Los investigadores estadounidenses dieron una bebida azucarada (agua suplementada que equivale a los refrescos humanos) a las ratas y luego, cuando eran adultas, les dieron dos pruebas de memoria para comparar su rendimiento. Descubrieron que el hipocampo, la región del cerebro integral para la función de la memoria, estaba alterado en roedores alimentados con refrescos y esto provocaba problemas de memoria.
¿Cómo influyen los resfrescos con azúcar en la memoria?
Los científicos creen que la bebida altera el microbioma intestinal de un individuo y esto a su vez modifica los genes en la función de deterioro del hipocampo. De hecho, la autora principal del estudio, Emily Noble, comenta que “el consumo de azúcar en la vida temprana parece afectar selectivamente el aprendizaje y la memoria del hipocampo”.
El análisis del microbioma intestinal en las ratas también reveló que el consumo de bebidas endulzadas había tenido un impacto perjudicial. Los que llevan una dieta duelce tenían poblaciones más grandes de dos especies particulares de bacterias intestinales: Parabacteroides distasonis y Parabacteroides johnsonii.
Para saber si esto era el origen del problema, los investigadores inyectaron bacterias a los roedores que nunca habían tomado bebidas azucaradas y descubrieron que también desarrollaron problemas de memoria relacionados con el hipocampo.
Esto, creen los investigadores, es evidencia de que el deterioro cognitivo de las bebidas gaseosas se debe a que la bebida altera el microbioma intestinal de un individuo. Los científicos se sorprendieron al poder replicar esencialmente los deterioros de la memoria asociados con el consumo de azúcar no transfiriendo todo el microbioma, sino simplemente enriqueciendo una sola población bacteriana en el intestino.
Luego, los investigadores estudiaron los genes en los cerebros de las ratas y descubrieron que eran diferentes si hubieran sido alimentados con bebidas azucaradas. Los genes afectados controlan cómo las células nerviosas transmiten señales eléctricas a otras células nerviosas y cómo envían señales moleculares internamente.
Técnicas para mejorar la memoria
Aunque el estudio se realizó en ratas, los investigadores creen que los hallazgos también podrían aplicarse a los humanos. En estudios futuros, el equipo espera determinar si el cambio de hábitos, como llevar una dieta más saludable o aumentar el ejercicio, puede revertir el daño a la memoria causado por el consumo elevado de azúcar en una etapa temprana de la vida.
Te recordamos que la cantidad de azúcar añadido que una persona debe comer en un día depende de la edad que tenga. Los expertos recomiendan que los niños de 4 a 6 años se limiten a 19 gramos al día, los de 7 a 10 no deben tomar más de 24 gramos y los niños de 11 años en adelante tienen el máximo en 30 gramos. No obstante, cuanto menor sea la cantidad en todas las edades, mejor.
Sé el primero en comentar