Lo más curioso de todo es que la principal fuente de vitamina D no se come ni se bebe, sino que se convierte en un arma de doble filo. Sí, nos referimos al Sol, gracias a él obtenemos vitamina D, pero su extrema exposición o hacerlo sin protección, podría resultar peligroso para nuestra salud. Pero no solo debemos esperar al verano para obtener vitamina D, sino que debemos adquirirla durante todo el año, y para eso estamos nosotros aquí, para decir qué alimentos son ricos en Vitamina D.
Sabemos de sobra que tenemos que llevar una dieta lo más variada posible y equilibrada al máximo, aparte de alejarnos de productos azucarados y ultraprocesados, las grasas saturadas, los alimentos precocinados, el aceite de palma, el exceso de sal, etc.
La vitamina D es esencial para el organismo porque ayuda al cuerpo a absorber el calcio que fortalece los huesos y los dientes, previniendo así la osteoporosis. Asimismo, esta vitamina tiene un papel importante en el sistema inmunológico, el sistema nervioso y en el sistema esquelético muscular.
Alimentos ricos en vitamina D
En el mercado actual y a nuestro alcance existen una serie de alimentos que contienen vitamina D y es lo que venimos a repasar. De esta forma sabremos qué alimentos podemos introducir regularmente a nuestra dieta para darle a nuestro organismo un nutriente tan esencial como este.
Aceite de hígado de bacalao
Es el alimento que más vitamina D tiene, de hecho, es muy común tomarlo a modo de suplemento. Tanto es así que una cucharada de este tipo de aceite, ya es el 100% de la cantidad de vitamina D diaria que necesita nuestro cuerpo. Aparte de ese nutriente nos aporta otros que también son esenciales para el normal funcionamiento del organismo, como, por ejemplo, vitamina A y ácido omega 3.
Al tomar este aceite ayudamos a fortalecer los tejidos, mejora la salud de la visión, reduce las enfermedades intestinales, etc. Si decidimos suplementarnos con el aceite de hígado de bacalao, deberá ser bajo recomendación médica, ya que un exceso de vitamina D en el cuerpo puede causar náuseas y vómitos, debilidad, dolor de huesos, problemas de riñón, cálculos de calcio, etc.
Huevos
Este alimento casi nunca falta cuando se trata de un recopilatorio sobre vitaminas o minerales y es que los huevos son completos casi al 100%, concretamente la yema. Es cierto que no está entre los alimentos que más vitamina D tienen, pero al ser tan completos y contar con el nutriente protagonista del artículo no queríamos dejarlo fuera de la lista.
Aparte de esa vitamina, el huevo también aporta B1, B2 y B6, A, E y B12, varios minerales, ayuda a combatir el exceso de peso, reduce el riesgo de sufrir enfermedades, favorece el desarrollo del cerebro, etc.
Pescado azul
Por si hay algún despistado en la sala, el pescado azul son el salmón, el atún, las sardinas, la caballa, etc. A parte de la multitud de vitaminas y minerales y de beneficios que tienen para el organismo. Se trata de pescados grasos, pero en el mejor sentido de la palabra y están cargado de mega 3 y 6, así como de proteínas.
A la vez que le damos vitamina D a nuestro cuerpo, también estamos bajando los niveles de triglicéridos, reduciendo la presión arterial, favoreciendo la vasodilatación, etc. Un cúmulo de propiedades beneficiosas por solo comer pescado azul de vez en cuando, de ahí que los médicos recalquen tanto la importancia de añadirlos a la dieta.
Mariscos
Siguiendo con alimentos que viene de debajo del mar, encontramos los mariscos. Se tratan de una fuente de vitamina D, en especial las ostras, las gambas, los langostinos, las almejas, etc.
pero el marisco es un arma de doble filo, ya que, igual que aporta beneficios, también tiene contraindicaciones, sobre todo para personas con el ácido úrico alto. Este tipo de aliento suele provocar muchas intolerancias, alergias y reacciones alimentarias.
Entre los beneficios, el marisco, más allá de aportar vitamina D, nos da otros nutrientes esenciales para el organismo, como calcio, sodio, yodo, magnesio, zinc, potasio, fósforo, hierro y vitaminas A, B y E.
Setas
Con las setas pasa algo muy curioso y es que, según un estudio de la Universidad de Boston, las setas expuestas al Sol, son capaces de convertir la radiación ultravioleta en vitamina D. Tanto es así que hay un tipo de champiñón llamado Portobello que se emplea en suplementos de vitamina D.
A pesar de este truco de magia, la cantidad de vitamina D es escasa en las setas, aun así, este alimento aporta otras vitaminas y minerales: hierro, fósforo, yodo, magnesio, selenio, calcio, potasio, zinc, vitaminas A, B1, B2, B3 y C.
Leches y derivados lácteos
En los lineales de los supermercados hay multitud de productos lácteos, pues de entre todos esos, el que siempre hay que elegir la leche entera, los yogures sin descremar, la mantequilla y los quesos curados. Todos ellos son los productos lácteos que más vitamina D aportan al organismo y esto es muy positivo porque dado lo fácil que es de consumir, favorece que grandes y pequeños estén bien nutridos todo el año y casi sin problemas.
Si optamos por leches semis, normalmente suelen tener la vitamina D añadida, así como otras vitaminas como la E, K, y A. No es mala elección, pero siempre damos el mismo consejo, hay que elegir el producto original, no el sustituto. En este caso, es mejor elegir la leche entera.
Nueces
Los frutos secos, al igual que las semillas, son unos alimentos esenciales para nuestro día a día. En concreto las nueces son ricas en vitamina D, aparte de B1, B2, B3, B6, B9 y E. También tiene minerales esenciales como fósforo, potasio, magnesio, zinc, cobre y manganeso. Sin olvidarnos del omega 3 y el omega 6.
Las nueces son muy versátiles y se pueden usar tanto con dulce como con recetas de salado como bizcochos y pizzas, o ensaladas, cremas de verduras, salsas, tarta de manzana, canapés cremosos de salmón ahumado, manzana y nueces, tallarines verdes con nueces, etc.