La piel enfrenta una variedad de desafíos durante la temporada de invierno, que incluyen temperaturas frías, aire seco, baja humedad y cambios repentinos de temperatura. Estos factores pueden provocar sequedad y envejecimiento prematuro si no se proporciona la protección adecuada. Por ello conocer los tratamientos para cuidar la piel en invierno pueden otorgar grandes ventajas.
En este artículo vamos a contarte cuáles son los mejores tratamientos para cuidar la piel en invierno y como puedes prevenir hacerle daño a tu piel.
Tratamientos para cuidar la piel en invierno
Elegir el producto adecuado
Seleccionar el producto adecuado para el cuidado de la piel es fundamental. Para seleccionar el producto ideal para sus necesidades específicas, es fundamental tener una comprensión clara de tu tipo de piel y de cualquier posible sensibilidad o problema. Si no estás seguro de estos factores, se recomienda encarecidamente buscar la orientación de un dermatólogo que pueda brindarte asesoramiento experto sobre las opciones de tratamiento más adecuadas.
Se recomienda que el producto para la piel utilice una división de dos ingredientes activos recomendados. Si tienes la piel no sensible, es muy recomendable utilizar productos que contengan vitamina C, ácido retinoico, ácido glicólico e hidroxiácidos.
Algunas personas tienen un tipo de piel muy sensible y reaccionan negativamente a sustancias específicas. Para estas personas es necesario utilizar productos que contengan ingredientes calmantes, vasoconstrictores y descongestionantes como el dexpantenol, el alfabisabolol rusco o el ácido glicirrético. Es importante mantenerse alejado de productos que contengan alcohol, conservantes o perfumes.
Textura de los productos para la piel
La textura de los productos para la piel también puede variar, lo que genera diferencias en sus efectos. Los productos que poseen una consistencia fluida se caracterizan por su naturaleza liviana y su mayor contenido líquido, lo que los hace ideales para personas con piel mixta o grasa. Este tipo de productos se utilizan comúnmente en humectantes faciales de día.
Los productos en crema están formulados específicamente con un mayor contenido de lípidos, lo que da como resultado una consistencia más espesa que es particularmente beneficiosa para personas con piel seca.
Las emulsiones, con su peso molecular moderado, logran un equilibrio que las hace aptas para todo tipo de pieles, evitando los extremos de ser demasiado ligeras o demasiado pesadas.
Las mejillas, los labios, el cuello, el escote y las manos son las zonas más susceptibles a los duros efectos del invierno. Estas áreas se encuentran predominantemente en la cara, por lo que es fundamental priorizar el cuidado de la piel de la cara, especialmente para aquellas personas con piel sensible.
Una vez que la temperatura comienza a fluctuar, debes ajustar tu rutina de cuidado facial en consecuencia. Para combatir los desafíos que conlleva el clima más frío, estos útiles consejos pueden ayudarte a mantener el rostro hidratado.
Hidratación como tratamiento para cuidar la piel en invierno
Las necesidades de cada tipo de piel son únicas y requieren productos y frecuencias de aplicación específicos. Sin embargo, generalmente se recomienda hidratar la piel a diario y después del baño, especialmente si se trata de algún tipo de afección cutánea, como dermatitis atópica o psoriasis.
Al prepararte para bañarte, debes controlar la tentación de subir la temperatura del agua cuando hace frío. Sin embargo, es aconsejable resistir este impulso y optar por agua tibia. El uso de agua caliente puede provocar una disminución de la humedad de la piel, lo que forma una pérdida de lubricación. Además, para conservar los aceites naturales que ayudan a mantener la hidratación, se recomienda abstenerse de duchas excesivamente largas o frecuentes. También es hay que secarse bien después del baño.
Garantizar una hidratación adecuada de la piel implica algo más que utilizar productos externos para el cuidado de la piel. Es fundamental también mantener una ingesta adecuada de agua, consumiendo un mínimo de 1,5 a 2 litros a lo largo del día. Del mismo modo, la alimentación también contribuye a la hidratación de nuestro organismo. Hay que alcanzar los niveles de vitamina C y antioxidantes mínimos necesarios. Además, es aconsejable evitar el alcohol y el tabaco.
Limpiar en profundidad nuestra piel
Para conseguir una piel suave e hidratada es fundamental priorizar el cuidado de la piel mediante la limpieza y el seguimiento de una pauta de cuidado diario con productos adecuados. Se recomienda realizar esta rutina tanto por la mañana como por la noche.
Aunque haya que mantener limpiar la piel hay que evitar el uso excesivo de algunos artículos. Ciertos artículos, como los jabones para manos, cara y cuerpo, tienen el potencial de irritar la piel o pueden no ser adecuados para personas con piel sensible. Por ello, debemos primero le la etiqueta de estos productos para ver qué son suaves y que han pasado por pruebas dermatológicas.
Un punto interesante tener en cuenta es que aunque no haya temperaturas altas y estemos en verano, puedes utilizar protección solar para salir a la calle. Incluso durante los meses de invierno, cuando las temperaturas bajan y el aire se siente frío, el riesgo de daño a la piel por el sol aún existe. Esto es especialmente cierto en zonas nevadas, donde las propiedades reflectantes de la nieve pueden amplificar los efectos de la radiación solar hasta en un 80%. Para proteger tu piel, utiliza gafas de sol y protector solar.
Cuando hablamos de la piel también mencionamos los labios. Los labios pueden agrietarse en climas fríos u otras condiciones. Para prevenir los síntomas, existen varias recomendaciones que se pueden seguir:
- Asegura la protección de los labios aplicando un bálsamo labial y protegiéndolos de los elementos con el uso de una bufanda.
- Para evitar que la sequedad se agrave, es recomendable abstenerse de lamerse los labios.
- Mantén niveles adecuados de hidratación asegurándote de consumir una cantidad adecuada de agua.
- En el caso de que el ambiente de tu hogar carezca de humedad, sería recomendable utilizar un humidificador.
- Inhala usando las fosas nasales en lugar de la boca.
Si notas que los labios comienzan a quemarse, puedes utilizar un protector de labios.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre los tratamientos para cuidar la piel en invierno y qué aspectos debes tener en cuenta.