Sudar durante una sesión intensa de ejercicio puede ser una sensación de limpieza y vigorizante. Pero si vives con psoriasis, esa fiebre de endorfinas después del entrenamiento puede verse eclipsada por un brote incómodo.
Aunque querrás seguir las recomendaciones específicas de tu médico, probablemente no deberías eliminar el ejercicio de tu rutina diaria. Después de todo, los entrenamientos habituales pueden eliminar el estrés y mantener tu peso bajo control, los cuales pueden ayudar a controlar la psoriasis. De hecho, una revisión de octubre de 2018 en Cureus recomienda el ejercicio como tratamiento complementario para la afección de la piel.
¿Cómo afecta el ejercicio a la psoriasis?
En general, la psoriasis se manifiesta como manchas rojas y secas en la piel que pueden picar, arder o doler. Sin embargo, al igual que muchas otras afecciones de la piel, la gravedad de la psoriasis varía de persona a persona.
También puede aparecer en casi cualquier parte del cuerpo, incluido el torso, los brazos, las piernas, los codos, las rodillas e incluso las uñas, según el tipo que tengas. Como resultado, el tipo de ejercicio que hagas puede ser más o menos doloroso para tu piel, dependiendo de dónde se encuentre la afección en tu cuerpo.
Por ejemplo, el cloro en una piscina puede secar tu piel, haciéndola más propensa a los brotes, mientras que correr o trotar puede hacer que tu piel se frote, provocando rozaduras e inflamación, particularmente en la parte interna de los muslos y las axilas.
Cuando haces ejercicio, los vasos sanguíneos se dilatan, lo que permite una mayor circulación de oxígeno y nutrientes a los músculos y la piel. Esto puede provocar enrojecimiento de la piel y, en algunos casos, puede provocar más picazón.
Sin embargo, eso no significa que las personas con psoriasis deban saltarse sus entrenamientos favoritos. En realidad, el ejercicio vigoroso podría ayudar a reducir el riesgo, según un estudio de agosto de 2012 en JAMA Dermatology. La idea es que las personas que hacen ejercicio de esta manera tienen menos inflamación general.
3 remedios caseros para controlar los brotes de psoriasis
Date una ducha tibia y breve
Ducharse con demasiada frecuencia puede provocar sequedad en la piel. Pero si haces ejercicio todos los días, es algo inevitable, ¿verdad? Afortunadamente, existen algunas pautas de ducha que puedes seguir para ayudar a evitar que tu piel se sienta dolorosa, con picazón o seca.
Aunque puede que te guste una ducha súper caliente después de un entrenamiento agotador, mantén el agua tibia. Controlar el vapor en el baño también ayudará a prevenir la sequedad, así que mantén la puerta del baño cerrada y evita usar un ventilador. Además, limita tu ducha a cinco o 10 minutos.
Después, evita secarte la piel con la toalla. En su lugar, aplica o seca suavemente tu piel con una toalla limpia para evitar una fricción adicional en la piel, especialmente en las áreas en las que puede tener parches de psoriasis dolorosos o con picazón.
Usa un gel de baño suave
Mientras estés en la ducha, evita los limpiadores fuertes, los jabones o los productos de limpieza corporal. Si tienes algún producto recomendado por un médico o dermatólogo, definitivamente querrá usarlos para la psoriasis.
De lo contrario, elige limpiadores que no sequen tu piel. Evita ingredientes como alcohol, alfa-hidroxiácido (AHA), retinoides y fragancias. Estos ingredientes pueden secar los aceites naturales de la piel y causar más picazón, enrojecimiento o sensación de ardor.
Asegúrate de usar un limpiador suave e hidratante que no raspe la piel ni altere la capa exterior de la piel.
Aplica una crema hidratante lo antes posible
Una vez que hayas salido de la ducha y te hayas secado, ponte una crema hidratante en las zonas con este problema de dermis, o incluso en todo el cuerpo, dentro de los cinco minutos posteriores a la ducha. Esto ayudará a retener la hidratación y evitará la sequedad.
Evita las cremas hidratantes con fragancia u otros ingredientes fuertes, como los mencionados anteriormente para el gel de baño. Da prioridad a los productos que recomiende tu dermatólogo o médico, y complementa con productos aptos para la psoriasis en tu farmacia local.
Busca lociones o cremas que ayuden a prevenir la picazón y reparar la piel. Algunas marcas incluso fabrican humectantes específicos para la psoriasis que no contienen ingredientes dañinos o agresivos.