La exploración y avance de los probióticos ha experimentado un importante crecimiento en los últimos tiempos, con un auge de investigaciones científicas que avalan sus beneficiosas cualidades para el bienestar general. Sin embargo, muchas personas no saben qué son los probióticos y en qué contexto se deben utilizar.
Por ello, en este artículo vamos a contarte qué son los probióticos, sus características y en qué contextos se deben utilizar.
Qué son los probióticos
El crecimiento de la investigación no es lo único que se ha expandido. Los pacientes también comprenden cada vez más el importante papel que desempeña la microbiota en la salud, tal y como afirma el farmacéutico.
La cepa seleccionada de microorganismos vivos posee diversas propiedades y puede ayudar en procesos específicos. Los probióticos se definen como microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades suficientes, proporcionan una ventaja para la salud del huésped.
Comprender la importancia de la microbiota es crucial antes de profundizar en el tema de los probióticos. La microbiota está formada por microorganismos vivos que residen en la piel y las mucosas y están presentes en cada individuo. Desde la perspectiva de la farmacéutica, ya existen microorganismos dentro de la microbiota humana que sirven como probióticos. Sin embargo, estrictamente hablando, los probióticos se definen como microorganismos que se originan externamente al individuo y que se encuentran naturalmente en fuentes como los alimentos e incluso las heces.
Los microorganismos más utilizados como probióticos son las bacterias de los géneros Bifidobacterium y Lactobacillus, así como las levaduras del género Saccharomyces. Los lactobacilos y bifidobacterias son los preferidos por su estatus QPS de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y su amplio uso en pruebas de aptitud de probióticos, lo que ha resultado en una mayor cantidad de evidencia que respalda sus propiedades beneficiosas.
Comportamiento de los probióticos
Los autores de numerosos estudios enfatizan la importancia de reconocer que para que las cepas probióticas administradas por vía oral produzcan resultados ventajosos, deben resistir las circunstancias ambientales dentro del sistema digestivo. Esto incluye el impacto microbicida de la saliva, la acidez gástrica y las secreciones pancreáticas. También es importante tener en cuenta que la composición de las distintas secreciones, así como la duración del vaciado gástrico y la motilidad intestinal, pueden diferir según la edad y el estado de salud del individuo.
Teniendo en cuenta estos factores, el mecanismo de acción de cada tratamiento puede variar según el género y la cepa específica elegida para abordar un problema en particular. Sin embargo, se puede observar que existen distinciones generales entre ellos:
- La capacidad de adherirse a las membranas mucosas y competir eficazmente con el patógeno, impidiendo así su capacidad para hacerlo.
- Los microorganismos probióticos, al ser anaerobios estrictos, poseen la notable capacidad de generar compuestos antimicrobianos como los ácidos láctico, acético, propiónico y butírico a través de la fermentación de azúcares.
- Se puede decir que la producción de bacteriocinas, que son péptidos capaces de provocar la ruptura de bacterias patógenas, tiene propiedades bactericidas.
- La capacidad de generar peróxido de hidrógeno es particularmente importante entre los posibles candidatos a probióticos vaginales.
- La capacidad de unirse o coagregarse con patógenos específicos dificulta su capacidad para adherirse a las membranas mucosas.
- La capacidad de modular el sistema inmunológico se ha evaluado examinando el impacto de diferentes cepas en diversos aspectos de la inmunidad innata, adaptativa o adquirida.
¿Qué usos tienen?
En 2017, la Asociación Mundial de Gastroenterología (WGO) publicó una guía actualizada llamada «Probióticos y prebióticos», que abarca las aplicaciones clínicas de los probióticos respaldadas por evidencia científica sólida. Según las instrucciones de la guía, los siguientes elementos son de suma relevancia:
- Tratamiento y prevención de diarrea
- Alergia
- Encefalopatía hepática
- Inmunomodulación
- Enfermedad inflamatoria intestinal
- Síndrome de intestino irritable.
- Intolerancia a la lactosa
- Enterocolitis necrotizante
- Vulvovaginitis
- Mastitis subagudas y subclínicas
- Infecciones del tracto urinario
- Dermatitis atópica
- Salud bucodental
Relación entre los probióticos y el sistema inmunológico
La inmunomodulación destaca como una de las aplicaciones clínicas respaldadas por una fuerte evidencia científica. Múltiples estudios indican el potencial de varias cepas de probióticos para mejorar la respuesta inmune en personas sin problemas de salud.
Según los autores del manual mencionado anteriormente, «los probióticos tienen el potencial de administrarse a personas con determinadas afecciones, así como a personas que gozan de buena salud. Por ejemplo, se pueden utilizar para mejorar el sistema inmunológico y regular el sistema digestivo en preparación para viajar a un país diferente, como medida preventiva contra la diarrea del viajero, o para pacientes que tienen intolerancia a la lactosa o malabsorción.»
Para mejorar el sistema inmunológico, la compañía farmacéutica sugiere que las cepas probióticas que cuentan con el respaldo científico más sustancial en términos de inmunomodulación son «Lactobacillus plantarum CECT 7315 y CECT 7316». Sin embargo, también se han investigado cepas adicionales como «L. rhamnosus, L. acidophilus, Bifidobacterium lactis y B. longum».
Naturalmente, es fundamental comprender que la eficacia de estos probióticos dependerá de varios factores, entre ellos:
- La dosis, son dosis-dependientes.
- La cepa, son cepa-dependientes.
- La precocidad en la administración.
- El mantenimiento en el tiempo.
Se pueden lograr resultados óptimos iniciando el tratamiento con probióticos antes y manteniéndolo durante un período prolongado, lo que destaca la correlación directa entre el momento y la duración del tratamiento con el probiótico.
Es fundamental que el probiótico llegue eficazmente a su destino previsto y en la dosis adecuada para tener un impacto positivo. La dosis juega un papel importante en la determinación del resultado deseado. Además, es importante señalar que no todas las cepas de probióticos son universalmente efectivas. Algunas cepas pueden tener beneficios específicos, como modular el sistema inmunológico o aliviar la diarrea inducida por antibióticos, mientras que otras pueden no poseer estas propiedades. Esto pone de relieve la dependencia de las cepas de los probióticos. Por último, vale la pena considerar si es necesario el uso prolongado de probióticos.
Beneficios de ingerir probióticos
Gregorio Mazo destaca la evidencia científica que respalda el uso diario de probióticos durante un período prolongado, destacando sus efectos beneficiosos y asegurando que no se reporta ningún riesgo de sobredosis.
Según los autores de la guía, consumir probióticos de forma constante no supone ningún problema, ya que la evidencia científica respalda la idea de que su ingesta diaria mejora su eficacia. Estos probióticos tienen un impacto positivo en nuestra microbiota intestinal, lo que genera beneficios a largo plazo. Sin embargo, es crucial evaluar la relación riesgo-beneficio para cada individuo.
En cuanto a la posible dependencia asociada al uso prolongado de estos tratamientos, el farmacéutico aclara que el uso de probióticos no conduce a ningún tipo de dependencia corporal. Esto se debe a que estos microorganismos están presentes de forma natural en el organismo como parte integral de la microbiota.
De todos modos, recomiendan seguir las pautas del fabricante detalladas en la ficha técnica o en el envase del producto para garantizar la dosis adecuada del probiótico para lograr el resultado deseado. Además, es fundamental considerar la formulación para garantizar la consecución de estos efectos ventajosos.
El farmacéutico destaca la importancia de conservar estos productos, en particular los medicamentos y complementos alimenticios que contienen probióticos. Se aconseja almacenarlos en un ambiente fresco por debajo de los 25ºC y protegidos de la luz. Sin embargo, hay casos en los que es necesaria la refrigeración, manteniendo un rango de temperatura de 2ºC a 8ºC.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre qué son los probióticos y sus beneficios.