Los capilares son vasos sanguíneos de una sola célula de espesor. Son los vasos sanguíneos más pequeños de tu cuerpo y permiten el intercambio de oxígeno, dióxido de carbono, agua y otros nutrientes y desechos entre los vasos sanguíneos y los tejidos circundantes. A veces se rompen o explotan, lo que hace que la sangre se acumule debajo de la piel y se forme un hematoma.
¿Por qué sucede cuando entrenamos?
Hay dos razones principales por las cuales el ejercicio puede causar rupturas. Primero, forzar o levantar cualquier objeto pesado, como durante una sesión de levantamiento de pesas, puede causar la ruptura de estos pequeños vasos sanguíneos en la cara o los ojos. Incluso, por el esfuerzo, podrían romperse en los bíceps o en los cuádriceps.
Otra causa es la presión directa que una barra de peso pesado ejerce sobre los capilares y otros vasos sanguíneos del cuerpo, como durante una sentadilla con barra con peso. Los capilares en la parte superior de los hombros o la espalda pueden romperse por la presión.
También puede deberse a otro tipo de causas relacionadas indirectamente con el entrenamiento físico. A continuación encontrarás otros factores que pueden romper capilares.
Envejecimiento de la piel
Conforme envejecemos, la piel se vuelve más delgada y comienza a perder parte de la grasa de tu cuerpo que de otro modo actuaría como protección contra las lesiones. Ambas condiciones te hacen más susceptible a desarrollar hematomas y tener capilares rotos.
Además de eso, tus vasos sanguíneos se vuelven más frágiles, por lo que incluso el más mínimo golpe puede dejar una marca. Para evitar esto, aunque el proceso de envejecimiento no se puede revertir, el mantenimiento de un estilo de vida saludable (alimentos nutritivos, ejercicio regular, la calidad del sueño, protección solar) puede ayudar a gestionar mejor los factores que pueden causar que la piel envejezca prematuramente.
Daño solar
Después de muchos años de exposición al sol, la piel dañada por el sol puede volverse más delgada y las paredes de los vasos sanguíneos más débiles, lo que lleva a moretones más frecuentes y oscuros. Aparecen como manchas de color rojo oscuro en el dorso de las manos y los antebrazos y tardan más en sanar que el hematoma normal, por lo general, unas pocas semanas. Tomar ciertos medicamentos (aspirina, esteroides) y beber alcohol también puede fomentar la formación de este tipo de hematomas.
Por desgracia, el daño solar no se puede revertir, pero nunca es demasiado tarde para la práctica de hábitos saludables en el cuidado de la piel. Por ejemplo, uso de un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30, mantener la piel bien hidratada y usar capas para proteger los antebrazos y manos cuando estés haciendo cosas que podrían ponerte en riesgo de sufrir hematomas.
Deficiencias nutricionales
Tener una deficiencia de vitaminas puede dificultar la capacidad de tu cuerpo para crear coágulos de sangre, lo que puede provocar hematomas más grandes y oscuros. Específicamente, las deficiencias de vitaminas K y C pueden causar capilares rotos graves y, a veces, inexplicables.
Estas formas de deficiencias de vitaminas son bastante raras: la mayoría de las personas obtienen suficiente de ambas a través de los alimentos que comen, pero las personas con afecciones médicas que afectan la absorción de nutrientes por parte del cuerpo pueden tener más dificultades para obtener suficiente de la dieta solamente.
¿Es preocupante tener capilares rotos en los ojos?
Si aparecen en el ojo se llaman hemorragias subconjuntivales. Cualquier esfuerzo o levantamiento pesado, como en el levantamiento de pesas, puede hacer que los capilares del ojo exploten. Los vasos sanguíneos que se rompen se encuentran justo debajo de la superficie transparente del ojo y, por lo tanto, aparecen como manchas rojas brillantes en la parte blanca del ojo.
Por lo general, dura entre 10 y 14 días, la afección no debe ser dolorosa, aunque puedes sentirlos irritados. La sangre se reabsorberá en el ojo y la apariencia del ojo volverá a la normalidad sin tratamiento.
Las personas con diabetes o presión arterial alta tienen un mayor riesgo de desarrollar hemorragia subconjuntival durante el ejercicio. Otros factores de riesgo para los capilares rotos en el ojo son algunos medicamentos como anticoagulantes y ciertos suplementos de hierbas. Además, las personas que fuman también tienen un mayor riesgo de desarrollar capilares rotos, especialmente en la zona de la nariz.
¿Se puede evitar?
Si descubres que eres propenso a la rotura de los capilares, primero determina si tienes algún factor de riesgo. En algunos casos, es posible que no puedas evitar desarrollar esos hematomas o moretones. De lo contrario, puedes intentar aligerar la carga que levantas y ver si eso ayuda.
Usa barras de peso acolchadas cuando realices sentadillas para proteger la piel y los vasos sanguíneos de la espalda y los hombros. El tratamiento más efectivo para los capilares rotos permanentemente en la piel es la terapia con láser. El láser destruye los capilares rotos y la sangre acumulada se reabsorbe en el cuerpo. Este tipo de tratamiento solo debe ser utilizado por personas con unos hematomas permanentes. De lo contrario, los capilares rotos sanarán sin intervención médica.
Hay una serie de señales a las que hay que estar atento cuando se trata de hematomas, principalmente, si los capilares se rompen con facilidad por el menor trauma (por ejemplo, un golpe en la rodilla) o con frecuencia sin ningún motivo, sobre todo si experimentas dolor intenso e hinchazón en la piel, además de hematomas.
Normalmente, los moratones deberían desaparecer por completo en un par de semanas. Si un hematoma no sana después de tres o cuatro semanas, debes buscar atención médica porque podría ser un signo de un problema médico más grave. También se debe pedir ayuda médica si los moretones aparecen en partes del cuerpo donde es poco probable que ocurran lesiones, como el torso, espalda, cara o en el dorso de las manos.
En la mayoría de estos casos, es probable que un médico realice pruebas para determinar por qué aparecen los hematomas con tanta facilidad. Algunas de ellas pueden medir la rapidez con la que se coagula la sangre o determinan los niveles de plaquetas en sangre.