1 de cada 4 jóvenes tiene osteopenia
En la investigación, los científicos analizaron la densidad mineral ósea de 173 adultos, con edades comprendidas entre 35 y 50 años. Los voluntarios pasaron por un escaneamiento de la cadera femoral y la columna lumbar para detectar áreas de baja densidad mineral ósea. Se suelen caracterizar por ser más porosas y, por ende, más propensas a romperse.
Descubrieron que el 28% de los hombres y el 26% de las mujeres en el estudio tenían osteopenia, que es el primer paso que ocurre justo antes de la osteoporosis y que se considera un precursor de la enfermedad. Es algo así como la prediabetes, la osteopenia es la primera señal para realizar estrategias preventivas y evitar el desarrollo de la osteoporosis.
La conclusión de este estudio es que una baja densidad mineral ósea puede aparecer a una edad más temprana de lo que la gente piensa, y afecta a ambos sexos. Lo recomendable es que se tomen medidas preventivas en la infancia y adolescencia para combatir esa densidad en la edad adulta.
¿Cómo podemos aumentar la densidad mineral ósea?
Para aumentar la densidad mineral ósea no es necesario quedarte tumbado en cada y hartarte de leche. Es cierto que cualquier deportista podría estar en riesgo si no realiza los ejercicios que favorezcan a soportar el peso, como correr o saltar. En cualquier actividad cardiovascular falta un componente clave para fortalecer los huesos: la resistencia de.
Para que lo entiendas mejor: el hueso es un tejido vivo, al igual que el músculo y la piel, por lo que responde al estrés temporal de ciertos tipos de ejercicio al fortalecerse. Las actividades que cargan con tu propio peso como saltar, subir escaleras o sentadillas, te obligan a enfrentarte con la gravedad. Cuando el cuerpo resiste a esa fuerza, las células óseas aumentan la densidad para compensarla. Esto es lo que hace que se forme nuevo tejido óseo. Y como resultado obtenemos unos huesos más fuertes.
Otro estudio previo en hombres de mediana edad descubrió que la densidad mineral ósea de todo el cuerpo y la columna lumbar aumentaba después de seis meses de entrenamiento de resistencia y entrenamiento con salto. En esa investigación, los participantes también se suplementaron con calcio y vitamina D, pero los investigadores concluyeron que fue principalmente el salto lo que mejoró la densidad, no solo la suplementación.
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