En la investigación, los científicos examinaron cómo los procesos metabólicos eran diferentes en el tejido graso recogido del abdomen de 52 mujeres obesas y 29 no obesas. Destacaron a la glutamina como el que mostró las mayores diferencias al comparar los dos grupos. Las personas con obesidad tenían de media niveles más bajos de este aminoácido en el tejido adiposo frente a las personas con un peso adecuado. Además, los niveles un nivel más bajo también se vinculó con un mayor tamaño de las células grasas y un porcentaje más elevado de grasa corporal independientemente del índice de masa corporal (IMC).
«Nuestros resultados sugieren que el tratamiento con glutamina podría ser valioso contra la obesidad y la resistencia a la insulina«, señala Mikael Ryden, autor del estudio. «Sin embargo, sabemos que también es importante para la división celular y el metabolismo del cáncer y, por lo tanto, se necesita más investigación sobre los posibles efectos secundarios a largo plazo antes de que la glutamina se pueda recomendar como un suplemento dietético para ayudar a tratar la obesidad y sus complicaciones«. Los investigadores también mostraron que los niveles influyeron en la expresión de diferentes genes y que un nivel bajo provocaba un aumento en la expresión de genes proinflamatorios en el tejido adiposo.
Además, se muestran cómo tener un porcentaje más alto o bajo puede alterar la expresión génica en varios tipos de células diferentes, aunque, evidentemente, se necesita más investigación antes de recomendar suplementos de glutamina como cura milagrosa para la obesidad. Como decíamos antes, es una sustancia importante con muchas funciones clave, como aportar energía y mantener una buena salud intestinal. Incluso tiene efectos antiinflamatorios en los glóbulos blancos y las células T, que son importantes para el sistema inmunológico.
¿Qué efecto tiene en la obesidad?
Los investigadores quisieron conocer lo que sucede dentro de la célula adiposa cuando se alteran los niveles de glutamina. Resulta que el aminoácido lanza un mecanismo, llamado O-GlcNAcylation, que puede controlar los cambios epigenéticos. Es decir, es capaz de modificar la expresión génica (proceso por el cual la información codificada en un gen se utiliza para dirigir la creación de una molécula de proteína) causadas por factores ambientales y el estilo de vida, en lugar de alteraciones en nuestra secuencia de ADN subyacente. Las personas con obesidad tenían niveles más altos de O-GlcNAcylation en su tejido graso, mientras que las células humanas tratadas con glutamina tenían un nivel más bajo de O-GlcNAcylation en el núcleo celular.
«Nuestro estudio muestra que es antiinflamatoria en el tejido adiposo al cambiar la expresión génica en varios tipos de células diferentes -añade Mikael Ryden-. Esto significa que la falta de glutamina, que puede ocurrir durante la obesidad a largo plazo, podría conducir a cambios epigenéticos que alimentan la inflamación en el cuerpo«.
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