Trucos para evitar llorar cortando cebolla

persona cortando cebolla

La cebolla es una de las verduras frescas más consumida, ya sea picada, frita o salteada. Pero cortar en pedazos suele provocar un incómodo lagrimeo y llanto en los ojos, acompañado de secreción nasal.

Y, aunque puede ser emocionante, lo cierto es que las lágrimas que derramas al picar cebollas no son provocadas por ningún tipo de emoción. Tan solo es un reflejo por la exposición a irritantes. Para evitar que esto siga sucediendo, continua leyendo para conocer por qué la cebolla hace que lloremos cuando la cortamos.

¿Por qué la cebolla provoca que lloremos?

Realmente, este alimento no te hace llorar tal y como conocemos este acto. Es decir, la piel de cebolla contiene productos químicos, llamados sulfóxidos, que cuando se corta, dañan la piel de la hortaliza. Este daño convierte los sulfóxidos en una sustancia química súper molesta. La cebolla la libera en el aire y luego entra en los ojos. Es por eso que tu visión comienza a ser borrosa, aparecen las lágrimas para eliminar el químico y pican los ojos.

Hay muchos tipos diferentes de cebollas, incluso algunas producen menos lágrimas. Normalmente, las del tipo amarillas, rojas y blancas generan una reacción química más severa porque tienen muchos compuestos que contienen azufre. En cambio, los tipos más dulces, como las cebollas verdes, tienen menos azufre, son menos picantes y producen menos lágrimas.

También, gracias a la transformación genética, los científicos han creado variedades de cebolla que no produzcan lagrimeo. Aunque es cierto que aún no se venden en masa de manera accesible.

hombre cortando cebolla

Remedios para cortar cebolla sin llorar

Sabemos que muchas personas evitan este alimento con tal de no pasar un mal rato, así que si no fuera tan molesto, seguramente aumentaríamos su consumo.

Mete las cebollas en el frigorífico

A pesar de que los expertos recomiendan tener las cebollas en un lugar fresco y oscuro (como puede ser un cajón en la despensa), meterlas en el frigorífico puede ser una gran idea. Intenta meterlas mínimo 30 minutos antes de empezar a cocinar para evitar que la sustancia química se libere tan fácilmente cuando está fría. Es cierto que las manos se sienten como si estuvieran a punto de congelarse, pero no aparecen las lágrimas en ningún momento.

Si se te ha olvidado meterlas en el frigorífico y tienes prisa por cortarlas, puedes meterlas unos minutos en el congelador. Vigila que no se congele, y así podrás cortarla sin demasiado problema.

Usa agua

Si quieres reducir o eliminar las lágrimas, el truco de lavar las cebollas con agua fría disminuye los compuestos de ácido sulfúrico. Tan solo hay que enfriar la cebolla en un recipiente con agua helada durante 30 minutos antes de cortarla. Incluso, hay quienes dicen que sus ojos se irritan menos si dejan correr el agua mientras cortan cebollas.

También hay personas que prefieren cortarlas sumergidas en agua fría. Esto puede ser contraproducente porque crearán chispas al echarlas sobre una sartén con aceite.

Ponte gafas

Si los ojos son la zona más sensible y quieres acabar con el llanto, lo mejor que puede hacer es cubrirlos. Y, aunque parezca una opción descabellada y algo loca, las gafas funcionan.

Eso es porque evitan que los químicos de la cebolla entren en contacto con los conductos lagrimales. Tan solo tienes que asegurarte de que te quejen bien sujetas y ajustadas. No valdrán unas de vista o de sol, pero sí unas de buceo o natación.

Corta la cebolla correctamente

Afilar el cuchillo es también un consejo útil en general para cocinar de forma segura. Pero un cuchillo afilado hace más que cortar sin problemas, ya que ayuda a disminuir el daño a las células de la cebolla, lo que puede reducir la liberación del molesto químico.

También es interesante la manera de cortarlas, ya que puede ayudar a reducir el llanto hasta cierto punto. Algunos chefs recomiendan cortarla en rodajas para que el vapor de la cebolla no suba directamente a los ojos. Incluso, puedes poner la cebolla poca abajo en la tabla para evitar cortarla de lado. Es más complicado de conseguir, pero te aseguras que los gases no suban.

Muerde un trozo de pan

Puede parecer ridículo aguantar un trozo de pan mordido con los dientes, sin comerlo y mientras cortas cebolla. Pero funciona y no se trata de un invento mágico.

Sostener un trozo de pan entre los dientes y los labios ligeramente abiertos hace que la textura esponjosa del pan absorba algunos de esos químicos nocivos antes de que puedan subir hacia los ojos. Lógicamente, intenta que el pan no esté duro para que pueda acaparar todos los químicos posibles. Además, ¿a quién no le gusta un pequeño bocadillo? Por supuesto, no recomendamos ingerir el trozo que queda fuera de la boca, ya que el sabor a cebolla está asegurado.

persona cortando cebolla

Quita la raíz de la cebolla

Independientemente de cómo las cortes, intenta evitar cortar la cebolla cerca del extremo de la raíz. Esta es la parte que contiene la mayor concentración de compuestos sulfúricos que pueden hacerte llorar.

Como la fuerza del químico se concentra más en la raíz de la cebolla, si la quitas estarás limitando la exposición al ácido. Pero ten cuidado de evitar cortar la raíz a la mitad, ya que esto empeoraría la situación.

Compra otras versiones de cebolla

El sabor característico de la cebolla fresca puede ser difícil de replicar. Pero es posible que quieras sustituirlas en la cocina si es habitual que causen síntomas oculares molestos e incómodos.

Algunas alternativas que puedes probar son las cebollas precortadas (frescas o congeladas), cebolla seca o cebolla en polvo o usar otros alimentos que no generen lagrimeo, como ajo, puerros o cebolletas.

Rocía la tabla de cortar con vinagre

Algunos dicen que esparcir una pizca de vinagre en la tabla de cortar podría ayudar a ralentizar la reacción química desgarradora.

Supuestamente, el ácido del vinagre desnaturaliza la enzima que desencadena la producción del irritante. No obstante, hay que tener en cuenta que, a no ser que estés buscando añadir vinagre a la receta, debes pensar que afectará el sabor y el color de la cebolla.

Ventila el vapor

Un ventilador apuntando a la cebolla es una de las principales recomendaciones para evitar llorar. Esto ayudará a empujar la sustancia en la otra dirección, lejos de los ojos. Puedes usar un ventilador de pie o uno pequeño sobre la encimera. Evita los que son de techo, ya que esto hará que se esparzan los gases por toda la cocina.

Hacer funcionar el extractor de aire o la campana podría funcionar, pero dependiendo de donde estés colocado, también podría ser contraproducente y atraer el químico hacia tu cara y ojos.


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