Las gambas son uno de los tipos de mariscos más consumidos. Es muy nutritivo y proporciona grandes cantidades nutrientes que no abundan en muchos otros alimentos, como el yodo.
Sin embargo, algunas personas afirman que las gambas no son saludables debido a su alto contenido de colesterol. Además, se cree las criadas en piscifactorías pueden tener algunos efectos negativos para la salud en comparación con las gambas capturadas en la naturaleza. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
Valor nutricional
Las gambas tiene un perfil nutricional bastante bueno. Son muy bajas en calorías, aporta solo 84 calorías en una porción de 85 gramos y no contiene carbohidratos. Aproximadamente el 90% de las calorías de los camarones provienen de las proteínas y el resto de las grasas saludable. Además, el mismo tamaño de porción proporciona más de 20 vitaminas y minerales diferentes, incluido el 50% de las necesidades diarias de selenio.
En una ración normal, de unos 85 gramos de gambas, obtenemos:
- Energía: 84 calorías
- Proteína: 18 gramos
- Selenio: 48% de la cantidad diaria recomendada
- Vitamina B12: 21%
- Hierro: 15%
- Fósforo: 12%
- Niacina: 11%
- Zinc: 9%
- Magnesio: 7%
Este marisco también es una de las mejores fuentes alimenticias de yodo, un mineral importante del que muchas personas tienen deficiencia. El yodo es necesario para la función tiroidea adecuada y la salud del cerebro. También son una buena fuente de ácidos grasos Omega-6 y Omega-3, así como de antioxidantes de astaxantina, que pueden tener una variedad de beneficios para la salud.
Tipos de gambas para uso culinario
En España consumimos mayormente la gamba blanca y roja, aunque es habitual encontrar otros tipos en las secciones de congelados de los supermercados.
Rosadas
Este tipo de gambas son muy comunes en los platos con mariscos. Como sugiere su nombre, son generalmente rosadas cuando están crudas, aunque algunas pueden ser blancas y grises también.
Estas gambas son de tamaño relativamente más pequeño y también se denominan ideales para ensalada porque se usan ampliamente para aportar sabores suaves y dulces en ensaladillas o platos frescos. Incluso son muy recomendables para aliños y platos dirigidos a la pérdida de peso o mantenimiento.
Marrones
Estas tienen una textura firme, una cáscara de color rojo pardusco y vienen en una variedad de sabores que pueden variar desde ligeramente dulces hasta salados o parecidos al yodo.
Se vuelven rosas al cocinarse y tienen un sabor único en comparación con otras gambas comestibles. Los chefs prefieren cocinarlas al vapor o hervir las gambas marrones sin demasiado aliño para disfrutar del sabor natural que tienen.
Blancas
Con unos casi veinte centímetros de largo, las gambas blancas tienen una textura firme y, por lo tanto, ofrecen una gran variedad de opciones de cocción a los chefs.
Por ejemplo, se pueden consumir después de hervir, cocinar al vapor, rellenar, asar a la parrilla, hornear o incluso freír. Podemos encontrarlas procedentes de varias partes del mundo, aunque en España podemos encontrarlas en las zonas atlánticas del país. Son una buena predilección para muchos chefs debido a su sabor clásico, textura firme, sabor dulce y facilidad de limpieza.
Tigre
Originarios de las aguas de los continentes asiático y africano, las gambas tigre también están disponibles tanto en piscifactorías como en variedades silvestre. Son fáciles de identificar por las rayas de tigre en el cuerpo y son famosos por su sabor suave junto con una textura firme.
Son una opción preferida para las personas que cocinan gambas por primera vez. Pueden crecer en tamaños gigantes de 30 centímetros de largo y son ideales para cocinar al vapor, asar a la parrilla o comer de varias otras formas.
Ventajas de comer gambas
Debido a que son bajos en carbohidratos y calorías y están llenos de nutrientes, son una opción ideal si estamos tratando de perder algunos kilos. Pero hay que tener cuidado con la manera en la que se cocina. Si preparamos gambas en una freidora o las añadimos a una salsa cremosa, terminaremos inclinando la balanza en la dirección incorrecta.
Contienen antioxidantes
El tipo principal de antioxidante en las gambas es un carotenoide llamado astaxantina. Esta es un componente de las algas que consumen las gambas. Por esta razón, son una fuente importante. De hecho, este antioxidante es responsable del color rojizo de sus células.
Cuando consumimos astaxantina, podemos ayudar a proteger contra la inflamación al evitar que los radicales libres dañen las células. Se ha estudiado por su papel en la reducción del riesgo de varias enfermedades crónicas. También hay estudios que han encontrado que la astaxantina puede ayudar a fortalecer las arterias, lo que puede reducir el riesgo de ataques cardíacos. Incluso puede ayudar a aumentar los niveles de colesterol HDL «bueno», un factor importante en la salud del corazón.
Además, la puede ser beneficiosa para la salud del cerebro. Las propiedades antiinflamatorias pueden prevenir el daño a las células cerebrales que a menudo conduce a la pérdida de memoria y enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
Favorece la pérdida de peso
Las gambas pueden ser una gran fuente de proteínas y vitamina D, sin añadir carbohidratos a la ingesta diaria. Así que las personas decididas a perder peso pueden beneficiarse de este marisco. Los niveles posiblemente altos de zinc también son beneficiosos, ya que el zinc es una forma que puede aumentar los niveles de leptina en el cuerpo. La leptina es una hormona y es una parte integral de la regulación del cuerpo del almacenamiento de grasa, el apetito y el uso general de energía en el cuerpo. Al aumentar los niveles de leptina en el cuerpo, las personas pueden evitar problemas comunes como comer en exceso y antojos inexplicables de comida después de estar saciados-
También tiene niveles altos de yodo, que pueden ayudar a controlar cuánta energía se gasta cuando el cuerpo está en reposo. También puede interactuar con la glándula tiroides para acelerar la actividad de la tiroides, ayudando a las personas a perder peso, o al menos a prevenir un aumento extra.
Mejoran la salud del cerebro
Las gambas tienen altos niveles de hierro, que es un componente mineral fundamental en el proceso de unión con el oxígeno en la hemoglobina. Con hierro adicional en el sistema, se puede producir un aumento del flujo de oxígeno a los músculos, lo que proporciona fuerza y resistencia, al mismo tiempo que aumenta el flujo de oxígeno al cerebro.
Los estudios sugieren que la astaxantina que se encuentra en las gambas puede ayudar a mejorar el rendimiento de la memoria, la supervivencia de las células cerebrales y reducir el riesgo de enfermedades inflamatorias del cerebro.
¿Tienen alto contenido en colesterol?
La principal causa de restricción de gambas es por su alto contenido de colesterol. En 85 gramos encontramos 166 mg de colesterol. Eso es casi un 85% más que la cantidad de colesterol en otros tipos de pescados, como el atún. Muchas personas temen consumir alimentos con alto contenido de colesterol por la creencia de que aumentan el colesterol en la sangre y, por lo tanto, promueven las enfermedades cardíacas.
Sin embargo, la ciencia muestra que este puede no ser el caso para la mayoría de las personas, ya que solo una cuarta parte de la población es sensible al colesterol de la dieta. Por lo demás, el colesterol de la alimentación solo puede tener un pequeño impacto en los niveles de colesterol en sangre.
Además, las gambas contienen varios nutrientes que pueden mejorar la salud, como los ácidos grasos Omega-3 y los antioxidantes astaxantina. La investigación también ha demostrado que las personas que consumen gambas con regularidad no tienen un mayor riesgo de enfermedad cardíaca en comparación con quienes no las comen.
Aunque se necesita más investigación para explorar el papel de la gamba en la salud del corazón, tiene una variedad de propiedades beneficiosas que pueden superar el contenido de colesterol.
¿Por qué hay gente alérgica a las gambas?
Los mariscos, incluidas las gambas, se clasifican como una de las ocho principales alergias alimentarias, junto con el pescado, los cacahuetes, el trigo, la leche y la soja. El desencadenante más común de las alergias a las gambas es la tropomiosina, una proteína que se encuentra en los mariscos. Otras proteínas que pueden desencadenar una reacción alérgica son la arginina quinasa y la hemocianina.
Los síntomas de las alergias a las gambas varían y pueden incluir hormigueo en la boca, problemas digestivos, congestión nasal o reacciones cutáneas después de comerlas. Algunas personas con alergias a este marisco también pueden tener reacciones anafilácticas. Esta es una reacción peligrosa y repentina que puede provocar convulsiones, pérdida del conocimiento e incluso la muerte si no se trata de inmediato.
En algunos casos, incluso los vapores de cocinar gambas pueden desencadenar una reacción. Por lo tanto, las personas con alergia a este animal también deben evitar situaciones en las que puedan entrar en contacto indirectamente con él.
Cómo elegir gambas de alta calidad
Es importante elegir gambas frescas de buena calidad que no estén dañadas, infectadas o contaminadas. Cuando compremos gambas crudas, debemos asegurarnos de que estén firmes. La cáscara debe ser translúcida y de color verde grisáceo, bronceado rosado o rosa claro. Los bordes ennegrecidos o las manchas negras en las conchas pueden indicar pérdida de calidad.
Además, las gambas crudas y cocidas deben tener un olor suave, parecido al del océano o mar salado. Es probable que con un olor abrumador a «pescado» o similar al amoníaco se echen a perder y no sean seguras para consumir. También debemos asegurarnos de que las cocidas sean de textura firme y blancas con un ligero tinte rojo o rosado.
Además, es importante comprar gambas de una pescadería de calidad y reputación que pueda responder a preguntas sobre el país de origen y las prácticas de manejo de las gambas.