En el sur de España han empezado a ser comunes las olas de calor, con todos los inconvenientes que esto implica. Hay muchas personas que salen a la calle en horas en las que las temperaturas son muy altas y no cuentan con una buena hidratación. Como resultado aparece la hipertermia, o golpe de calor. Esto ocurre cuanto nuestro cuerpo es incapaz de bajar su temperatura y sobrepasa los 40ºC. Los síntomas más comunes son los mareos, náuseas o dolor de cabeza, pero también puede tener un fatal desenlace.
Los niños y personas de tercera edad son el sector de la población con un riesgo más elevado, pero puede ocurrirle a cualquier persona que se exponga a una temperatura elevada o a un gran esfuerzo físico. Habrás visto casos de personas que se desmayan por hacer una larga espera para un concierto, por ejemplo. Lógicamente, el verano es la época en la que se registra un mayor número de golpes de calor, sobre todo si no sabemos hidratarnos bien.
Estoy esperando que me hagas la pregunta de «¿cuánta agua tengo que beber?». Te gustará saber que la hidratación no la consigues solamente a través del agua, existen numerosos alimentos con un gran contenido acuoso y que son cruciales para evitar deshidratarnos.
¿Qué opciones evitan el golpe de calor?
Cuando queremos evitar sufrir algún efecto negativo causado por el calor, en lo primero que pensamos es en estar acompañados por una botella fresquita de agua. Esto nos incitará a beber de manera continua, y a pequeños sorbos, aunque no tengamos «sed». Sin embargo, esta truco no es el único que podemos hacer para mejorar la hidratación.
Es cierto que el agua es la fuente principal de hidratación, pero existen variantes para motivarte a beber. Aunque no sean muy comunes, las infusiones calientes ayudan a mejorar el control de la temperatura corporal. Eso sí, no lo confundas con tomar comidas calientes (como un cocido), ya que las infusiones se digieren rápidamente pero la comida no.
Además, el agua reduce el dolor de cabeza, favorece a tener un correcto tránsito intestinal y mejora la digestión, por lo que reducirás las probabilidades de sufrir un golpe de calor.
Por otra parte, también puedes incorporar zumos y batidos naturales. Aunque son conocidos como «detox», evitar pensar en desintoxicarte y apuesta por una hidratación repleta de nutrientes. Hazlos con verduras y frutas, además de añadir agua fría para hacerlo más apetecible.
Aun así, recuerda que cualquier cosa en exceso es contraproducente para la salud. A pesar de que uses alimentos saludables, estás eliminando la fibra de todos ellos al triturarlos para beber. Lo ideal es tomar las frutas o verduras en su versión original para reponer nutrientes completos.
Elige alimentos ricos en agua
Si vas a tomar alimentos sin procesar, piensa en aquellos que tienen un alto porcentaje de agua. Estos te ayudarán a mantenerte hidratado cuando salgas a entrenar con altas temperaturas, además de llevar contigo una botella de agua. Algunos ejemplos muy adecuados son el pepino (95’7% de agua), la sandía (94’6%), el apio (94’4%), el tomate (93,9%), la espinaca (90’7%) o la naranja (86’34%).
Otro truco, bastante llamativo, es consumir moderadamente alimentos picantes. Esto hará que bebas con más frecuencia en las comidas y que favorezcan a los procesos de regulación de la temperatura y a la generación de sudor debido a la estimulación de los termosensores de la boca.
¿Pueden los alimentos producir hipertermia?
No hay ningún estudio que afirme que los alimentos provoquen un golpe de calor, pero sí pueden potenciar los síntomas y su aparición. Por ejemplo, hay que evitar consumir aquellos que favorecen a la retención de líquidos (café o sal). Por otra parte, los expertos desaconsejan tomar bebidas muy frías en poco tiempo. Hace unos días explicábamos por qué nos produce placer beber agua fría, pero siempre con moderación.
Los alimentos ricos en grasas saturadas tampoco ayudan, ya que provocan digestiones pesadas. Por ejemplo, aquellas carnes que se usan para las barbacoas típicas de verano, no aportan demasiados beneficios saludables. Este tipo de alimentos acelera la termogénesis (proceso por el que el cuerpo humano genera calor) y dificultan la digestión por el alto contenido proteico.