Por norma general un runner suele tener especial mimo por cuidar todo su equipamiento el día antes de una carrera. Dejar la noche antes las zapatillas en condiciones, haber elegido la ropa a usar, programar la pulsera cuantificadora o incluso planear un desayuno perfecto para nutrirnos antes de la tirada, es algo muy común, sin embargo siempre hay algo que se olvida. Sí, es el cuidado facial, para el cual la crema solar suele ser obviada, dejando como efecto una cara al acabar la carrera que parezca que has echado el día a pleno sol en playa.
Curiosamente, vendajes, pomadas o cintas respiratorias no suelen olvidarse, pero la crema casi siempre. En su defensa deberemos reconocer que es algo molesto echárnosla a sabiendas de que sudaremos al poco tiempo de su uso, pero los efectos de no usarla pueden ser peores que notar la cara un poco mojada o pegajosa en los primeros metros de tu carrera.
Un kit básico
No será lo mismo el corredor de montaña que el corredor urbano, al mismo tiempo que tampoco una tirada en verano que invierno, o a las doce de la mañana que a las ocho de la tarde. Sin embargo, el sol está siempre ahí, haya nubes o no, y los rayos ultravioleta también.
Pensando en el corredor de montaña, aunque puede ser extensible a cualquier corredor, os recomendamos tres utensilios básicos para luchar contra el sol en una carrera:
- Gorra: En esto como en todo hay gustos. Habrá desde corredores que la encuentren un complemento perfecto no solo para quitarte el sol de la cara sino para domar tu pelo, hasta otros que lo encontrarán un estorbo. Nuestro consejo es que cuanto menos destellos y molestias a la hora de mirar en una carrera mejor, y una gorra cumple su cometido.
- Gafas: Más de lo mismo. En este caso, si hablamos de una carrera a pleno sol, casi que su uso podríamos considerarlo indispensable. Siempre adaptadas a tu graduación y de calidad (en muchas ocasiones ir al chino puede ser hasta peor que no llevarlas), también será importante que no pesen mucho su montura. Actualmente existe una gama enorme de gafas únicamente para el running.
- Crema solar: el protagonista de este artículo. No la olvides, y vigila el factor de protección según el tipo de piel que tengas, habrá uno perfecto para ti.
Tómatelo en serio
Según expertos, casi la mitad de los corredores no usan cremas solares. Paradójicamente, esos mismos expertos y dermatólogos son aquellos que avisan que largas tiradas al sol pueden aumentar el riesgo de padecer melanomas o casos de piel atópica.
Ante esto, las excusas son mil: desde que a veces pica la crema, que si con el sudor no tiene efecto, o que no has terminado de encontrar la que te conviene. La solución a esto es clara: úsala desde tus entrenamientos.
Evidentemente si usas una crema solo el día de la carrera puede que te moleste, y la mejor solución es que desde que notes el sol potente en tus tiradas de entrenamiento, recurras a la crema. Sí, puede ser algo cara, pero no seas tacaño, más caro puede salirte no usarla.
No te quites la camiseta
Por último, una obviedad. En este punto ya podemos parecer tu madre cuando ibas a la playa y te obligaba a rebozarte completamente en crema solar, pero es que esto es muy evidente.
Si de por sí solo la cara es un dilema rellenarla entera y evitar quemaduras, imagínate quitarte la camiseta. En la actualidad ya hay ropa con protección solar incluida, pero hasta la camiseta más básica hará de parapeto al sol. Pues bien, si te la quitas, no hay armadura que valga.
Dudamos que te hayas echado crema en el abdomen o pecho, e ir sin camiseta será una garantía de quemarte. Si te quemas, el día siguiente de entrenamiento no será igual, afectando una quemadura severa a tus movimientos con toda seguridad.
Por ello, el astro rey siempre está con nosotros a la hora de correr, y algo de crema puede evitar muchos males mayores. Vigila la protección de tu cara (y por consiguiente tu cuerpo), y piensa que algo de crema puede evitar muchos problemas.