¿Cómo influye el entrenamiento de fuerza en la depresión y ansiedad?
El estudio, publicado en la revista Menopause, examinó a 1.159 mujeres (de entre 45 y 69 años de edad) que eran pacientes de ginecología en el National University Hospital de Singapur. Les pidieron que, mediante un cuestionario, evaluaran los niveles de depresión y/o ansiedad, así como sus síntomas y la frecuencia con los que experimentaban. Además, también se les pidieron que contaran cuáles eran sus niveles de actividad.
Para evaluar la fuerza del tren superior del cuerpo, cada mujer tuvo que someterse a una prueba de fuerza de agarre; y para evaluar la fuerza del tren inferior, tuvieron que realizar una prueba repetida en posición de sentadilla, donde tuvieron que levantarse de una posición sentada sin usar sus brazos cinco veces (lo más rápido que podían).
Por último, hicieron una prueba de velocidad global. Primero, las voluntarias caminaron 6 metros a su ritmo normal. Después, realizaron una caminata equilibrada, donde caminaron a lo largo de los mismos 6 metros, pero entre dos líneas que estaban separadas por 20 centímetros.
Como resultado obtuvieron que aquellas con una fuerza débil en la parte superior del cuerpo eran un 68% más propensos a experimentar síntomas de depresión y/o ansiedad que aquellos con una fuerza mayor en la parte superior del cuerpo. Por otra parte, aquellas con una menor fuerza en la parte inferior del cuerpo eran un 33% más propensos a experimentar síntomas de depresión y/o ansiedad que aquellos más fuertes en el tren inferior.
Esto se debe a que el ejercicio aumenta la circulación sanguínea hasta el cerebro, por lo que puede conducir a nuevas células cerebrales y mejores conexiones entre ellas. Además, todos sabemos que el ejercicio libera endorfinas, que son las hormonas vinculadas con la felicidad. Así que ya sabes uno de los motivos por los que debes introducir el entrenamiento de fuerza en tu rutina. Hay muchos deportistas (como runners o ciclistas) que piensan que no es necesario este trabajo para mejorar en su práctica, y es un absoluto error.
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