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Cuida tu alimentación
El principal problema de acumular gran cantidad de grasa en el abdomen viene dado por la alimentación. El exceso de productos ultraprocesados, hidratos de carbono, alcohol, refrescos, frituras y grasas saturadas son los culpables. Llevar una alimentación saludable y equilibrada, en la que prevalezcan las frutas y verduras, te hará mejorar tu estado de salud. No se trata de eliminar ningún grupo nutricional (proteína, hidratos o grasas), ni de realizar dietas milagrosas; tan solo debes dar prioridad a alimentos frescos y naturales.
Tampoco pienses que debes pasar hambre. No tienes que dejar de comer ni hacerlo en cantidades minúsculas. Come despacio para notar cuándo estás saciado y apuesta por alimentos ricos en fibra. Esta sustancia se encarga de mejorar tu sistema digestivo y mantenerte saciado durante más tiempo.
También es muy importante que te mantengas bien hidratado durante todo el día. Más aún si realizas ejercicio físico. Tu hidratación debe ser con agua, reduce o evita cualquier tipo de refrescos, zumos o bebidas alcohólicas.
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Realiza ejercicio físico de manera habitual
La alimentación es uno de los tres factores claves para conseguir reducir el abdomen. El segundo es realizar ejercicio físico de forma habitual, entre 4 y 5 veces a la semana. Mantenernos activos durante el día es bastante complicado, sobre todo si trabajamos sentados y nos trasladamos en transporte. Introduce ciertos cambios en tu rutina diaria, como ir andando o en bicicleta al trabajo, subir las escaleras en lugar de coger el ascensor, etc.
Además, introducir entrenamientos de fuerza y resistencia mejorará tu fuerza muscular e incrementará la pérdida de grasa. No te obsesiones con realizar mil series de abdominales, por tan solo fatigarás el recto abdominal y perderás toda tu motivación.
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Descansa adecuadamente
Por último, nada será posible si no descansas correctamente por las noches. La estabilidad y calidad del sueño es fundamental para permitir que el cuerpo se recupere del entrenamiento, pierda grasa y siga creando masa muscular. Recuerda que los expertos recomiendan dormir entre 7 y 10 horas, aunque cada persona cuenta con una necesidades diferentes. También puedes recurrir a siestas durante el día para seguir reponiendo de energía a tu organismo.
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