No estás loco, querido amigo. Yo me he pasado varios meses intentando hacer memoria de cuándo me estaba dando golpes para que me salieran moretones en los brazos. En mi día a día no suelo chocarme con nada y en los entrenamientos no tengo contacto con golpes, así que no entendía qué podía estar pasando con las marcas moradas.
Antes de recurrir a la llamada de emergencia de Iker Jiménez, reflexioné sobre qué había cambiado en mi rutina y si tenía vinculación con los moretones. Y sí, me di cuenta de que todo surgió a partir de empezar a entrenar más fuerte.
¿Por qué aparecen hematomas sin golpes?
Probablemente todos estemos familiarizados con los moretones debido a una lesión. Quizás te caíste o chocaste con algo. En realidad, existen algunos factores que pueden hacer que se forme moretones con mayor facilidad:
- Edad. Los adultos mayores se magullan con más facilidad debido al adelgazamiento de la piel y menos amortiguación de la grasa.
- Sexo. Las mujeres tienden a tener moretones más fácilmente que los hombres.
- Historia familiar. Si otras personas de tu familia tienen moratones con más facilidad, es posible que te suceda lo mismo.
Si te salen moretones con más facilidad, un golpe menor podría provocarlo y es posible que no recuerdes la lesión que causó la aparición en tu pierna.
Tu entrenamiento intenso rompe los capilares
Ha sonado duro, lo sé, pero es así. Si eres un deportista aficionado y entrenas fuerte desde hace tiempo, te habrás dado cuenta de la aparición de marcas moradas en piernas, brazos o glúteos. Los moretones hacen acto de presencia cuando un pequeño capilar (conducto por donde corre la sangre) se rompe bajo la piel.
Hasta ahora estabas habituado a relacionar esto con un golpe, pero entrenar muy intensamente también puede provocarlos.
Nuestros músculos están recubiertos de capilares, por lo que si los tensamos demasiado al ejercitarnos, es posible que se sufran pequeñas roturas que deriven en un derrame interno. No te alarmes, no tienes que darle demasiada importancia si no va acompañado de un dolor agudo. Es decir, cuando nos lesionamos (aunque no sea por un golpe), vemos que la zona se amorata. En este caso es preocupante porque va ligado a un dolor que puede tener origen en la rotura de un músculo, un hueso, un esguince, etc.
Lo normal es que si entrenas intensamente, pequeños moretones salgan en tu piel sin presentar casi dolor.
Para que lo entiendas, cuando un capilar se rompe, no tiene forma de exteriorizar la sangre y se marca en la piel. Si pudiera exteriorizar esa sangre interna, saldría a la superficie como una herida cutánea.
Niños
Los moretones en los niños son causados por lesiones en la piel que provocan la decoloración de los sitios afectados. Cuando la piel se magulla, la sangre de los glóbulos dañados se acumula debajo de la piel, lo que hace que el hematoma se vea de color rojo oscuro, morado, azul o negro. Tanto si es un niño pequeño que intenta caminar o de un niño que está aprendiendo a jugar baloncesto, es normal que se resbalen y se golpeen contra las superficies, lastimándose diferentes partes del cuerpo.
Si detectamos moratones al azar que aparecen en lugares inusuales en la piel de un hijo, debemos tener cuidado. Algunas señales son:
- Contusiones desproporcionadas por un impacto menor o nulo. Por ejemplo, un gran hematoma para un pequeño bulto.
- Contusiones repentinas sin antecedentes de trauma o accidente
- Moretones que no sanan incluso después de semanas de aparición
- Antecedentes familiares de trastornos hemorrágicos, como la enfermedad de Von Willebrand o la hemofilia
- Moretones en bebés que aún no han comenzado a gatear
- Aparición de hematomas repentinos en lugares inusuales, como las orejas, el cuello, los pies, el pecho, las nalgas, el abdomen o los genitales
- Sangrado nasal frecuente o sangrado excesivo después de un procedimiento dental o una cirugía menor
- Moretones agrupados o estampados, como huellas de manos, marcas de cinturones o marcas de mordeduras
Coagulación de la sangre
La coagulación es la capacidad de tu cuerpo para sellar una herida y detener el sangrado. Hay varios factores que intervienen en la coagulación, como las plaquetas. Estas células ayudan a que la sangre se coagule.
Si algo obstaculiza la eficacia del proceso de coagulación, pueden producirse hematomas y sangrado. Esto puede suceder de varias formas:
- Las plaquetas u otros factores de la coagulación no funcionan correctamente.
- No se producen suficientes plaquetas u otros factores de coagulación.
- Se destruyen las plaquetas o los factores de coagulación.
- Algunos componentes de la coagulación están ausentes (trastornos hemorrágicos hereditarios).
Ten en cuenta que los hematomas en las piernas son una ocurrencia muy común y pueden ocurrir con bastante facilidad. Por sí solo, generalmente no es un signo de una condición de salud subyacente. Lo más probable es que tenga hematomas en otras áreas de tu cuerpo acompañados de otros síntomas, como sangrado fácil o excesivo.
Déficit de plaquetas
La trombocitopenia inmunitaria es un trastorno en el que el sistema inmunitario considera inadecuadamente las plaquetas como extrañas en el cuerpo y las destruye. Las plaquetas son un tipo de célula sanguínea que se produce en la médula ósea con la función de ayudar a la sangre a coagularse, detener el sangrado y curar las paredes de los vasos sanguíneos.
En esta enfermedad, las plaquetas se destruyen, lo que hace que disminuya el número total en la sangre, creando una deficiencia de plaquetas. La disminución de plaquetas puede provocar sangrado o hematomas. Cuando el recuento de plaquetas en la sangre es bajo, pueden aparecer hematomas excesivos, ya que no hay suficientes plaquetas para detener rápidamente el sangrado.
Un trauma menor, como un golpe en la piel, puede causar que se desarrolle un hematoma. Se pueden desarrollar algunos hematomas sin ninguna lesión o causa conocida. Así que si tenemos moratones sin golpes, puede ser indicativo de una falta de plaquetas en el organismo. Se recomienda hacer análisis de sangre cada año para comprobar que todo está correcto.
Embarazo
Los médicos controlarán los niveles de plaquetas de una mujer durante el embarazo, pero los hematomas pueden ser un síntoma de trombocitopenia gestacional, lo que conduce a un recuento bajo de plaquetas.
Esto ocurre en 4.4% a 11.6% de los embarazos. Esto representa alrededor del 75% de todos los casos de trombocitopenia en el embarazo. Siempre mencionaremos cualquier hematoma inusual durante el embarazo a un médico o partera.
Deficiencias de vitaminas
Una dieta deficiente puede afectar la salud de varias formas negativas, y las deficiencias de vitaminas pueden contribuir a la aparición de hematomas sin darnos ningún golpe. Algunas deficiencias incluyen la deficiencia de la vitamina C y la deficiencia de vitamina K. La vitamina C es necesaria para la producción de colágeno, estimular el sistema inmunológico y mantener la actividad antioxidante. También elimina los radicales libres dañinos que pueden provocar la degeneración de los tejidos y hematomas aleatorios.
Por otra parte, la deficiencia de vitamina K puede contribuir a hemorragias importantes, desarrollo deficiente de los huesos y enfermedades cardiovasculares. Es poco común en adultos y generalmente ocurre en el período neonatal. Sin embargo, tomar anticoagulantes y antibióticos que interfieren con la producción de vitamina K puede causar deficiencias.
Cualquier persona pueden prevenir las deficiencias de vitaminas haciendo cambios en la dieta y tomando suplementos, aunque es recomendable acudir primero a un médico para que nos realice un análisis de sangre.
Suplementos y medicación
Algunos alimentos y suplementos aumentan la probabilidad de hematomas, incluidos los alimentos ricos en vitamina E (por ejemplo, las semillas de girasol, las almendras, los aguacates y el aceite de oliva), el ajo, el jengibre, el aceite de pescado, el aceite de linaza o la cúrcuma.
Muchos medicamentos recetados y de venta libre también pueden contribuir a la formación de hematomas, si se toman con regularidad. Algunos ejemplos son:
- Analgésicos de venta libre como los AINE (aspirina, ibuprofeno, naproxeno)
- Anticoagulantes
- Algunos antibióticos (penicilina y cefalosporinas)
- Algunos antidepresivos (incluyendo fluoxetina/Prozac, sertralina/Zoloft
- Corticoides
Moratones en las piernas
Los moratones son una ocurrencia bastante común, especialmente en niños pequeños y adultos mayores. También llamado contusión, un hematoma es el resultado de la acumulación de sangre justo debajo de la piel después del daño a un vaso sanguíneo o capilar. Simplemente golpearse contra algo puede causar hematomas. Los moratones en las piernas, muslos y espinillas son bastante comunes, ya que es un área relativamente fácil de golpear. Las piernas pueden lesionarse fácilmente con la puerta de un coche, un cajón de la cocina, una silla, un niño pequeño travieso y muchas otras actividades diarias que pasan prácticamente desapercibidas.
Los moratones en las espinillas, los muslos e incluso los brazos no son motivo de alarma. A menudo aparecen hematomas frecuentes en los niños pequeños, ya que su coordinación es ligeramente inferior a la adecuada y tienden a estar siempre en movimiento. En los adultos mayores, los moratones frecuentes pueden ser simplemente un signo de adelgazamiento de la piel y capilares más frágiles.
Aunque incluso el más mínimo golpe o lesión por presión puede causar hematomas en los muslos, las piernas y los brazos, la contusión generalmente desaparece por sí sola en unos pocos días a medida que el cuerpo reabsorbe la sangre.
¿Cómo se diagnostican las causas de los moretones?
Tomar medicamentos, tener una afección médica o ser mayor no significa que debamos dejar de hacer ejercicio. Sin embargo, si sucede más que ocasionalmente, se recomienda consultar con un médico para descartar una causa más grave.
Para diagnosticar hematomas inexplicables en ti o en tu hijo, un médico hará lo siguiente:
- Realizar un examen físico para evaluar los hematomas y cualquier otro síntoma
- Coger tu historial médico y preguntar sobre cualquier medicamento o suplemento, así como antecedentes familiares de sangrado fácil o hematomas
- Realizar varios análisis de sangre, si es necesario
El médico puede usar los resultados de los análisis de sangre para evaluar:
- Los niveles de ciertas sustancias químicas en tu sangre
- Función del órgano
- Conteo de glóbulos
- Coagulación de la sangre
¿Cómo curarlos? Tratamiento
El tratamiento de los moretones inexplicables puede implicar el tratamiento de una afección subyacente. Asegúrate de seguir las instrucciones de tu médico con respecto al tratamiento.
Si un medicamento o suplemento está causando los hematomas, es posible que tu médico te pida que dejes de tomarlo o te recete una alternativa. Para las deficiencias de vitaminas, el tratamiento puede implicar reemplazar esa vitamina a través de una dieta o una inyección.
En algunos casos, las transfusiones de sangre o plaquetas pueden ayudar a introducir elementos de coagulación saludables en la sangre.
Una vez que se ha formado un hematoma, no hay mucho que puedas hacer para tratarlo. La aplicación de hielo puede ayudar. Los moretones eventualmente desaparecerán, a menudo cambiando de color durante el proceso de curación.
No tardarán en desaparecer
¡Ojo! Que es posible que entrenes intenso y no te salgan moretones, ¡eh! No vayas a forzar su aparición porque tampoco es una buena señal. Como ocurre con los moretones que salen por golpes, estos también desaparecen a los pocos días. Al principio tendrá un color azulado, luego morado y acabará desapareciendo en un tono amarillento.
Entrena con un peso que puedas levantar, no excedas en repeticiones y dale un correcto descanso a tus músculos. Es muy habitual que aparezcan cuando entrenas dominadas, trepas la cuerda o realizas saltos al cajón.
No obstante, sabemos que estas manchas pueden ser frustrantes y desagradables, pero no son peligrosas aunque tiendan a acumularse. Por lo tanto, pueden comenzar con un lugar ocasional, pero con el tiempo tendremos un brazo lleno. Si estás buscando tener menos hematomas, los productos que contienen árnica son algunos de los tratamientos más efectivos. Estos productos están disponibles en la mayoría de las tiendas naturistas o farmacias y ofrecen una opción homeopática para tratar los coágulos de sangre.
Sin embargo, lo primero es visitar a un dermatólogo. Los dermatólogos ayudan a comprender las causas del problema de piel. Los pacientes normalmente no saben por qué tienen un problema en particular, por lo que ellos ayudan a determinar si es el resultado del daño solar o si están recibiendo demasiada medicación anticoagulante.
Algunos remedios caseros
La árnica es una hierba homeopática que se dice que reduce la inflamación y la hinchazón, lo que la convierte en un tratamiento ideal para los moretones. Algunos estudios encontraron que la pomada tópica de árnica reducía efectivamente los hematomas inducidos por láser. Podemos usar un ungüento o gel de árnica en el hematoma varias veces al día.
Una crema de vitamina K también puede ayudar. La vitamina K es un nutriente esencial que ayuda a la coagulación de la sangre. Para usar este tratamiento, frotaremos suavemente la crema de vitamina K sobre el hematoma al menos dos veces al día.
Otra de las plantas conocidas por su propiedades beneficiosas es el aloe vera. Ha sido mostrado capaz de reducir el dolor y la inflamación. Podemos aplicarlo tópicamente en la zona afectada. Nos aseguraremos de usar un gel que sea de aloe vera puro. Se puede usar el jugo propio de la planta u optar por cremas o geles que contengan esta planta.
La vitamina C también tiene propiedades antiinflamatorias y puede usarse para promover la cicatrización de heridas. También podemos encontrar geles, cremas o sueros que contengan vitamina C. Se pueden aplicar por vía tópica, aunque también podemos tomarlo como suplemento. Incluso, se encuentra disponible en muchas frutas y verduras frescas.
La consuelda es una planta que se usa a menudo para tratar enfermedades e inflamaciones de la piel. Se ha demostrado que tiene poderes curativos que pueden usarse para tratar hematomas. Podemos aplicar la crema en un hematoma varias veces al día. También podemos hacer una compresa con hojas secas de consuelda. Remojaremos las hojas en agua hirviendo durante 10 minutos. Luego colaremos el líquido y envolveremos las hojas en una toalla o tela. Lo aplicaremos en la zona magullada.