Jason Momoa, el conocidísimo actor de Juego de Tronos y Aquaman, está en el punto de mira mundial por su aspecto físico. Lo recordaremos por su abdomen marcado y sus casi 2 metros de altura, pero unas recientes fotografías en la playa juzgan la «dejadez» del actor. Como en las redes sociales es gratis opinar, muchos usuarios han avergonzado a Jason con comentarios del tipo «estás gordo» o «tienes cuerpo de padre». ¿Es cierto que tu padre tiene el cuerpo de Khal Drogo? Seguramente la respuesta sea negativa, al igual que él tampoco está gordo. ¿Entonces por qué luce sin definición muscular?
Es difícil mantener la definición a largo plazo
Estamos obsesionados con el físico y los músculos marcados. Vemos imágenes en Instagram de modelos fitness o deportistas que van a competir, y nos creemos que están así de perfectos las 24 horas del día, los 365 días del año. Pero no. La mayoría del tiempo no lucen la mejor versión del cuerpo, porque es prácticamente imposible.
En el caso de Jason Momoa, para encarnar a sus personajes más míticos, tuvo que realizar varias horas de entrenamiento al día (algo que la gente común no puede hacer). Además, tuvo que acompañarlo con una dieta estricta que velase por llegar al rodaje en la mejor forma física. Tan solo durante los días de grabación, los actores continúan con el mismo plan. Incluso teniendo que ir a entrenar antes o después de los rodajes. Imaginaos el agotamiento mental que puede suponer. Mucho más aún para Jason, que odia ir al gimnasio, y lo único que le motiva es la escalada (de ahí que tenga una espalda y unos brazos tan fornidos).
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¿Qué ocurre cuando termina el rodaje? Vuelta a la vida normal. Es decir, ni tiene que entrenar 6 horas al día, ni estar contando calorías. El cuerpo comienza a cambiar de nuevo y aparece una pequeña capa de grasa que cubre los músculos. ¿Esa grasa es de estar gordo? Lógicamente, no. Si a alguien no le parece que Jason sigue estando en una figura envidiable, tiene un problema. No tener una definición, no implica estar gordo. En el caso de que hubiera subido de peso 30 kilos, sería preocupante por su salud, pero no por una cuestión de apariencia.
¿Ha perdido su forma física?
La mayor locura que podemos pensar es que está en baja forma física. ¿Estáis seguros de que si viene a darnos un empujón, no nos manda al otro lado del mapa? Es evidente que sigue manteniendo una buena tonificación muscular, y que en algo más de un año ha conseguido cuidar perfectamente.
Quizá lo entiendas mejor con un ejemplo de futbolistas. Cuando termina la Liga, los deportistas se toman una semanas de descanso y vuelven con un cuerpo menos definido (hay quien los tacha de gordos), ¿quiere decir que ya no son tan buenos como en la temporada anterior? No. Tan solo necesitan volver a una rutina de entrenamiento, partidos y alimentación controlada para sacar el mayor rendimiento. En ningún momento se busca lucir un cuerpo esculpido, esto tan solo es el resultado de unos buenos hábitos y disciplina.