema gastrointestinal.
¿Qué peligros tiene la dieta carnívora?
Debido a su naturaleza altamente restrictiva y la eliminación completa de la mayoría de los grupos de alimentos, la dieta carnívora tiene muchas desventajas.
Déficit de nutrientes
A pesar de que no hay estudios que señalen negativa y tajantemente la dieta carnívora como peligrosa para la salud, es cierto que carece de aporte de muchos nutrientes esenciales para gozar de un buen funcionamiento.
Existen cuatro micronutrientes que son difíciles de conseguir en una dieta basada en solo carne:
- Vitamina C. En un antioxidante que estimula el funcionamiento de las células inmunitarias.
- Vitaminas E. Previene la oxidación de lípidos y lipoproteínas.
- Vitamina K2. Reduce la calcificación de los vasos sanguíneos.
- Calcio. Es un mineral necesario para tener huesos saludables, así como para lograr la contracción muscular y transmisión nerviosa.
No aporta fitonutrientes beneficiosos
Los fitonutrientes son sustancias químicas que producen las plantas para protegerse de las amenazas ambientales, como los insectos o enfermedades. Curiosamente, estos fitonutrientes tienen beneficios para la salud. Y muchos los conoceréis con el nombre de curcumina, betacaroteno, quercetina o resveratrol.
Quienes defienden la dieta carnívora comentan que los fitonutrientes son tóxicos para los humanos, y que lo ideal es eliminarlos completamente de nuestra dieta. En cambio, muchas de estas «toxinas» nos hacen mucho más resistentes inmunológicamente.
Puede sobrecargar el hígado (carnes magras)
Cuando nuestro organismo no ingiere suficiente cantidad de hidratos y grasas, el hígado puede producir glucosa a partir de proteínas (gluconeogénesis). Esto hace que se creen desechos de nitrógeno que se tienen que eliminar a través de los riñones. El proceso es totalmente normal y nuestro cuerpo está diseñado para ello, el problema aparece cuando tiene que manejar cantidades muy elevadas. Superar más del 40% de ingesta diaria de proteína estaría por encima del límite seguro.
Afecta a las hormonas
Aún no existen investigaciones que informen sobre el efecto que tiene a largo plazo una dieta carnívora sobre las hormonas, la función tiroidea y la fertilidad. En el caso de las embarazadas, está demostrado que una dieta baja en hidratos puede influir negativamente en la fertilidad. Los carbohidratos son un nutriente importante en la función tiroidea, ya que la insulina estimula las hormonas de la tiroides.