¿Es bueno comer langostinos?

Un plato de pasta con langostinos

Los langostinos son muy típicos en ciertas fechas señaladas, aunque hay quien los come con mayor frecuencia y es ahí donde entran las dudas y los miedos. Vamos a ver cómo de bueno y de malo es comer langostinos. También conoceremos los principales beneficios de este marico para nuestro organismo.

Comer langostinos se ha reservado siempre para unos pocos afortunados, pero ahora es más común verlos en las mesas, ya que muchas grandes superficies han democratizado (un poco) el acceso a este tipo de mariscos bajando el precio.

Aun así, no se come tanto como a más de uno le gustaría, pero puede que ese nos esté salvando de ciertas enfermedades como el ácido úrico. Comer langostinos es bueno, no vamos a negarlo, pero hay que tener ciertas cosas claras, ya que, como todo en la vida, las cantidades y la frecuencia son claves.

Por ejemplo, si tenemos una dieta muy saludable, y un día se nos antoja una tostada con Nutella, no pasa absolutamente nada. Lo negativo es comer Nutella todos los días o más de 2 veces a la semana.

Porciones recomendadas

Los expertos recomiendan comer marisco 3 veces a la semana, siempre y cuando estemos muy sanos, ya que tal hay como augura el título, comer langostinos es saludable, pero hay que tener cuidado con las cantidades.

Hay ocasiones importantes en las que nos damos atracones, y no es bueno darse atracones, y mucho menos de maricos. Un consumo excesivo de mariscos da lugar a graves problemas de salud, entre los que se encuentran las intoxicaciones si está mal cocinado, las alergias, reacciones y la subida del ácido úrico en la sangre.

No existe una cantidad exacta máxima que cada persona puede comer, ya que en este tupo de alimentos se echa mano del sentido común y, como decimos, celebrar un día es muy importante para la salud psicológica, pero los excesos no son buenos.

Los expertos comentan que unas 6 o 7 piezas de langostinos es más que suficiente para un adulto sano. Si tenemos problemas de salud, habría que reducir la cantidad o directamente no comer langostinos. Siempre hay que seguir las recomendaciones de nuestro médico.

Valor nutricional de los langostinos

Este tipo de marisco tiene unos valores nutricionales muy interesantes y es por esto por lo que se incluyen en la pirámide alimenticia. 100 gramos de langostinos aportan a nuestro organismo multitud de vitaminas y minerales muy importantes para el correcto funcionamiento. No es obligatorio comerlos, así que mejor no obsesionarse, ya que esas vitaminas y minerales se encuentran en otros alimentos.

Un plato de langostinos soin cabeza

Comer langostinos nos aporta vitamina B1, B2, B3, B6, B9, B12 y vitamina E. Asimismo, los minerales que obtenemos de este alimento son magnesio, selenio, sodio, calcio, yodo, zinc, hierro y fósforo. Siguiendo con los valores nutricionales de este marisco, cabe decir que 100 gramos son unas 110 kilocalorías, unos 24 gramos de proteínas, 1,5 gramos de hidratos de carbono, ácidos grasos omega 3 y menos de 1 gramo de grasa.

Su tabla nutricional es muy buena, pero no por ello debemos aventurarnos a comer muchos langostinos. Recordemos que no es lo único que vamos a comer en esa cena o almuerzo. Habrá carne, pescado, más tipos de mariscos, seguramente algo de alcohol, un postre azucarado, etc. Hay que tener cuidado con el consumo de calorías si tenemos una vida sedentaria.

Tipos de langostinos y cómo elegir el más fresco

Pocos lo saben, pero hay diferentes tipos de langostinos y hoy vamos a conocerlos todos. Además, también aprenderemos elegir a los más frescos de la pescadería o de la sección de congelados.

  • Tigre gigante: son de Asia principalmente, pero también se encuentran en la zona del Sur de África. Se les reconoce porque tienen bandas en los laterales, de ahí su nombre.
  • Tigre marrón: suelen proceder del Océano Índico, también presentan bandas en los laterales, pero en este caso son de color marrón.
  • Tigre verde: estos langostinos tienen un cuerpo atigrado también, pero de color verdoso, y son de origen australiano, Japón y la India.
  • Ecuatorial: como su propio nombre indica, son del Pacífico y tienen un tono más uniforme sin tanta banda.
  • Marfil: con un tono marfil en todo su cuerpo, estos langostinos son del oeste del continente africano.
  • Trasmallo: son los más comunes en España y se localizan en el litoral andaluz, especialmente en la bahía de Cádiz y en Huelva.

Para elegir los más frescos siempre hay que ir a establecimientos de máxima confianza y con buena reputación. Comprar solo aquellos que estén vivos o bien congelados, y desechar los restos que hay en las pescaderías a última hora de la tarde.

El marisco debe oler a mar, si huele fuerte o desagradable, no comprarlo bajo ningún concepto, ya que podríamos terminar intoxicados por los macroorganismos.

Beneficios principales

Ha quedado claro que los langostinos son saludables, pero que tenemos que cuidar las cantidades y la frecuencia de consumo. Teniendo esto claro, vamos a ver qué beneficios nos aporta comer este tipo de mariscos a lo largo de la semana o del mes.

Bueno para los huesos

Gracias al aporte de fósforo, se contribuye a la formación y el desarrollo de los huesos y los dientes, también favorece la secreción de leche materna, la formación de tejidos musculares, favorece el rendimiento intelectual y la memoria.

El calcio es otro mineral que se obtiene al consumir langostinos y gracias a esto podemos mantener funciones importantes como el crecimiento y mantenimiento de todo nuestro organismo. También ayuda a la coagulación de sangre, a la relajación y contracción de los músculos y al fortalecimiento de huesos y dientes.

Ayuda en la síntesis del material genético

Los langostinos nos aportan vitamina B12 y es una de las vitaminas más importantes para el organismo. Esta vitamina es relativamente escasa en dietas vegetarianas y su presencia es nula en dietas veganas, de ahí que se recomiende la suplementación.

Esta vitamina, junto con la vitamina E, intervienen en el proceso de síntesis del material genético de todo el organismo. Desde la célula más pequeña hasta las neuronas. Aparte también se encargan de producir hormonas sexuales y glóbulos rojos.

Un plato de langostinos en salsa

Previene la anemia

Gracias al contenido en hierro, podemos prevenir, que no es lo mismo que curar, la anemia ferropénica. Es una de las anemias más comunes y se detecta al sentir fatiga, mareos, piel pálida, dolores de cabeza, pies y manos frías, uñas que se rompen con facilidad, debilidad, etc.

Los langostinos ayudan a completar nuestra alimentación, la cual ha de ser muy variada y rica en vegetales, legumbres, frutos secos, semillas, frutas y en última instancia en productos cárnicos, y lo que menos carnes rojas, ya que está demostrada su relación con la aparición de cáncer.

Son ricos en proteínas

Como hemos visto en los valores nutricionales, los langostinos tienen una media de unos 24 gramos de proteínas, y eso los convierte en uno de los alimentos con mayor aporte de proteínas. El problema es que son un marisco del que no se puede abusar, y con eso nos referimos a que no podemos comerlos a diario como sí podemos comer lácteos, pollo, frutos secos o frutas a diario.

Ayuda a perder peso

Cualquiera que quiera perder peso sabe la importancia de crear un déficit de calorías. Los langostinos son bajos en calorías y están rellenos de proteínas, que se sabe que aumentan la sensación de saciedad. Entonces, una taza de langostinos nos mantendrá más saciados que, digamos, una ensalada mixta, pero aún así mantendremos bajo el conteo de calorías.

Los alimentos ricos en proteínas y bajos en carbohidratos, como los langostinos, ayudan a las personas a perder peso (si ese es el objetivo) sin sentirnos privados de comer.

Mejora la presión arterial

Si dejamos atrás el cóctel de marisco o los langostinos fritos, estos crustáceos se convierten en una fuente de proteína magra. Y esas son buenas noticias para el corazón.

Se ha demostrado que la dieta mediterránea, que hace hincapié en las proteínas magras sobre las proteínas grasas, reduce el riesgo de enfermedades cardíacas. Los langostinos también contienen colina, que podría evitar problemas cardíacos al reducir la presión arterial.

Riesgos de comer langostinos

Entre los mariscos más «peligrosos» están los langostinos, al igual que las gambas. Este peligro está relacionado con los metales que hay en el interior del langostino. Seguro que alguna vez hemos oído eso de «no hay que chupar la cabeza de los langostinos». Esto se debe a que este marisco, al igual que las gambas, tiene su sistema digestivo en la cabeza y ahí se acumula el cadmio.

Este mismo metal está presente en otros mariscos crustáceos, pero en lo que respecta a los langostinos, solo debemos chupar e ingerir las partes comestibles del langostino y abandonar la manía de comer también sus cabezas. El cadmio no se elimina, sino que se acumula en nuestro organismo, concretamente se concentra en el hígado y en los riñones, teniendo consecuencias graves.

Otros peligros de comer langostinos es el ácido úrico que puede provocar gota, también existen peligros con el colesterol y la hipertensión. Aparte de que comer mariscos crudos está lleno de riesgos por contraer enfermedades, por eso hay que cocerlos siempre o mantenerlos congelados y no romper la cadena de frío.

Los mariscos, incluidos los langostinos, se clasifican como una de las nueve principales alergias alimentarias. El desencadenante más común de las alergias a los langostinos es la tropomiosina, una proteína que se encuentra en los mariscos. Otras proteínas que pueden desencadenar una reacción alérgica incluyen la arginina quinasa y la hemocianina.

Los síntomas de las alergias a los langostinos varían y pueden ser hormigueo en la garganta, problemas digestivos, dificultades para respirar y reacciones en la piel.  Algunas personas con alergias también pueden tener reacciones anafilácticas. Esta es una reacción repentina y peligrosa que puede provocar convulsiones, pérdida del conocimiento e incluso la muerte si no se trata de inmediato.

¿Quién no debe comerlos?

Los langostinos son buenos, ya ha quedado más que claro, pero no son buenos para todos, puesto que aquellas personas que tengan colesterol alto, gota, hipertensión, alergias, problemas estomacales etc. no deben comer este marisco bajo ningún concepto.

Si tenemos colesterol alto, gota e hipertensión, no debemos comer langostinos ni, aunque nos regalen una caja todos los días. Nuestra salud y nuestra vida está en juego.

Aquellas personas con alergias los marisco tampoco deberían, aunque solo sea una urticaria, puede complicarse y terminar con una reacción alérgica que nos impida respirar. Ante cualquier duda de haber consumido mariscos, hay que acudir rápidamente a urgencias.

Si nuestra vida no es muy activa y nuestra alimentación no es saludable diariamente, lo mejor será no comer demasiados langostinos, además, si no tenemos consciencia de nuestro estado de salud interno (tensión, colesterol, problemas estomacales, etc.) lo mejor es no comerlos.


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