La práctica de determinados deportes y ciertas rutinas, tanto deportivas como no deportivas, nos pueden llevar a ducharnos con demasiada frecuencia. Aunque mantener una buena higiene es esencial, surge la pregunta: ¿Ducharse reiteradamente, es perjudicial?
¿En qué me perjudica ducharme demasiado?
Numerosos estudios han defendido que ducharse en exceso puede ser perjudicial para nuestra piel. Por ello, es un error asociar ducharse demasiado con tener una mayor higiene corporal. El abuso de productos químicos que aplicamos sobre nuestra piel puede derivar en irritación y sequedad de la piel.
Varios profesionales sugieren que ducharse en exceso puede resultar más perjudicial que no hacerlo. El uso frecuente de jabones agresivos afecta a nuestro cuerpo, ya que los componentes nocivos que entran en contacto con la piel eventualmente llegan a nuestro torrente sanguíneo. Por lo tanto, se recomienda reducir la frecuencia de duchas y el uso de productos químicos.
Según un estudio realizado por la Universidad de Harvard, ducharse todos los días puede tener efectos negativos no solo sobre la piel, sino también sobre la salud en general. La doctora Paloma Borregón menciona que el cuerpo tiene un equilibrio de microorganismos conocido como microbiota, fundamental para la salud de la piel, y ducharse con frecuencia puede alterarlo.
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¿Y si no tengo más remedio?
Si tu trabajo, deporte, entrenamientos o rutina te obligan a ducharte con alta frecuencia, no te desesperes. Lo que realmente perjudica la hidratación de la piel es el abuso de ciertos jabones. En estos casos, se puede optar por geles neutros especialmente formulados para cuidar el pH de la piel. Además, es aconsejable utilizar jabón solo una vez al día. Por ejemplo, si planeas ducharte tres veces, utiliza jabón únicamente en una de ellas y el resto del tiempo aclárate solo con agua.
Después de ducharte, es altamente recomendable aplicar crema hidratante, preferiblemente con ingredientes como aceites vegetales, que ayudan a nutrir la piel y mantener su barrera natural.
¿Y si me baño en la playa o piscina?
Si eres de los que disfruta de la playa o de las piscinas, ten en cuenta que es aún más importante enjuagarte con agua dulce después de nadar. Esto ayuda a eliminar los residuos de cloro o sal marina sin necesidad de jabones, lo cual es vital para mantener la salud de la piel. Además, no olvides aclarar también tu cabello. Para un cuidado completo, también puedes consultar consejos para lavar tu cabello tras deportes acuáticos en este enlace.
La perspectiva de los expertos sobre la higiene y las duchas
Estudios recientes, incluyendo los de la Universidad de Harvard, han demostrado que ducharse a diario no es tan beneficioso como se pensaba. De hecho, varios especialistas aconsejan que lo recomendable es ducharse entre dos y cuatro veces por semana. Esto se debe a que ducharse excesivamente puede eliminar la grasa natural de la piel, lo que podría provocar sequedad, picazón y hasta dermatitis.
La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) refuerza esta idea, indicando que el riesgo de deshidratar la piel aumenta con la frecuencia de las duchas, pudiendo llegar hasta un 25% de pérdida de hidratación natural en cada exposición al agua. Según la OMS, la duración óptima de una ducha no debería exceder de cinco minutos para conservar agua y minimizar el impacto ambiental.
Consecuencias de ducharse en exceso
- Deshidratación de la piel: Al ducharse en exceso, los aceites naturales de la piel se eliminan, arriesgando la salud de la dermis.
- Infecciones cutáneas: La piel agrietada y seca es más susceptible a infecciones y a organismos patógenos.
- Alteraciones en la microbiota: El uso frecuente de jabones antibacterianos puede desbalancear los microorganismos naturales, favoreciendo la aparición de bacterias resistentes a antibióticos.
La ablutofobia, o el miedo irracional a ducharse, puede surgir en individuos que experimentan estas consecuencias negativas. Sin embargo, es importante equilibrar la necesidad de higiene con el cuidado de la piel.
Recomendaciones para una buena higiene sin perjudicar la piel
Si por actividad física o trabajo debes ducharte más de una vez al día, es vital seguir algunas recomendaciones:
- Usa jabones suaves y preferiblemente neutros.
- Hidrata la piel con cremas ricas en aceites naturales tras cada ducha.
- Limita el uso de jabones a una vez al día siempre que sea posible.
- Presta atención a las reacciones de tu piel; si notas sequedad o irritación, reduce la frecuencia de duchas.
Adicionalmente, asegurar una buena hidratación corporal y elegir productos con ingredientes que respeten la pH de la piel es crucial. Algunos componentes que debes evitar son:
- Parafinas y derivados del petróleo.
- Fragancias artificiales que pueden irritar.
- Jabones con pH muy alejado del neutro.
Disfrutar de una buena higiene no debería ser sinónimo de perjudicar nuestra piel. Con la información adecuada, puedes encontrar el equilibrio perfecto.
