Todos conocemos la lechuga y los diferentes tipos que hay, pero hoy nos referimos a la lechuga clásica, la que es alargada con crujientes hojas verdes. Vamos a conocer todo de ella, desde sus valores nutricionales hasta las contraindicaciones, es decir, quién no puede comer lechuga o qué pasa si comemos demasiada cantidad.
La lechuga es una verdura barata y versátil, tanto, que, si no tenemos plato, una hoja de lechuga puede hacer las veces de plato o de tortita que podemos rellenar. De esta forma conseguimos un plato más saludable aún.
Esta verdura es muy consumida en el mundo entero, pero aun así casi nadie sabe po0r qué es tan importante. qué aporta y qué propiedades beneficiosas tienes. Además, ¿de verdad que todo el mundo puede comer lechuga sin que pase nada?
Valores nutricionales por 100 gramos de lechuga
La lechuga es muy nutritiva, sobre todo es refrescante y tiene multitud de beneficios que contaremos unos apartados más adelante. Pero antes de llegar hasta sus propiedades y saber por qué es tan necesaria, vamos a informarnos de sus valores nutricionales.
Vamos a coger como referencia los 100 gramos que, como ya hemos explicado en potras ocasiones, es una medida estandarizada en España para mostrar la información nutricional de un alimento y poder calculas las cantidades diarias y demás.
La lechuga solo tiene 13 kilocalorías, 2,2 gramos de carbohidratos, nada de azúcar, ni rastro de sal, salvo que la aliñemos nosotros, 1,1 gramos de fibra, 1,35 gramos de proteínas y casi el 96% de una hoja de lechuga es agua.
Pero sus valores nutricionales no se quedan aquí, sino que también dispone de vitaminas y minerales como son: vitamina A alcanzado el 110% de la cantidad diaria recomendada, vitamina C, b9 (ácido fólico) y vitamina K que alcanza el 128% de la cantidad diaria recomendada.
Con respecto a los minerales, tenemos calcio en una buena cantidad (35 mg), hierro, Potasio, Magnesio, fósforo y sodio. Son minerales muy importantes para el organismo, y eso lo entenderemos más adelante.
Cantidad diaria y como agregarla a la dieta
Hasta ahora hemos visto que la lechuga es muy saludable que tiene muchas vitaminas importantes y minerales claves, pero por muy saludable que sea algo, no es conveniente abusar de ello, ya que eso puede ser contraproducente que es lo que siempre sucede. Esto se debe a que un exceso de vitaminas o minerales puede dar lugar a mareo, vómitos, diarreas, llagas, problemas de estómago o hígado, irritabilidad, dolor de cabeza, etc.
Es por esto por lo que queremos centrarnos en el tema de la cantidad máxima diaria y según los expertos cada día deberíamos comer entre 50 y 80 gramos (entre 2 y 4 hojas de lechuga), pudiendo comer hasta 100 gramos. Pero cuidado con las cantidades, ya que un exceso de vitamina A tiene sus consecuencias.
Si creemos que con la lechuga solo podemos hacer ensaladas, te damos otras ideas para que cada día sea diferente y podamos disfrutar de esta verdura. Por ejemplo, rollitos, fajillas y wrap usando una hoja de lechuga, rallada en ensaladillas o rellenos para bocatas, cremas, cogollos gratinados, utilizar la hoja de la lechuga para hay sushi, en lugar del alga, etc.
Estos son los beneficios de comer lechuga a diario
Esta simple verdura tiene multitud de beneficios y eso es gracias a sus vitaminas y minerales que trabajan mano a amano para otorgarnos unas cuantas propiedades esenciales para que todo funcione como es debido.
Facilita el descanso nocturno
Si tenemos algún tipo de problema para conciliar el sueño, por ejemplo, una época de estrés, cenar lechuga puede ser beneficioso, pero deberá ser una cena ligera sin grasas extras o ingredientes cargantes como bacon frito, ni salsas, con poco vinagre y sal.
Esto se debe a que la lechuga contiene lactucarium y este agente actúa como calmante del sistema nervioso. De ahí que cierta cantidad de lechuga, sin otros elementos activantes, puede favorecer el descanso. Nos referimos a no cenar con refrescos que tengan cafeína, por ejemplo.
Es saciante y perfecta para dietas
Si queremos perder peso, la lechuga es uno de los mejores aliados debido a su acción saciante. Es por esto por lo que al consumirla tendremos sensación de estómago lleno mucho más rápido que si no la comemos. Esto evitará que piquemos entre horas, reduciendo así las probabilidades de sufrir sobrepeso.
Esta verdura suele ser la estrella en muchas dietas donde hay un bajo aporte calórico y ya hemos visto el por qué en el apartado anterior. 100 gramos de lechuga apenas aportan calorías, no tiene grasa y es todo agua. Esto último es esencial, ya que refresca al organismo de forma natural.
Regula el azúcar en sangre y es buena para el asma
La verdura perfecta para los diabéticos y es gracias a las propiedades hipoglucemiantes, es decir, que ayuda a reducir el azúcar en sangre. Cabe decir que antes de consumirla, debemos preguntar a nuestro médico, ya que, dependiendo de nuestro caso clínico, puede no ser una buena opción, aunque también depende mucho de cómo nos comamos la lechuga.
Esta verdura también es beneficiosa para los pacientes asmáticos y hasta consigue reducir la tos, los mocos y la bronquitis, pero volvemos a lo mismo, hay que consultarlo antes con un médico que conozca nuestro caso.
Estimula los riñones
La lechuga favorece el normal funcionamiento de los riñones, aunque esto puede ser algo contraproducente y por eso lo explicaremos más adelante. Esta verdura favorece la limpieza de líquidos y toxinas del cuerpo gracias al efecto diurético, previniendo así cálculos renales, hipertensión obesidad e incluso posibles cánceres gracias a los betacarotenos, sobre todo cáncer de pulmón y de colon.
Contraindicaciones de comer lechuga
Es cierto que esta verdura no tiene apenas efectos adversos en nuestra salud, salvo casos excepcionales como las alergias. Lo que sí tiene son circunstancias contraproducentes, y es que una lechuga es portadora de infecciones por bacterias como la salmonella. Es decir, si no está bien limpia o bien tratada podemos contagiarnos y si estamos embarazadas el riesgo se quintuplica pudiendo llegar a perder al bebé.
Otra contraindicación es la acción diurética, y es que, si tenemos problemas renales, no se recomienda, ya que podría producirse un sobreesfuerzo de los riñones y eso no es bueno.