El desodorante es el producto mágico que se desliza como por arte de magia sobre tus axilas, las mantiene hidratadas, elimina la sudoración y el mal olor. Y huele divino también. Pero puede darse el caso de que un día sientas que no hace efecto.
Puedes suponer que tu desodorante o antitranspirante dejó de funcionar un día. Pero es poco probable que tu cuerpo se haya adaptado y esa fórmula ya no funcione para ti.
Antitranspirante vs desodorante
Un desodorante usa ingredientes que enmascaran o neutralizan el olor natural del sudor, como el bicarbonato de sodio. Por otro lado, los antitranspirantes usan cloruro de aluminio para bloquear los conductos sudoríparos y evitar que se libere el sudor
Eso no solo mantiene tus axilas secas, sino que al detener el sudor, también puedes detener el olor. Las axilas son un área salpicada de un tipo de glándula sudorípara, llamadas glándulas apocrinas.
El líquido de las glándulas apocrinas contiene lípidos y proteínas. Cuando se mezclan con las bacterias de la piel, se genera un sudor maloliente. Todo el mundo tiene un aroma natural diferente debido a cómo este líquido se mezcla con las bacterias de la piel.
¿Por qué ya no funciona el desodorante?
Puede haber algunas cosas en tu cuerpo que provoquen un aumento de la sudoración, lo que podría mejorar el olor y dar la impresión de que tu producto dejó de funcionar. Sin embargo, es posible que el desodorante no sea lo suficientemente fuerte para ti en este momento.
Estás estresado
El sudor es un proceso complejo. Aunque su función principal es regular la temperatura corporal, tu cuerpo puede sudar en respuesta a una gran cantidad de estímulos diferentes. Eso incluye estrés y ansiedad. Probablemente es lo que está detrás del cambio en la eficacia del producto, en lugar de que tu cuerpo desarrolle una tolerancia al mismo.
Piensa en si algo ha cambiado en tu vida: ¿te sientes más presionado por el tiempo? ¿Están tus responsabilidades en el trabajo aumentando de una manera que te abruman?
La ropa podría empeorar la situación
Las prendas que contienen fibras sintéticas retienen el olor debido a la naturaleza del tejido, pero las fibras naturales como el algodón, el lino y el bambú se tejen de manera diferente y permiten que el olor se mueva a través de las fibras en lugar de atraparlo.
Otra cosa a tener en cuenta es el ajuste. Si usamos una blusa de rayón de corte ceñido en un día caluroso con desodorante natural, es muy probable que comencemos a sudor por el ajuste apretado que creará fricción en la axila y el olor quedará atrapado en la tela.
Es hiperhidrosis
La hiperhidrosis es una condición médica caracterizada por sudoración excesiva y puedes desarrollarla en cualquier momento de tu vida.
Esto se debe a que la sudoración excesiva puede ser una afección en sí misma (aunque generalmente comienza en la infancia o la adolescencia), pero también existe algo llamado hiperhidrosis secundaria, que puede ser un efecto secundario de los medicamentos o ocurrir como resultado de una afección médica subyacente. Por ejemplo, el hipertiroidismo, el embarazo, la artritis reumatoide y la menopausia son solo algunos.
Si recientemente comenzaste a tomar un nuevo medicamento, estás experimentando síntomas adicionales además de la sudoración o siempre has sentido que transpiras mucho más que la mayoría de las personas, habla con tu médico.
Tu rutina de limpieza es demasiado dura
Hay toda una comunidad de microorganismos que se han apoderado de tu piel, y eso es completamente normal. Pero cuando el microbioma de tu piel está desequilibrado, puede causar problemas.
Frotar agresivamente debajo de los brazos puede afectar la flora de tu piel y afectar al olor. Así que asegúrate de evitar limpiar demasiado esta área.
¿Cómo detener el sudor?
Hay algunos pasos que puedes seguir si sientes que tu producto de axilas no funciona como antes.
Inspecciona tu producto
¿Es desodorante o antitranspirante? Si se trata de un desodorante, es posible que desees considerar la posibilidad de cambiar a un antitranspirante.
¿Ya estás usando un antitranspirante? Revisa la etiqueta, ya que vienen en diferentes concentraciones. Considera la posibilidad de optar por un producto clínico/de prescripción médica, que contendrá niveles más altos de cloruro de aluminio.
Usa una opción con infusión de ácido
Las marcas de desodorantes están agregando cada vez más ácidos, en particular alfahidroxiácidos, en sus fórmulas. Esto se debe a que cuando estos ácidos derivados de frutas y plantas se agregan a los desodorantes, se pretende reducir el equilibrio del pH de la piel y, por lo tanto, limitar el olor. Es decir, el olor no se enmascara, se elimina.
El objetivo final es conseguir un desodorante limpio que no solo evite el olor, sino que también trate la piel con ingredientes nutritivos para que esté más suave, con un tono más uniforme y sin protuberancias.
Aplica el desodorante correctamente
Pasa un antitranspirante por la noche para secar la piel antes de acostarte. Los antitranspirantes funcionan mejor si se aplican por la noche. Los productos funcionan durante un período de 24 horas y pueden tardar un poco en ser efectivos.
Antes de aplicar un antitranspirante o desodorante, debemos asegurarnos de que la axila esté limpia y seca. Si la zona está mojada, la humedad puede no permitir que su fórmula se absorba adecuadamente. El sudor y la humedad generalmente impiden que los ingredientes que combaten el sudor y el olor penetren de manera efectiva en la piel. La humedad y el sudor de las axilas pueden eliminar completamente la fórmula.
Ten en cuenta los factores externos
Como se mencionó anteriormente, hay muchas razones por las que puede estar más sudoroso en estos días. Trabajar en tus niveles de estrés y ansiedad no es una solución rápida, pero valdrá la pena para la salud mental a largo plazo.
Si puede ser el resultado de un medicamento o si te sientes muy mal en estos días (además de sudoroso), es posible que quieras ver a tu médico para descartar causas médicas.
Consulta a un dermatólogo
Si no sabes por qué últimamente apestas mucho y necesitas contener el sudor, pide una cita con un dermatólogo, que puede ayudarte a encontrar una solución.
Pero, si buscamos un alivio más fuerte para las axilas, las inyecciones de Botox pueden ser una solución válida para la transpiración excesiva. Inyectado en las glándulas sudoríparas, se reduce efectivamente la sudoración excesiva al desactivar las glándulas responsables de la transpiración. Esto deja las axilas más secas y libres de bacterias.