Los ácidos grasos Omega-3 son increíblemente importantes. Tienen muchos beneficios poderosos para la salud del cuerpo y cerebro. De hecho, pocos nutrientes se han estudiado tan a fondo como los ácidos grasos Omega-3.
Los ácidos grasos Omega-3 son nutrientes esenciales, lo que significa que el cuerpo no puede producirlos y deben provenir de los alimentos. A pesar de la importancia de los Omega-3, la mayoría de las personas no consumen suficiente cantidad. Por eso, es importante conocer su función y su efecto en el organismo.
Principales funciones
El Omega-3 tiene numerosas funciones con efectos positivos en la salud general. Así que muchos de estos beneficios sirven para mejorar la calidad de vida.
Combatir la depresión y la ansiedad
La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes en el mundo. Por su parte, la ansiedad, también un trastorno común, se caracteriza por la preocupación y el nerviosismo constantes. Curiosamente, los estudios indican que las personas que consumen Omega-3 regularmente tienen menos probabilidades de estar deprimidas.
Además, cuando las personas con depresión o ansiedad comienzan a tomar suplementos de Omega-3, sus síntomas mejoran. Hay tres tipos de ácidos grasos Omega-3 : ALA, EPA y DHA. De los tres, la EPA parece ser la mejor para combatir la depresión. De hecho, un estudio encontró que la EPA era tan efectiva contra la depresión como un fármaco antidepresivo común.
Proteger la salud de los ojos
El tipo DHA de Omega-3 es el ácido graso principal que forma la retina del ojo (capa de tejido en la parte posterior del ojo que detecta la luz y envía señales al cerebro para que pueda ver). El DHA es esencial durante el embarazo y durante la lactancia para apoyar el desarrollo saludable de los ojos en el feto y el bebé.
Sigue siendo importante a lo largo de la vida para la salud ocular. La investigación sugiere que los Omega-3 sirven para reducir el riesgo de problemas oculares como la degeneración macular relacionada con la edad (pérdida de la visión central).
Reducir los síntomas del TDAH en los niños
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno del comportamiento caracterizado por falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Varios estudios señalan que los niños con TDAH tienen niveles más bajos de ácidos grasos Omega-3 en la sangre.
Además, numerosos estudios observan que los suplementos de Omega-3 pueden reducir los síntomas del TDAH. Los Omega-3 ayudan a mejorar la falta de atención y la realización de tareas. También disminuyen la hiperactividad, la impulsividad, la inquietud y la agresividad.
Recientemente, los investigadores observaron que los suplementos de aceite de pescado eran uno de los tratamientos más prometedores para el TDAH.
Reducir los síntomas del síndrome metabólico
El síndrome metabólico es una colección de condiciones. Incluye obesidad central, también conocida como grasa abdominal, así como presión arterial alta, resistencia a la insulina, triglicéridos altos y niveles bajos de colesterol HDL “bueno”.
Es un problema importante de salud pública porque aumenta el riesgo de muchas otras enfermedades, incluidas las enfermedades cardíacas y la diabetes. Los ácidos grasos Omega-3 pueden mejorar la resistencia a la insulina, la inflamación y los factores de riesgo de enfermedades cardíacas en personas con síndrome metabólico.
Combatir la inflamación
La inflamación es una respuesta natural a las infecciones y daños en el cuerpo. Por lo tanto, es vital para la salud. Sin embargo, la inflamación a veces persiste durante mucho tiempo, incluso sin infección o lesión. Esto se llama inflamación crónica o a largo plazo.
La inflamación a largo plazo puede contribuir a casi todas las enfermedades occidentales crónicas, incluidas las enfermedades cardíacas y el cáncer. En particular, los ácidos grasos Omega-3 pueden reducir la producción de moléculas y sustancias relacionadas con la inflamación, como los eicosanoides inflamatorios y las citocinas.
Combatir las enfermedades autoinmunes
En las enfermedades autoinmunes, el sistema inmunológico confunde las células sanas con células extrañas y comienza a atacarlas. La diabetes tipo 1 es un excelente ejemplo, en el que el sistema inmunológico ataca las células productoras de insulina en el páncreas.
Los Omega-3 pueden combatir algunas de estas enfermedades y pueden ser especialmente importantes durante los primeros años de vida. Los estudios muestran que obtener suficientes Omega-3 durante el primer año de vida está relacionado con un riesgo reducido de muchas enfermedades autoinmunes, como la diabetes tipo 1, la diabetes autoinmune y la esclerosis múltiple.
Los Omega-3 también ayudan a tratar el lupus, la artritis reumatoide, la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y la psoriasis.
Aliviar el dolor menstrual
El dolor menstrual ocurre en la parte inferior del abdomen y la pelvis y, a menudo, se irradia a la parte inferior de la espalda y los muslos. Puede afectar significativamente su calidad de vida.
Sin embargo, los estudios demuestran repetidamente que las mujeres que consumen más Omega-3 tienen un dolor menstrual más leve. Un estudio incluso determinó que un suplemento de Omega-3 era más eficaz que el ibuprofeno para tratar el dolor intenso durante la menstruación.
Mejorar el sueño
Dormir bien es una de las bases de una salud óptima. Los estudios relacionan la privación del sueño con muchas enfermedades, como la obesidad, la diabetes y la depresión. Los niveles bajos de ácidos grasos Omega-3 se asocian con problemas para dormir en niños y apnea obstructiva del sueño en adultos.
Los niveles bajos de DHA también están relacionados con niveles más bajos de la hormona melatonina, que ayuda a conciliar el sueño. Los estudios en niños y adultos revelan que la suplementación con Omega-3 aumenta la duración y la calidad del sueño.