En ocasiones, todos experimentamos momentos de olvido, ya sea perder las llaves de casa, olvidar lo que teníamos que comprar en el supermercado o no decir algo importante a un miembro de la familia. Ocasionalmente pasar por alto algo no es un problema grave, ya que es una consecuencia natural de nuestro estilo de vida acelerado, aliviando así la necesidad de preocuparse. Sin embargo, un fallo frecuente en la memoria puede tener repercusiones más importantes, impactando en mayor medida en nuestro día a día. Existen numerosas actividades para ejercitar tu mente en el día a día.
En este artículo vamos a contarte cuáles son las mejores actividades y ejercicios para ejercitar tu mente.
Pérdida de memoria con el tiempo
A medida que las personas envejecen, es común que la memoria se entrelace con el proceso de envejecimiento, lo que resulta en un aumento gradual de los olvidos con el tiempo. El término demencia se utiliza para describir una variedad de síntomas asociados con la memoria, incluido el deterioro de la misma, así como el deterioro del razonamiento, el juicio, el lenguaje y otras capacidades cognitivas.
Si bien el Alzheimer sigue siendo la principal causa de demencia, existen otras enfermedades que contribuyen al deterioro gradual de la función cerebral. Por el contrario, el deterioro cognitivo abarca una disminución discernible en al menos una faceta de las capacidades cognitivas, como la memoria. Este problema supera los cambios cognitivos naturales asociados con el envejecimiento, pero no alcanza la gravedad de la demencia, ya que no siempre impide la capacidad de realizar tareas y participar en interacciones sociales.
En caso de que notes una disminución en tu capacidad para recordar información que antes recordabas fácilmente, es fundamental buscar atención médica para recibir un diagnóstico adecuado. Sin embargo, si observas algún signo de deterioro de la memoria, existen varias actividades que puede realizar para promover una memoria sólida y mantener el bienestar mental.
Ejercita la memoria llevando a cabo estas actividades
Para combatir la pérdida de memoria, te presentamos seis actividades que puedes incorporar a tu rutina diaria. Estas actividades incluyen participar en juegos de memoria.
Juegos de memoria
La memorización es un método sencillo para ejercitar la memoria. Una forma de lograrlo es participando en juegos de preguntas que requieran memorizar detalles específicos. Por ejemplo, puedes desafiarte a ti mismo recordando el contenido del armario del baño o identificando los artículos de la nevera. Otra opción es reflexionar sobre lo que comiste el día anterior.
Puzles, juegos de cartas y pasatiempos
Participar en este género particular de juego sirve como un medio para estimular y fortalecer la memoria visual, mejorando así la capacidad de recordar entornos, objetos e individuos familiares. Actividades como rompecabezas, juegos de cartas y pasatiempos personales ayudan a lograr este objetivo.
Es recomendable participar en actividades que promuevan la estimulación mental y mantengan la aptitud cognitiva para mejorar la memoria. Los rompecabezas, los juegos de cartas y los pasatiempos se encuentran entre las actividades que pueden mitigar eficazmente el deterioro de la memoria.
A modo de ejemplo, al resolver un puzle, el cerebro realiza una secuencia de ejercicios mentales, buscando establecer conexiones entre las imágenes de las piezas y recordando aquellas que se encontraron anteriormente.
Cuando se trata de juegos de cartas, no sólo mejoran las habilidades de memoria, sino que también brindan una excelente oportunidad para socializar con otros jugadores.
Participar en actividades como búsquedas de palabras, crucigramas o sudokus sirve como un pasatiempo estimulante que desafía nuestra capacidad para descubrir palabras ocultas, mejorando así la memoria y manteniendo la agilidad mental.
Actividad física
Realizar actividad física con regularidad es fundamental no sólo para mantener una buena salud física sino también para fomentar el bienestar mental. Un estudio publicado en la revista Neurology revela que el ejercicio mejora la circulación sanguínea, incluida la del cerebro, mejorando así la función cognitiva y la capacidad de respuesta a los estímulos.
Es recomendable realizar 150 minutos de actividad aeróbica moderada por semana, como caminar a paso ligero, o 75 minutos de actividad aeróbica intensa, como trotar. Además, se recomienda mantener interacciones sociales regulares.
Socializar de forma regular
Participar en interacciones sociales sirve como una valiosa medida preventiva contra la depresión y el estrés, los cuales son factores que potencialmente pueden conducir al deterioro de la memoria. Por lo tanto, es muy recomendable pasar tiempo de calidad con tus seres queridos, amigos o cualquier persona, especialmente aquellos que viven solos.
Leer
Para mantener una memoria aguda y evitar que el vocabulario se pierda, es beneficioso participar en actividades de lectura, ya sea leer noticias, profundizar en libros, sumergirse en novelas o incluso explorar historias cautivadoras. El acto de leer juega un papel crucial en fortalecer la memoria y vigorizar la mente mediante la adquisición de conocimientos.
Dormir bien y suficiente
Descansar lo suficiente es necesario en todos los aspectos de nuestras vidas. Lograr un sueño de calidad no sólo mejora nuestra memoria a largo plazo sino que también aumenta nuestra capacidad para concentrarnos en las tareas que tenemos entre manos.
Malos hábitos para la memoria
Uno de los principales malos hábitos que pueden perjudicar nuestra memoria es la falta de sueño adecuado. Durante el sueño, nuestro cerebro consolida la información que hemos aprendido durante el día, por lo que no dormir lo suficiente puede dificultar este proceso y hacer que sea más difícil recordar la información.
Otro mal hábito es la falta de ejercicio físico. El ejercicio regular no solo es beneficioso para nuestro cuerpo, sino también para nuestra mente. Estudios han demostrado que el ejercicio puede mejorar la función cognitiva y la salud cerebral, lo que incluye la memoria.
El estrés crónico también puede tener un impacto negativo en nuestra memoria. El estrés excesivo puede afectar la capacidad de concentración y la atención, lo que dificulta el proceso de codificación y recuperación de la información en nuestra memoria.
Además, el consumo excesivo de alcohol y drogas puede dañar la memoria a largo plazo. El abuso de estas sustancias puede interferir con los procesos cerebrales involucrados en la formación y recuperación de recuerdos, lo que puede resultar en lagunas de memoria y dificultad para recordar información.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre las actividades para ejercitar tu memoria.