Lavarse las manos es un hecho bastante simple, que nos enseñan cuando pequeños y que no parece complicarnos demasiado la vida. La cuestión es que un reciente estudio afirma que el 97% de las veces lo realizamos mal, provocando contaminación en alimentos o superficies, además de favorecer a la transmisión de infecciones.
El estudio realizado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos confirma que la mayoría de las personas no se lavan las manos con jabón durante 20 segundos. Es el tiempo recomendado para controlar y prevenir las enfermedades, por lo que lavarse las manos menos de 20 segundos no asegura que se eliminen los gérmenes.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 25% de las infecciones respiratorias se pueden evitar tan solo por tener como hábito lavarse las manos. Cuando las limpiamos con jabón se corta el ciclo de contaminación, ya que el contagio se produce con el contacto directo y por superficies.
¿Sirve el desinfectante de manos?
Muchos nos hemos pasado a llevar un botecito de gel desinfectante para cuando queremos limpiarnos las manos y nos pilla fuera de casa. Los expertos afirman que no puede considerarse un sustituto del lavado de manos, ni debe tomarse como un hábito. Normalmente, este tipo de personas tan solo se lava las manos una vez al día y recurre a los geles alcoholizados, pero lo cierto es que tan solo están reduciendo los gérmenes y no la suciedad visible ni la contaminación.
Así que se recomienda usar este gel después de habernos lavado las manos con jabón y habiéndolas secado. De hacerlo en sucio, el producto solo logra remover la suciedad e impermeabilizar la piel.
Debemos lavarnos las manos antes y después de cocinar, cuando vamos al servicio, estornudamos o tosemos, sacamos la basura, tocamos dinero, viajamos en transporte público o acariciamos una mascota.
No olvides limpiar las toallas
Al igual que las toallas del cuerpo, las de lavabo tienen que lavarse con frecuencia. El 90% de las toallas de baño contienen bacterias capaces de contaminar el agua y los alimentos, y el 14% de E. coli.
Si nos secamos la cara con la misma toalla del lavabo, estarás llevando la E.coli a tu cara de forma parecida a si metieras la cabeza dentro del váter.
Asegúrate de limpiarlas habitualmente y ten diferentes toallas para cada zona de tu cuerpo. Toma más precauciones aún si compartes piso o vives en familia con varias personas.
Seguro que a partir de ahora serás mucho más cauteloso a la hora de la higiene si no quieres ser un pozo de bacterias, ¿verdad?