Hay errores muy fáciles de identificar cuando somos principiantes en el mundo del deporte, pero una vez que nos habituamos a ellos, existen otros errores que no corregimos o que incorporamos a nuestra rutina. No vamos a hablar de no llevar la ropa o el calzado adecuado, ni de el descanso necesario que tenemos que hacer; toma buena nota de estos hábitos erróneos para corregirlos cuanto antes.
Haces deporte con lesiones
Vale, nosotros recomendamos hacer deporte si sufres agujetas. Las agujetas no son una enfermedas y su dolor mengua con la actividad física. Lo que nunca hay que hacer es entrenar con molestias o lesiones, ya que podríamos acabar con algo mucho más grave. Acude a tu médico para averiguar el motivo del dolor y descansa unos días.
¿Eres un insaciable del deporte y tu lesión es un esquince de muñeca? En ese caso podrías entrenar otros deportes que no impliquen el uso de ese brazo, pero antes sigue los consejos de tu doctor.
Bebes mucha cantidad de agua
Sí, hidratarse es fundamental y debes hacerlo antes, durante y después de entrenar. El problema radica en que bebas demasiada cantidad de un trago. Es posible que sufras fatiga o dolor de estómago. Toma mejor pequeños sorbos para calmar la sed.
No calientas
Da igual el ejercicio que vayas a realizar, ¡calienta! ¿Vas a hacer running? Camina unos minutos antes. ¿Vas a hacer musculación? Corre, camina o haz elíptica 10 minutos antes. Es fundamental que despiertes tus músculos para que respondan eficazmente durante el entrenamiento. No calentar puede ser sinónimo de lesiones, así que prepara a tu cuerpo para el entreno.
Descansas demasiado
Esta vez no nos referimos al descanso después de entrenar, sino al que haces entre serie y serie. Son muchos los que terminar una serie y se ponen a hablar con el compañero de gimnasio o a chatear por el móvil. Intenta no descansar más de 30-60 segundos entre cada una de las series. Es importante mantener activo el músculo para que el ejercicio sea eficaz. Siempre será mejor pasar 30 minutos entrenando concentrado, que no 3 horas por hablar demasiado.
No cambias tu rutina
Te has obsesionado con hacer siempre los mismos ejercicios y te estás notando estancado, ¿verdad? Si estás en ese punto o ya te has aburrido de realizar siempre lo mismo, cambia tu rutina. Al cuerpo le viene bien no acostumbrarse a los movimientos para seguir mejorando y viendo resultados.