Montar en bicicleta suele ser una actividad que engancha mucho. Hay quienes lo hacen por puro disfrute, pero también puede ser una buena idea para perder unos kilos antes de que comience el verano. Subirte a la bicicleta y decidirte por un paseo largo y fácil, o hacer uno corto y rápido, tiene numerosos beneficios para la salud y pueden hacerte más feliz. Evidentemente, lo que comes también importa, aunque no es obligatorio que tengas que renunciar a tus comidas favoritas para perder peso.
A continuación te descubrimos 12 consejos para bajar de peso mientras pedaleas en una bicicleta.
No te obsesiones con el número de la báscula
Para perder peso es lógico que tengas que reducir tu número de calorías diarias, pero los kilos que te sobran no siempre son de grasa. Hay parte de tu pérdida de peso que también puede provenir del tejido muscular.
Los ciclistas que tienen una dieta estricta terminan siendo más delgados, pero corren el riesgo de volverse más lentos y débiles en los entrenamientos. Al perder peso debes preguntarte de dónde has perdido los kilos, ¿son de grasa o de músculo? No olvides que el músculo quema calorías, así que cuanto más volumen muscular tengas, más calorías podrá quemar tu cuerpo, incluso cuando estás tirado en el sofá.
Para evitar perder músculo, asegúrate de que comes suficientes proteínas para preservar tu masa muscular y conseguir perder peso.
Mantén una dieta equilibrada
No siempre se trata de cuánto comes, sino del balance nutricional de hidratos de carbono, grasas y proteínas. Los deportistas de resistencia necesitan carbohidratos extras para poder rendir en los entrenamientos, grasa para sentirse saciados y proteínas para reparar los músculos después de entrenar.
Por lo general, no es necesario realizar unos ajustes muy radicales para lograr un buen equilibrio. Hacer pequeños cambios funciona mejor. Por ejemplo, en lugar de comerte un gran plato de pasta, llena la mitad con pasta y añade carne en la parte superior junto a una pequeña ensalada al lado.
Realiza entrenamiento de tu tren superior
El ciclismo es un deporte que se centra principalmente en el tren inferior del cuerpo, por lo que los que montan en bicicleta tienden a perder volumen muscular en la parte superior del cuerpo. Como solución deberías hacer entrenamiento de fuerza durante todo el año. Esto no quiere decir que tengas que pasar varias horas en la sala de pesas, con unos 30 minutos dos veces a la semana podrás mantener e, incluso, aumentar tu masa muscular en la parte superior del cuerpo.
Realiza entrenamiento fáciles
No siempre tienes que realizar entrenamientos extremos para marcar la diferencia. En lugar de esto, realiza entrenamientos más largos y un poco menos rápidos una vez a la semana. Los viajes largos (de hasta seis horas) queman mucha grasa y te dan una buena base de resistencia para mejorar progresivamente.
Hacer HIIT te ayudará a quemar grasa
No obstante, incluso 30 minutos de ciclismo pueden ayudarte a perder peso, sobre todo si entrenas de manera intensa. Haz un entrenamiento con intervalos de alta intensidad para aprovechar al máximo tu tiempo en la bicicleta.
Recupérate adecuadamente
La recuperación es un factor muy importante. Después de un entrenamiento, necesitas recuperar energía con hidratos de carbono y proteínas. No pienses que perderás peso más rápido si no comes; esto solo hará que no te recuperes bien, te debilites y corras el riesgo de caer enfermo.
Vas a variar de peso continuamente
Te decíamos antes que obsesionarte con el número de la báscula es un auténtico error. Tu peso va a variar continuamente, ya que está influenciado por factores como la hidratación y el almacenamiento de glucógeno. Entonces, si ves que el número sube y baja (incluso en el mismo día), debes saber que esto es totalmente normal. Si te motiva tener un control numérico, pésate una vez a la semana como mínimo. Aun así, el número del peso no es el mejor indicador de cómo te sientes o cuál es tu composición corporal.
Hidrátate
Entrenar duro con el calor del verano y la humedad es sinónimo de enfocarte especialmente en la hidratación. Asegúrate de comenzar a entrenar con dos botellas llenas si hace demasiado calor. Incluso, debes prever dónde puedes recargarlas en mitad del camino.
Si es necesario, añade algunos ingredientes al agua para reponer los electrolitos que pierdes a través del sudor.
No te pierdas: ¿En qué alimentos podemos encontrar electrolitos?
Todo con moderación
Aunque es importante comer verduras, todo está bien si es con moderación. Si tienes un antojo de dulce, comer una pequeña porción de helado de vez en cuando no es un problema. Si siempre estás privándote de cientos placeres, lo más probable es que acabes dándote un atracón.
Trata de reducir o eliminar los refrescos, el azúcar y la comida ultraprocesada. No está mal que tomes un par de cervezas menos cada semana. Los pequeños cambios se acumulan pero no se sienten tan extremistas como rehacer toda tu dieta y convertirla más estricta.
Aprende a estar saciado
Deja de comer antes de estar satisfecho, no necesitas sentirse llenísimo después de cada comida. No pasa nada por sentirte un poco hambriento, aunque eso no significa que te mueras de hambre o te saltes las comidas.
Tu cuerpo necesitará un poco de tiempo para enviar mensajes a tu cerebro de que está lleno, por lo que detenerse cuando estés satisfecho es una manera fácil de mantener las porciones bajo control.
Ayúdate de aplicaciones
Es interesante que hagas un seguimiento de todo lo que te llevas a la boca durante la semana. Existen muchas aplicaciones para ayudarte con esto. Registra todo durante una semana, analízalo y trata de averiguar qué es lo que te sobra.
Acude a un nutricionista
No tienes por qué tener conocimientos en nutrición, así que si no quieres hacer soloe ste proceso, acude a un nutricionista que te ayude. Será el encargado de elaborar un plan de comidas que te ayude a perder peso sin tener que tomar medidas extremas y sin que pongas en peligro tu rendimiento entrenando.