Al acabar un entrenamiento, desde luego nuestra cara no es para hacer una sesión de fotos nada más terminar. Y es que debido a la sudoración, nuestro cuerpo no dejará de eliminar toxinas desde nuestra cara, y tendremos todos los poros abiertos y listos para eliminar impurezas. En ese momento, como es normal, eres todo una cara roja y sudada, sin embargo, esto no puede ser más que positivo, al mismo tiempo que un momento perfecto para aplicar un cuidado especial a tu rostro y eliminar impurezas de un plumazo. Te explicamos varios pasos necesarios para cuidar tu cara nada más salir de entrenar.
Primeramente, será interesante recalcar el momento de luego del entrenamiento como el más importante para cuidado del rostro. Lo que normalmente se reduce a lavarnos la cara, limpiar un poco el sudor y montarnos en el coche de vuelta a casa, debería tener algo más de mimo. Calmar inflamaciones, cerrar los poros y eliminar bacterias asociadas a la actividad física debe ser algo fundamental, que lleva un tiempo pero se agradece.
El proceso de cuidado facial al acabar de entrenar
1. Lava tu cara al instante: Ya te hemos recordado que durante una hora u hora y media todos tus poros han estado completamente abiertos depurando toxinas y bacterias, algo que gracias a la sudoración y al impulso físico ha sido posible. Sin embargo eso ya acabó, y no deben estar abiertos más tiempo.
Por ello, apuesta por un lavado de cara con agua fría, lo que permitirá cerrar los poros y dejar de perder agua corporal fruto del sudor. En caso de sufrir acné o tener la piel grasa, aplica tu loción dermatológica, ya que en este momento ayudará a recuperar de la mejor manera.
2. Si estás muy rojo, crema hidratante: También hemos hablado de ese momento embarazoso de salir de un entrenamiento completamente rojo. Pues bien, esto no es más que una ligera inflamación e irritación de la dermis fruto del efecto del sudor. Ese sudor acumulado es el que puede manifestarse luego en rojeces y granos, por lo que si al lavado con agua fría le acompañas de una crema hidratante antiinflamatoria, la cara volverá a su estado inicial.
Cerrar los poros, eliminar el sudor y reducir la inflamación de un gesto. Calmas el picor y retiras una más que posible acumulación de bacterias originadas por la sudoración. Por lo que la crema hidratante no puede faltar en tu macuto para el gimnasio.
3. La ducha, mejor allí: Ya no solo por higiene o para evitar un posible catarro al enfriarse el sudor, sino que tu piel también lo agradecerá. Al mismo tiempo que tu cara la has aseado para evitar granos y acné, piensa en todo tu cuerpo sufriendo algo parecido fruto de la ropa deportiva ajustada y sudada. Toma una buena ducha templada, y en caso de poder tomarla, realiza los pasos 1 y 2 al salir con agua fría. El contraste entre agua templada y fría lo agradecerá tu rostro.
A su vez, no te afanes mucho en la limpieza facial en la ducha. Agua y el mismo gel que usas para todo el cuerpo, ya fuera habrá tiempo de hidratar en condiciones.
Con estos tres sencillos pasos y algo de dedicación, podrás decir adiós a las imperfecciones e impurezas de tu piel al salir de hacer deporte. En cómputo con unos veinte minutos puedes abarcarlo todo sin problema. Ese plus de dedicación lo agradecerá tu piel.