En la cocina española es muy común usar el ajo blanco como uno de los ingredientes más recurrentes para dar sabor a las comidas. El gazpacho, el salteado de verduras o el pollo al ajillo son algunas de las recetas que lo incluyen. La innovación ha llegado hace unos años con el ajo negro, un ingrediente de origen japonés que no teníamos muy integrado en nuestra gastronomía. Su color negro y su textura blanda lo hacen destacar por encima del ajo blanco, anque posee numerosos beneficios que a continuación de contamos.
El ajo, alimento fundamental en nuestra alimentación
Los expertos aseguran que el ajo está compuesto por sustancias y nutrientes imprescindibles para la salud (vitaminas, minerales y aminoácidos). De forma general, podemos decir que su consumo favorece la reparación de articulaciones, tendones, huesos y ligamentos.
El ajo negro, en concreto, aporta todos los aminoácidos esenciales, que son aquellos que el organismo no es capaz de fabricar y que debemos tomarlos en la alimentación.
Otro rasgo a destacar es que el ajo negro se somete a un proceso de maduración en el que su contenido en azúcar aumenta, por lo que tiene un sabor más dulce que el ajo y unas cuantas calorías más (180 vs 120 calorías por cada 100gr).
¿Qué beneficios aporta el consumo de ajo negro?
Mejora las defensas y la actividad microbiana
El consumo de ajo negro está relacionado con la mejora del sistema inmunitario, ya que aumenta la proliferación de linfocitos (glóbulos blancos que se enfrentan a las infecciones).
Además, su composición en alicina, ajoenos y trisulfuro de dialilo lucha directamente contra las bacterias responsables de infecciones u hongos como la cándida.
Antioxidante
Su alto contenido en vitamina C y en polifenoles (unas 7 veces más que el ajo blanco), supone una reducción de la actividad de los radicales libres (encargados del envejecimiento celular).
Previene enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer
El ajo disminuye la presión arterial, mejora la circulación sanguínea y ayuda a mantener los niveles de colesterol en sangre estables.
Asimismo, hay estudios que demuestran que la composición del ajo regula la actividad de algunas enzimas oxidativas y repara el ADN, por lo que podríamos prevenir algunos tipos de cáncer como el gástrico, el de mama o el de colon.
No solamente contiene estas propiedades beneficiosas el ajo negro, sino que el blanco también las aporta; aunque hay que tener cuidado de consumir el negro si somos intolerantes al blanco. Todas las personas con problemas de coagulación o bajo el consumo de anticoagulantes deberán evitar su consumo.
Adiós a la migraña
El dolor de cabeza viene precedido de un mal funcionamiento de la circulación sanguínea y del aumento de la presión arterial. El ajo negro contiene unas sustancias vasodilatadoras que influyen para reducir los dolores de cabeza y las migrañas.