Durante todo el año cumplimos con nuestros objetivos físicos. Vamos al gimnasio, practicamos ejercicio a diario y nos alimentamos estupendamente. Nos sentimos bien por dentro y por fuera y todo es maravilloso. Todo menos nuestros pies, cuando llega el buen tiempo y tenemos que mostrarlos. A continuación, te contamos una serie de pautas que, si tienes en cuenta, conseguirán que tus pies estén a la altura de cualquier anuncio de revista.
Índice
Pautas para tener unos pies de anuncio
Hidratación
Con el frío de los meses de invierno, no solo se reseca la piel de nuestro cuerpo y nuestro rostro. Concretamente, los pies pueden haber adquirido una mayor sequedad. Así que, un punto de vital importancia para su cuidado, es la hidratación. Aplica una crema con propiedades hidratantes y muy nutritivas, a poder ser con un alto porcentaje en ingredientes naturales dos veces al día. Masajea bien la zona para que sus principios penetren de una forma eficaz.
Fuera grietas
Con la hidratación diaria, no solo lograremos una mayor suavidad, sino que, además, evitaremos los antiestéticos talones agrietados y resecos. Deberás ser constante y aplicar con especial intención en esas zonas más conflictivas.
Exfoliación
Dos veces por semana, antes de aplicar la crema hidratante, exfolia bien los pies prestando atención a los talones. Pero no pases por alto cada uno de los dedos. Tras exfoliar y masajear mientras untas la crema, notarás un cambio importante en tus pies. Puedes emplear algún producto que te guste, o fabricar tu propio exfoliante casero. Para ello, mezcla aceite vegetal, de almendras dulces por ejemplo, con azúcar blanco o moreno.
¡Ojo al calzado!
Es importante que, durante todo el año, escojas un calzado que te aporte confort y ligereza. Tanto para el deporte, como para la rutina en general. Esto evitará que sufran y que se vean afectados por una mala postura en el interior del zapato o zapatilla. Si tu deporte te provoca ampollas o heridas, cuídalas a diario para que vayan curándose y desapareciendo.
Rutina para los pies en 6 pasos
- Llena un cuenco con agua templada, sal marina y unas gotas de aceite esencial.
- Introduce los pies unos minutos y, posteriormente, masajéalos bien.
- Aplica el exfoliante, casero o no, e insiste en zonas como los talones o los dedos, junto a las uñas.
- Sécalos con suaves toquecitos y aplica la crema hidratante sin olvidarte de ningún rincón hasta que absorba.
- Arregla tus uñas. Límalas dándoles forma y, si te apetece lucir algún brillo o color, píntalas con cuidado.
- Ponte tus nuevas sandalias y luce tu obra maestra con mucho orgullo.
- ¡Que esta rutina no quede en el olvido! Repítela dos veces por semana y observarás un gran cambio en tus pies.
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