Depilarnos con cuchilla de afeitar es bastante común, aunque la mayoría son perezosos para reemplazarlas por una nueva. Afeitarse con una navaja vieja, desafilada u oxidada puede ser un verdadero problema para la piel.
Tanto si son cuchillas desechables como si son de varios usos, es necesario aprender cómo afeitarse con una navaja no tan nueva puede sabotear la piel (y con qué frecuencia eliminar las cuchillas gastadas) .
Riesgos
Usar una cuchilla vieja puede tener numerosos peligros en la salud de la piel y la apariencia.
Quemaduras de afeitar
Muchas personas acaban con un sarpullido rojo sensible y con picazón después del afeitado. Es posible que queramos pensar en la última vez que reemplazamos la cuchilla de afeitar. También conocido como escozor por afeitado, esta irritación de la piel se produce con frecuencia al afeitarse con una hoja sin filo.
Cuando una hoja se desafila, no corta uniformemente a lo largo de la hoja. Esto da como resultado un afeitado desigual que puede provocar quemaduras.
Vellos encarnados
Al igual que la quemadura por afeitado, los vellos encarnados (aquellos que se rizan y vuelven a crecer dentro de la piel) suelen ser el resultado de afeitarse con una cuchilla vieja.
Una vez más, una maquinilla de afeitar sin afilar no eliminará el vello de manera uniforme y puede irritar la piel, lo que aumenta las posibilidades de desarrollar esos pequeños y molestos bultos de la maquinilla de afeitar. Además, las personas tienden a hacer más pasadas con una navaja sin filo que con una afilada, lo que exacerba esta condición.
Cortes en la piel
Irónicamente, corremos un mayor riesgo de cortarnos con una cuchilla desafilada que con una muy afilada. Una navaja sin filo tira de la piel (en vez de deslizarse suavemente sobre ella para eliminar el vello).
Y una cuchilla vieja también puede astillarse, lo que no es necesariamente visible a simple vista. El borde de una navaja astillado significa que los trazos probablemente serán más irregulares, produciendo un afeitado desigual que puede causar cortes.
Infección bacteriana o fúngica
Como las máquinas de afeitar tienden a estar en ambientes cálidos y húmedos como las duchas, son los anfitriones perfectos para hongos y bacterias. Y cuanto más tiempo las guardemos, mayor será la cantidad de bacterias espeluznantes que se acumularán en la hoja. Esto, combinado con el mayor riesgo de cortarse con una cuchilla de afeitar desafilada y desigual, aumenta nuestro riesgo de infección.
Esto se incrementa si se comparte la cuchilla de afeitar con alguien más. Las maquinillas pueden transferir bacterias de la piel de una persona a otra, y esas bacterias podrían causar problemas si encuentran su camino dentro de un corte. Para minimizar el crecimiento microbiano (y sus probabilidades de infección), se recomienda no compartir con nadie más y guardarla en un lugar fresco y seco.
Las infecciones de la piel causadas por la bacteria estafilococo incluyen:
- Impétigo: esta infección contagiosa desarrolla una erupción dolorosa en la piel y presenta ampollas grandes que pueden supurar líquido y hacer que aparezca una costra amarilla.
- Forúnculos: este es el tipo más común de infección por estafilococos en el que se desarrolla una bolsa de pus en la glándula sebácea o el folículo piloso.
¿Puede causar tétanos?
El tétanos es causado por una bacteria llamada Clostridium tetani, que se encuentra en todo el mundo en lugares como la tierra, el polvo y las heces. Es un error común pensar que el óxido de una cuchilla de afeitar causa el tétanos.
El óxido no causa el tétanos, pero cualquiera de las bacterias que pueda haber en la navaja podría hacerlo. Es seguro decir que la posibilidad de contraer el tétanos de una hoja de afeitar oxidada es muy poco probable. Si nos hemos cortado con una hoja de afeitar oxidada, sería una buena idea estar al día con el último refuerzo contra el tétanos.
Nunca es una opción segura usar una cuchilla de afeitar oxidada, ya que las bacterias que pueden albergarse y permanecer allí pueden ser peligrosas y causar infecciones. También es importante tener en cuenta que ciertos trabajos, como los trabajadores de la construcción, los jardineros, los agricultores y los bomberos, pueden tener un mayor riesgo de contraer el tétanos.
¿Cuándo reemplazar la cuchilla de afeitar?
La frecuencia con la que debemos cambiar nuestras afeitadoras depende de la frecuencia con la que nos afeitemos y el tamaño del área de la superficie que estamos afeitando.
Una regla general es reemplazar las cuchillas de afeitar después de entre cinco y diez afeitados (o con más frecuencia si nos afeitamos partes del cuerpo más grandes todos los días). Es decir, si estamos cubriendo grandes áreas de piel (como las piernas) con cada sesión diaria de afeitado, la hoja se desafilará más rápidamente y tendremos reemplazarla con más frecuencia.
¿Cómo limpiarla?
Una maquinilla de afeitar limpia puede ayudar a reducir el riesgo de infección. Y todo lo que se necesita para mantenerlo higiénico es un poco de agua. Se recomienda enjuagar las hojas de afeitar después de cada ‘pasada’ mientras nos afeitamos y luego enjuagar muy bien después de cada uso.
Y no frotaremos la cuchilla con una esponja o toalla, ya que podemos desafilarla más rápido. En su lugar, golpearemos suavemente el mango para eliminar el exceso de agua y dejaremos que la maquinilla de afeitar se seque al aire después de cada uso. La humedad y el vapor de la ducha pueden facilitar que se forme óxido en la cuchilla. Podemos mantener la cuchilla dentro de una pequeña bolsa de plástico y la guardaremos fuera del baño.
El alcohol puede ayudar a descontaminar una cuchilla, pero limpiarla puede dañarla. Es más importante cambiar la cuchilla habitualmente y enjuagarla después de usarla.