
Reducir la ingesta de sodio es una de las estrategias más eficaces para mantener una presión arterial saludable y cuidar el corazón. En nuestra alimentación diaria, muchas veces sin darnos cuenta, consumimos más sodio del recomendado, lo que puede llevar a problemas de salud como la hipertensión arterial. Adaptar nuestra dieta y elegir alimentos con bajo contenido de sodio puede marcar una gran diferencia en nuestra calidad de vida. Puedes leer más sobre los alimentos bajos en sodio para hacer cambios significativos en tu dieta.
En esta guía, exploraremos en detalle los mejores alimentos bajos en sodio, cómo leer correctamente las etiquetas nutricionales, recetas recomendadas y consejos prácticos para reducir el consumo de sal sin sacrificar el sabor. Con estos cambios, podrás cuidar de tu salud cardiovascular sin renunciar a una alimentación equilibrada y deliciosa.
¿Por qué es importante una dieta baja en sodio?

El sodio es un mineral esencial para diversas funciones del organismo, pero su consumo en exceso puede ser perjudicial. El exceso de sodio en la dieta contribuye a la retención de líquidos, lo que aumenta el volumen sanguíneo y eleva la presión arterial. Esto, a su vez, incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal. Si deseas aprender a prevenir la retención de líquidos, consulta nuestros consejos para lograrlo.
Las principales organizaciones de salud, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la American Heart Association (AHA), recomiendan limitar el sodio a menos de 2.300 mg al día, e idealmente, reducirlo a 1.500 mg para personas con presión arterial alta.
Alimentos recomendados con bajo contenido de sodio

Incorporar productos frescos y naturales es la mejor manera de reducir la ingesta de sodio sin comprometer la nutrición. Aquí tienes una lista de alimentos recomendados:
Verduras y frutas
- Frutas frescas: manzanas, naranjas, plátanos, mangos, fresas.
- Verduras frescas: espinaca, zanahoria, brócoli, pimiento, remolacha.
- Verduras congeladas sin salsas añadidas.
- Zumos de frutas y verduras sin sal ni azúcares añadidos.
Granos integrales
- Arroz integral, quinoa y avena.
- Pasta y cuscús integrales.
- Cereales sin azúcares añadidos y bajos en sodio.
Proteínas saludables
- Pescado fresco o congelado, como el salmón y la trucha.
- Pechuga de pollo sin piel.
- Legumbres como garbanzos, lentejas y frijoles.
- Huevos y frutos secos sin sal añadida.
Productos lácteos bajos en sodio
- Leche y yogur bajos en grasa.
- Quesos bajos en sodio como ricotta o mozzarella fresca.
Cómo leer las etiquetas nutricionales para reducir el sodio
Uno de los puntos clave para reducir el consumo de sodio es aprender a leer bien las etiquetas de los productos. Aquí tienes algunos consejos:
- Busca productos con menos de 140 mg de sodio por porción.
- Evita alimentos que contengan “sal” o “sodio” en los primeros cinco ingredientes.
- Prefiere productos etiquetados como “bajo en sodio”, “sin sal añadida” o “sodio reducido.”
Para entender mejor el contenido de sodio en los alimentos, es importante conocer las , lo cual puede ayudarte a tomar decisiones más informadas.
Consejos para reducir el sodio en la cocina
Reducir la sal no significa renunciar al sabor. Aquí te dejamos algunas estrategias para lograr platos deliciosos sin necesidad de añadir sodio:
- Usar hierbas y especias: orégano, albahaca, pimienta, comino, jengibre, ajo y cebolla.
- Cocinar en casa para controlar los ingredientes.
- Evitar los alimentos procesados y elegir versiones frescas y naturales.
- Utilizar cítricos y vinagres para dar sabor sin añadir sal.
Si estás buscando recetas que se adapten a estas recomendaciones, prueba con una deliciosa ensalada de quinoa y calabaza que es nutritiva y baja en sodio.
Alimentos con alto contenido de sodio que debes evitar

Algunos alimentos contienen cantidades elevadas de sodio y es recomendable evitarlos o reducir su consumo:
- Embutidos y carnes procesadas: jamón, salchichas, tocino.
- Comidas rápidas y enlatadas.
- Snacks salados como papas fritas y frutos secos con sal.
- Salsas y condimentos comerciales: kétchup, salsa de soya, aderezos.
Adoptar una dieta baja en sodio es una de las mejores decisiones para mejorar la salud. A través de pequeños cambios en la alimentación, como preferir alimentos frescos, leer etiquetas nutricionales y reducir el uso de sal en la cocina, es posible mantener una presión arterial estable y prevenir enfermedades cardiovasculares. Elegir ingredientes naturales y equilibrados no solo beneficia al corazón, sino que también permite disfrutar de una alimentación más variada y sabrosa.
