Para muchas personas, la cinta de correr supone una especie de segundo plato. Y es que vemos sobre ella a personas cuyas condiciones físicas distan mucho unas de las otras y no creemos por encima. Si te sientes identificado, debes saber que el hecho de que ésta se adapte a cualquier persona, no reduce la eficacia de los entrenamientos.
Índice
Beneficios de entrenar en cinta de correr
Fortalece la mente
Como estás leyendo. La cinta prepara a todos aquellos corredores pendientes de enfrentarse a alguna prueba de una exigencia alta. Y es que cuando un corredor se enfrenta a una carrera, lo hace solo, acompañado de sí mismo y su capacidad de concentración. Si eres de los que veía la cinta como una máquina aburrida, cambia la perspectiva. A partir de ahora no solo entrenarás cardio, también prepararás tu mente y la calidad de tus pensamientos para cumplir con tu reto.
Una mayor seguridad y menor riesgo
Entrenar sobre la cinta, especialmente si se acerca la fecha de alguna prueba, es muy apropiado. Ésta reduce el riesgo de sufrir lesiones por cambios en el pavimento, condiciones meteorológicas adversas, etc. Y, si aún quieres reducir más el riesgo de lesión, puedes variar tus entrenamientos con la elíptica, que protege tus articulaciones eliminando el impacto.
Mejora tu estilo
Cuando corres por la calle, puede distar mucho lo que sientes que haces, con lo que haces realmente. Si bien es cierto que debes SENTIR la carrera, no está de más que de vez en cuando te observes correr. Podrás ser consciente de tus pisadas, la posición de tus brazos, el movimiento de tus rodillas… esto puede ser muy útil para mejorar algunos aspectos de la técnica.
Variar la rutina
Si la zona por la que sueles correr no te permite variar la intensidad, porque no dispone de cuestas, escaleras u otras, la cinta puede aportarte una mayor variedad. Te permite realizar entrenamientos verdaderamente intensos y efectivos, utilizando las opciones que la máquina te ofrece.
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