Las botellas son una buenísima opción para hidratarnos cuando viajamos en coche, tren o avión, ya que el ambiente suele ser poco húmedo y los aires acondicionados afectarán a que perdamos líquido. Lo que debes evitar es dejar la botella de agua en el coche, encerrada y a pleno sol, para después volver a beber.
Te contamos los peligros que corres al beber agua de la inocente botella de tu coche.
El plástico es el principal causante del peligro
Lo más habitual es comprarnos alguna botella de plástico en la gasolinera para aguantar parte del viaje sin morirnos de sed. El peligro llega cuando volvemos a parar para comer y dejamos la botella en el coche. Aunque aparquemos a la sombra, el calor y las altas temperaturas promueven el desarrollo de bacterias y gérmenes con más facilidad, así que cualquier microorganismo que esté en contacto con el agua se reproducirá rápidamente.
Imagina que vuelves a beber de la botella y empiezas a sentir malestar, ¿quieres arruinar tu viaje por no tomar precauciones?
Es mejor que guardes la botella en un sitio donde no de calor, que la lleves contigo o, directamente, compres una nueva. Siempre será más barato gastar 1€, que acabar en urgencias.
También es recomendable que no rellenes la botella de plástico para no favorecer el contenido en gérmenes. Es decir, si tienes una botella con agua caliente, no servirá con tirar ese agua y rellenarla con una nueva.
Efecto lupa
Como cualquier otro plástico o cristal, una botella de agua puede provocar un incendio de manera tonta. El efecto lupa puede acabar en una tragedia si dejamos la botella en el asiento o sobre el airbag del copiloto.
Acuérdate de recopilarlas todas cuando termines tu viaje para mantener a salvo tu vehículo.
Te dejamos con un vídeo que muestra los peligros que tiene dejar la botella sobre el asiento.
https://www.facebook.com/idahopower/videos/10155684468650864/
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