Uno de los principales objetivos tras la vuelta de las vacaciones, es retomar la rutina deportiva con total motivación y disciplina. Existen una serie de errores comunes al volver al gimnasio que debes conocer. De esta forma, evitas cometerlos y tu vuelta al ruedo será todo un éxito. ¿Lo tienes todo preparado? ¡Pues atiende!
Errores frecuentes al volver al gimnasio que no debes cometer
Bajones innecesarios
Es común observar que algunas cosas han cambiado tras la época estival. Es probable que sientas una mayor rigidez muscular y articular, así como pérdida de flexibilidad y de masa muscular; que observes una mayor acumulación de grasa en distintas partes de tu cuerpo; menor resistencia o una mayor retención de líquidos, entre otras cosas… Esto es un hecho y debes ser realista. Esta situación no es, bajo ningún concepto, definitiva. Y lo único que significa es que debes trabajar para recuperar tu forma física.
Excusas y cero esfuerzo
Embajonarse por la nueva condición física y tomarlo de excusa para no esforzarse, es un error habitual que no te llevará a buen puerto. Por ello, tomar las riendas de la situación, calmar la mente, reducir la ansiedad y ponerse a trabajar y a observar cambios progresivos, es lo mejor que puedes hacer.
Entrenar por encima de las posibilidades
Del mismo modo que no te conviene relajarte con la excusa de que tu cuerpo no da de sí, los sobresfuerzos tampoco son una elección. Quiere a tu cuerpo y permite que se adapte de forma gradual a las nuevas circunstancias. Te lo has pasado muy bien este verano y eso no te lo quita nadie, pero ahora puedes pasártelo mejor aún, devolviendo el equilibrio a tu vida y mejorando tu versión actual.
No ajustar tu dieta al entrenamiento
Es muy importante que, junto al entrenamiento, retomes unos hábitos alimentarios saludables que satisfagan las demandas de tu organismo. De esta manera te sentirás fuerte y con la energía suficiente como para enfrentar tus nuevos objetivos.
Empezar fuerte y no mantenerse
No vale empezar con toda la motivación del mundo e ir bajando la intensidad a medida que la cosa se va poniendo complicada. Cumple tu rutina, sé constante y toma la disciplina como una herramienta indispensable de cara a tu entrenamiento.
No evolucionar con respecto a tu anterior etapa
Reflexiona acerca de las cosas que no funcionaban en tu anterior etapa y mejóralas. No te estanques con el mismo entrenamiento, los mismos ejercicios, el mismo peso… Cambia, evoluciona, adáptate a las nuevas circunstancias y no te conformes. Ya has visto cómo has llegado a este verano. Determina tus metas, crea un diario de entrenamiento y ¡a por todas!