No hay nada más relajante que un buen baño tras un día de trabajo agotador. Nos calma, nos relaja y nos aporta la tranquilidad tan favorable para el sueño reparador. Llenar la bañera y dedicarte ese pequeño rato, tendrá muchos beneficios. Pero si, además, le añades sales de baño, estarás contribuyendo al bienestar de tu cuerpo y mente mucho más de lo que imaginas.
Las sales de baño, además de formar parte de una rutina de belleza completa, resulta muy terapéutico a la hora de aliviar tensiones y calmar el cuerpo.
El poder de las sales
No hace falta más de media hora para absorber la gran cantidad de beneficios que aportan. Es un producto rico en minerales naturales como el magnesio, el calcio, el potasio, el bromo o el sodio.
Magnesio: mejora los estados de estrés y ansiedad, así como de desánimo y cansancio.
Calcio: previene la osteoporosis.
Potasio: ayuda a retener el agua en la piel.
Bromo: relaja la musculatura.
Sodio: equilibra el sistema linfático.
Por ello las sales están muy recomendadas en caso de ansiedad o estrés elevado, dolores musculares o articulares, y para mantener la piel con una apariencia bonita y saludable.
¿Cuáles elijo?
Para relajarte
Sin duda, la lavanda es una de las esencias más relajantes. Si necesitas rebajar los nervios y el estrés, un baño con sales de lavanda es, sin duda, la mejor opción. Favorece un sueño reparador y equilibra el sistema nervioso.
Si, además de la lavanda, añades azahar, conseguirás liberar los pensamientos negativos tan molestos que rondan tu mente.
Energía y vitalidad
Si lo que necesitas es aumentar tu motivación y sentirte más vital, prueba con los cítricos. Favorecen el optimismo además de dejar tu piel con un aspecto tonificado y saludable.
Rebajar tensión muscular
Las sales que incluyen arcilla verde alivian las contracturas y los dolores musculares. Muy recomendables también para purificar tu piel y hacer que luzca hermosa.